Introducción por Luis Cuesta.
Tras el periplo tomasista de la semana anterior y la pausa en la Temporada Chica de la Plaza México, arribamos a la mitad de nuestro ciclo de entrevistas. Nuestra ruta taurina abandona la Capital y toma el camino del Bajío. En esta ocasión, salimos al encuentro de Fernando Labastida, primer espada del cartel novilleril del próximo domingo en la Monumental capitalina. Tras tres años vuelve a La México y habla aquí para “DE SOL Y SOMBRA”.
Entrevista por Luis Eduardo Maya Lora.
De San Luis Potosí apuntemos que es la porfiriana joya que conserva y magnifica su majestad. Igualmente, su historia taurina no envidia en nada las de las ciudades de las que taurinamente es vecina.
A la entrada de San Luis Potosí se observa una ruta del toro. La casa Labastida, la familia Garfias, por señalar un ejemplo, marcan en gran medida los referentes del campo bravo potosino. Ahora cuenta inclusive con dos plazas de Toros, una fulgurante y otra de histórica y centenaria belleza.
Siempre ha sido cuna la potosina ciudad de toreros y, por supuesto, es una ciudad que como sus vecinas tiene en sus habitantes la cordialidad, la respuesta clara y la franqueza. Un joven novillero como Fernando Labastida no es la excepción.
Tiene en su hablar una ligereza y un acento potosino que delatan su origen. Siempre he pensado que los potosinos, al hablar, lo hacen como se van las tardes en sus hermosos Jardines y en sus Calzadas de Cantera. Hay algunos que como esos mismos vaivenes de atardecer torean.
Sin embargo, en el caso de Fernando Labastida, observo una interesante historia por tratarse de un torero que tiene un antecedente ganadero inmediato pero las cosas no resultan tan fáciles como pudieran parecer.
– DE SOL Y SOMBRA: Fernando, han pasado tres años desde tu presentación. Estás anunciado el domingo en México. Me imagino que eso brinda mucha alegría.
– FERNANDO LABASTIDA: La verdad estoy muy contento y muy ilusionado, como dices, ya desde el 6 de junio de 2008 que me presenté ha pasado mucho tiempo a hoy, han pasado muchas cosas en mi vida y estoy feliz de regresar a la Plaza México que para todo torero es un sueño y una ilusión. Estoy en un momento en que me siento bien y deseo que me embista un toro el domingo para poder triunfar.
– DSyS: Ese es el deseo de toda la Afición. Tienes un apellido de campo bravo, eminentemente potosino, puede parecer raro el punto pero en un ambiente más ganadero, ¿Cómo te surge querer ser torero?
– FL: Toda mi vida he estado metido en el rancho en San Luis, desde que nací. De lo primero que me acuerdo siempre es haber convivido con toreros y ganaderos, al fin y al cabo lo llevamos en la sangre. Toda mi familia ha estado metida en el medio, desde mi bisabuelo, mi abuelo fue empresario y ganadero, lo mismo que mis tíos. La verdad desde chico me llamó atrajo mucho y luego me puse delante de una vaca cuando tenía siete años y me gustó. Ya más grande tomé las cosas más en serio y empecé a torear pero básicamente desde niño me llamó la atención absolutamente.
– DSyS: ¿Cómo lo toma tú familia? ¿Tuviste apoyo de inmediato?
– FL: Bueno, es complicado. Porque toda mi familia ha estado metida en este ambiente y saben lo difícil que es ser un torero. Al principio a mis padres no les pareció la idea. Pero ya cuando yo comencé a afrontarlo más en serio la verdad no les quedó de otra más que apoyarme y fue una decisión que yo tomé, porque yo quería debutar y ya no hubo otro camino, me apoyaron. Pero sí, es una decisión difícil y más en una casa de ganaderos porqué todo mundo puede decir muchas cosas, que porqué torero y no ganadero que porqué está profesión que es tan difícil y pues se lleva en la sangre y no me cambio por nadie.
Su historia comienza, como la de muchos muchachos que comienzan en una plaza pequeña, a la orilla del mar. Claro, los toreros con clase y empaque, cuando están a la altura, encuentran la manera de caminar. En menos de dos años llegó a la Plaza México para encontrar el rigor de jerarquía de la Fiesta y, por supuesto, su propio camino.
– DSyS: Tomas la decisión de portar el traje de luces y ¿En dónde debutas?
– FL: En Puerto Vallarta, en la Plaza “La Paloma” el 18 de junio de 2006 ha pasado ya mucho tiempo y también cosas importantes.
– DSyS: ¿Cómo fue tu pasó durante esos dos años, entre tu debut y tu presentación en México en 2008?
– FL: No recuerdo exactamente con cuantas llegué pero sí fue una cosa respecto de la que llegas un poco verde porque, es el momento y la circunstancia que se da. Había yo estado en Aguascalientes, en la Feria, y se me había dado bien en tres tardes. Me sentía mejor preparado pero no es lo mismo llegar con solo treinta novilladas que con el camino que ya he recorrido ahora. Estoy en un momento en que tengo que dar ese paso y demostrar todo lo que he pasado estos años, hoy llego con 68 novilladas y 3 en España.
– DSyS: Yo recuerdo esa tarde, de azul rey y oro. Y desde las verónicas diste la impresión de tener empaque, lo mismo en el inicio de faena con el cambio de mano ante aquel novillo exigente. Llegaste a jugártela queriendo hacer el toreo bueno, ¿Qué tanto pesa la falta de experiencia o de rodaje?
– FL: La verdad, ya en aquel momento, se olvida uno de muchas cosas, hasta de la misma técnica, lo único que quieres lograr es sacar tu sentimiento y yo creo que el torero es un artista que tiene que expresar lo que trae dentro. Entrenas y tienes la técnica en la cabeza, pero ya estando ahí te dejas llevar y haces lo que sientes. Ese día, a pesar de mi verdor, sacas la raza y es la forma en que lo expresas.
DSyS: Te salió la casta además porque ese novillo te hizo ir a la enfermería luego de entrarle a matar. Difícil asignatura para un novillero nuevo en esa Plaza. ¿Cómo superaste la prueba?
FL: Es que no queda otra. Ya ahí, tú sales a triunfar, buscas lograrlo con el afán de que se den las cosas y la gente te tome en cuenta, de que quieres un lugar en la Fiesta. De hecho, ese día fue muy complicado porque dos días antes en el campo un toro me pegó un arropón, una 
cornada interna y traía un esguince en el cuello. Llegué mermado, pero la gente ni el toro deben saber eso, uno impone sus ganas y su afición. Como dices a la hora de matar me llevé una paliza, pero también para eso estamos los toreros. Los toros dan muchas cosas pero también golpes y momentos duros. Ahí es cuando un torero tiene que sacar la casta.
Cuando hablamos con Fernando Labastida el novillero termina una larga jornada de entrenamiento que marca su final conforme la luz natural mengua en el campo. Es de llamar la atención su gusto por la reclusión en la ganadería, bajo el sol del campo y el frío del invierno.
Pero ahí se forjan los toreros. Según nos dice bajo la mirada y con el apoyo torero de Alejandro Amaya y con la confianza en Gerardo Gaya, de quien más que apoderado es el hombre de confianza. Justo en este momento termina de matar dos toros en “El Paseo-Fermín Rivera” de San Luis Potosí. Labastida está listo para la Plaza, pero todo esto, como todo en el toreo, tiene origen en el Campo.
Así, entre toreros, cerca del toro, es más sencillo asimilar y en momentos difíciles afrontarlos.
DSyS: Te vas a provincia. Pasan tres años, ¿Qué pasó después de La México?
FL: A mí me pasó una cosa que me ha ayudado mucho y ahora la estoy viviendo y apreciando más. Ese año 2008 toreé 25 novilladas, una cantidad que en México para un novillero importante, en muchos lados. Luego me voy a España y después al regresar en 2009 uno ya no se ve anunciado en esos mismos carteles y regresas a las oportunidades que has pinchado, que no has aprovechado como debieras, te quedas con la sensación de que lo que cuenta son las orejas y los triunfos. Eso es duro, estar tocando de nuevo puertas. Eso te forja personal y taurinamente. Hoy tengo algunas fechas como México, San Luis o Guadalajara y hay que aprovecharlas porque no se puede pasar el tren.
Un reflejo claro de lo que hemos observado en nuestro ciclo de novilladas es el parón en el desarrollo de nuestros novilleros. Por alguna razón, mala suerte en unos casos, castigo para otros, injusticias, los toreros en formación se encuentran con muros que a veces parecen infranqueables, a veces por ellos mismos.
Probablemente, el rigor natural que impera en la Fiesta de los Toros implica superar éstas y otras más duras pruebas. En el caso de nuestro entrevistado, su historia no es excepción.
DSyS: ¿Cómo es que te forja esto de quedarse en el banquillo, vienen las dudas?
FL: Sí, todo torero lo que quiere es torear. Tienes altibajos y hay distracciones, pero ahí sabes que si caes en ello, eso se refleja en la cara del toro. Uno es humano y comete errores, pero te das cuenta que siempre está la ilusión por delante, como ahora que espero el domingo.
DSyS: Hay algo no fácil que es volver a andar el camino, retomar el ritmo ¿Cuándo retoma Fernando Labastida ese momento en el que nos comentas te encuentras?
FL: Fue en el 2008 cuando toreé mucho. Al otro año decidí irme a España, me hacía mucha ilusión torear allá no obstante las cosas no son fáciles, como para torear todo pero alcancé tres novilladas, una en Sevilla. Y me vi de pronto cuando regresé en ese bache, creo que mi estancia en España hizo a varios olvidar algunas cosas. Pero de pronto volví a verme anunciado y sobre todo lo que me ha servido es tener la gran fortuna de no parar de ir en el campo que siempre es una gran fortuna estar tan así metido en la profesión, de estar viviendo en torero.
DSyS: Estás viviendo la profesión enteramente y en ese sentido te pregunto, ¿Cuál ha sido tu evolución y que observas en los novillos que enfrentas que alumbra su sendero taurino?
FL: Bueno, la experiencia que te aporta tarde a tarde. Las tardes duras con el novillo difícil te hacen madurar más, cuando más aprendes como torero. Una tarde de triunfo, a veces no te hace dar cuenta de muchas otras cosas. Las tardes difíciles te marcan como novillero cuando encuentras el carácter al grado de estar ahora en el punto del siguiente paso pensando en la alternativa, pues busco estar a la mayor altura con los novillos.
DSyS: Te escucho con una tremenda ilusión ¿Cómo ha sido tu 2011?
FL: He toreado 5 novilladas, en Tampico, El Paseo de San Luis, Querétaro y otras dos Plazas. Y tengo la gran suerte de poder estar acompañando al matador Alejandro Amaya haciendo mucho campo y eso me ha ayudado mucho. Es una persona que le tengo que agradecer mucho, lo que me ha aportado y sobre todo la oportunidad de matar muchos toros a puerta cerrada que es el mejor entrenamiento. La ilusión me mantiene a tope todos los días, muchas veces cuando no hay nada por torear, también son momentos duros pero afortunadamente siempre me ha llegado una siguiente oportunidad
DSyS: Una pregunta obligada, ¿Cómo está tu espada?
FL: He batallado. Siempre ha sido mi talón de Aquiles. Ha sido, ya no lo es. He entrenado mucho, tengo que dar ese paso y así conseguir esos triunfos importantes.
DSyS: Hay una presunción, nos parece, que indica que los novilleros “ya no tienen afición” “ya no es cómo antes” “para qué dar novilladas” y una serie de ideas que no compartimos. ¿Qué le dices a los escépticos?
FL: Yo creo que siempre hay quien quiere ser torero ser y lucha por tratar de ser figura del toreo. Es una profesión de las más difíciles pero también de las más bonitas que hay y cualquiera en esta profesión está con ese afán, habrá casos diferentes pero hay toreros muy importantes en México y la muestra es el paso que han tenido en España por lo que creo que tienen la misma afición que los toreros de hace cincuenta años. El toreo hoy es igual o más difícil que antes y los toreros que han ido a España y no les han regalado nadie nada. Aquí hay toreros interesantes y están haciendo un esfuerzo tremendo.
DSyS: ¿Te ves a fin de año o al principio del otro como Matador de Toros?
FL: La verdad que sí. Es un momento que ya quiero que llegue, ojalá y pueda ser en este invierno pero me hace falta un triunfo fuerte, rotundo, para tomarla con fuerza y con ambiente. A lo mejor la puedes tomar y duras parado mucho tiempo. Tiene que ser muy duro llegar a matador de toros. Empezar otra carrera desde cero para llegar a un sitio importante. Pero sí, sueño y espero con muchas ganas de que llegue ese momento.
La gran batalla de Fernando Labastida la librará el próximo domingo en la Monumental México. Pero como torero de una tierra tan torera como la potosina siempre el ojo severo de sus coterráneos siempre será un tema importante en un torero como el aún novillero. La situación taurina potosina hace voltear nuestra vista en la reacción de la afición en San Luis ahora que vendrá su Feria, cosa que incluye por su puesto a los novilleros.
DSyS: Tienes la innegable raíz potosina en tus venas y en tu origen. Te lo pregunto como torero Potosino ¿Qué expectativa tienes ahora que San Luis Potosí cuenta con dos Plazas de Toros?
FL: Me parece espléndido. Yo creo que es magnífico, mientras haya toros y haya afición creo que es algo muy bonito, mientras se hagan las cosas bien como se están haciendo. Y ojalá y que la gente entre a las dos Plazas porque la verdad es lo que necesitamos. Es un gusto que tengamos dos
escenarios, creo que son pocas las ciudades que tienen ese privilegio y además que su Feria se den corridas de toros en las dos Plazas. Este año es muy importante porque es el primer año del Domo y es clave que empiece bien para que la gente se aficione que es lo que nos hace falta.
DSyS: ¿En cuál te presentarás en la próxima FENAPO?
FL: Yo estoy anunciado en el Domo el día 27. Nunca he toreado ahí y eso me hace mucha ilusión, estar delante de mi gente y en una Plaza nueva, en mi presentación. Que estar en una Plaza nueva es incógnita e historia, las cosas pueden ser de un modo y me da mucha alegría estar ahí y que se den las cosas para poder triunfar pero primero paso a paso, antes está el domingo en la Plaza México que es de lo que hay que preocuparse, las demás ya llegarán.
DSyS: ¿Qué esperas de la Plaza México? ¿Y qué puede esperar la Plaza México de Fernando Labastida?
FL: Como todo. La Plaza México es la más exigente y por eso es la más importante, porque saben de toros y reconocer las cosas buenas, ese siempre es un plus para mí, porque te valoran si estás bien y haces las cosas con gusto México es muy sensible y capta tremendamente todo. Es una novillada de El Vergel, a la cual le tengo absoluta fe. He tenido ya la oportunidad de torear esa ganadería antes, tiene raza y bravura, y eso es lo que quiero encontrarme con el toro que pide hacer un esfuerzo en su cara porque es el toro que te puede encumbrar y dar una recompensa. La entrega y mi plena disposición estarán y que saldré a darlo todo.
DSyS: ¿Cuadrilla potosina?
FL: No, hay algunos nombres por definir. Pero toda la cuadrilla de México.
DSyS: Estás listo para la Plaza México.
FL: Claro. Yo sabía que esto podía llegar presentía que sería este año. Llevo metido en el campo mes y medio porque para torear, y más en México, requiere estar muy preparado, tranquilo y muy en paz algo que ayuda mucho mentalmente, te da una tranquilidad muy grande saber que uno está bien consigo mismo y ojalá la gente nos pueda acompañar el domingo para poder platicar un triunfo por la tarde.
DE SOL Y SOMBRA: Fernando muchas gracias por este tiempo. ¡Qué haya mucha suerte!
FERNANDO LABASTIDA: Gracias a ustedes por la entrevista y estoy seguro que pronto volveremos a platicar, será una tarde bonita con la creo espero recuerden y se emocionen con mi toreo que es lo que uno busca. Un abrazo a toda la afición.
La cuenta de Fernando Labastida, el torero potosino, llega al momento de ser atendida por el novillero. En momento de alta responsabilidad, de riesgo infinito, de posible gran recompensa.
Las luces de “El Paseo – Fermín Rivera” encendidas quedan tras el entrenamiento de la preparación, tal como ahora la pasión y el deseo de triunfar del torero.
Queda solo acudir a ser testigos de ello.
Twitter: @LuisCuesta_; @CaballoNegroII.
Video: @ColorJay; @HFilmsDigital.