- “Juli” con la Izquierda en Madrid.
Decepción de Victoriano del Río. No hubo gala, no hubo lujo ni grandeza. Solo el “Cossío” de “Juli” brilló en medio del zumbido de “el público más serio del mundo”. Ni siquiera queda el “mínimo vital” indispensable.
Por: “Puntillero”
Sería la primera de varias sorpresas, Las Ventas sin el mínimo de decoración para tan lujosa ocasión. La Fiesta es grandeza, es derroche. Ayer parecía que ni siquiera se trataba de la corrida más importante, de mayor cartel en el mundo.
En esas está la tarde cuando roto el paseo sale el primero, cabeceante primero y que llega protestón a la muleta. Juan Mora sabe de antemano que será difícil en los medios y opta por ponerse cerca, tragar y tratar de cambiar la condición del burel con la derecha. Lo consigue por momentos pero el esfuerzo es corto. El toro, amenazante al principio modifica su condición sobre la zurda pero no fue suficiente.
Da la impresión que de haberle podido más la faena hubiese levantado pero Juan mató pronto y con dificultad al grado de llevarse un crochet que le parte la piel encima del labio superior del lado derecho.
El cuarto parece animar la cosa. La belleza de Morante por chicuelinas alumbra una esperanza que diluyen la vuelta contraria –mansedumbre- del toro y los cabezazos que tira ante el intento de réplica del primer espada. Destaca Juan llevando de los adentros hacía los medios al astado, luego la vitolina al paso y un cambio de mano a la zurda con emoción. Pero el resto, pese al esfuerzo, se esfuma entre desdenes, firmazos y mansedumbre. Estocada trasera al encuentro y precipitación al descabellar. Juan Mora da la sensación de estar en torero pero no en maestro y en una ocasión como está había que echar el resto y no esperar al toro.
A Morante de la Puebla sí que le esperan. Y aunque él aguarda también por el toro, comienza ambos turnos con formidable toreo a la verónica, sobre todo sus lances al segundo. Pero en la belleza no siempre todo es hermosura y por eso ambos toros quedan al descubierto cuando sus defectos afloran, cabeza alta, flojedad, sin clase ni casta. Esto, aunado al momento no feliz que parece vivir Morante, impide siquiera ver lo mínimo del máximo y eximio artista. Sainete con la espada. Tarde sin lujo, menos aún sin el lujo del artista máximo toreo. Le urge al Toreo recuperarle, lo antes posible por favor.
Julián López lleva por nombre hoy la técnica absoluta, el imperio de la ley taurómaca que se cae con toda su dureza sobre todo toro. “Juli” deja en el toro la elección de romper, de ser o no, delante de su muleta. Esto es el toreo en lo fundamental.
Lo hizo en el primero, la faena de la tarde, el núcleo de sus muletazos adquiere con un toque casi imperceptible una profundidad insospechada que se está haciendo norma y el final de su muñecazo, cuando la canilla rompe, el pase es magnífico, la curva del trapo obliga al toro y hasta forzar el infinito de su límite. Más grafico es con la izquierda. Pena que la espada brinda oportunidad a quienes no callan durante la lidia, de graznar (O de seguir haciéndolo) ¿Acaso la primera Plaza tiene como distintivo sello el zumbido, la muina y la molestia?
Los zumbidos prosiguen en el sexto. Tal como sigue la determinación de imponer su dominio al toro. “Juli” lo consigue en una tanda honda y rota con la derecha que dejó al toro vacío en evidencia nefasta de su falta de raza y virtud.
Don Victoriano del Río ha fallado. Los toros tienen el derecho -insistimos- a fallar, pero los ganaderos tienen derecho también a ser justamente remunerados. Si la empresa taurina no se gasta los dineros para comprar los mejores toros para los mejores toreros estaremos despilfarrando la ilusión y no derrochando el lujo.
Y el lujo es condición de la fiesta. Que no se respire miseria por favor. “Si no pueden, renuncien.” Con la pena.
Twitter: @CaballoNegroII.
RESUMEN DEL FESTEJO.
Madrid. Plaza de Las Ventas. 7 de junio. Feria del Aniversario 2011. Segunda de feria. Corrida de la Beneficencia. Lleno absoluto en tarde soleada con viento intermitente y molesto. Seis toros, cinco de Victoriano del Río, desiguales y uno de Toros de Cortés sexto, que tuvo poca raza. Deslucidos en general.
Juan Mora (Verde bandera y oro) Leve división y silencio. Morante de la Puebla (Negro y oro) Pitos y pitos. Julián López “El Juli” (Azul noche y oro) División y pitos injustificados.
Destacó Carlos Prieto al parear al primero de la tarde.
El festejo fue presidido desde el Palco Regio por El Príncipe de Asturias, acompañado por la Presidenta de la Comunidad de Madrid.