4ª de Feria de Bilbao: El Arte es Morante.

Morante: El eterno misterio del arte

De SOL y SOMBRA

Marcaban las agujas del reloj las ocho y veinte de la tarde de este martes 23 de agosto cuando José Antonio Morante se dispuso a tomar la muleta. Despacio, con tranquilidad y reposo se fue hacia la cara del cuarto toro de Cuvillo. El toro tenía raza y fuerza, como demostró en el caballo, después de una salida un tanto desconcertante. Pero tenía un buen fondo, el problema era sacarlo a relucir. Un doblón por bajo, dos, el tercero saliéndose ya de las rayas de picar. El cuarto genuflexo, hundidos los riñones. El toro embebido en los vuelos de una muleta mágica y algún incauto pitando un inicio de faena fundamental para atemperar y fijar la embestida del toro.

A partir de ahí la sinfonía de Toreo, sí, Toreo con T mayúscula. La obra de arte del torero de La Puebla del Río forma parte ya de la Historia del Toreo. Roto, desmadejado, el diestro sevillano fue desgranando tandas a derechas plenas de temple y empaque. Hubo una cumbre, ajustado embroque, profundísima y sin perder ni un paso. El toro respondiendo, con buen son. Su temple y mando obraron el milagro para trenzar varias tandas al natural de ensueño. Toque preciso, vuelo en la muleta y compás y despaciosidad en el trazo. Los remates, tan personales, fueron de ensueño. Un cambio de mano, un molinete… La personalidad de Morante desbordaba el coso de Vista Alegre y el pupilo de Álvaro Núñez continuaba sin cansarse de embestir. El público se frotaba los ojos con lo que estaba viendo en el ferruginoso albero bilbaíno. Los ayudados por alto finales fueron elevados a la categoría de toreo fundamental por Morante. Y la estocada arriba, a cámara lenta, para desbordar los corazones y premiar con dos orejas la magna labor de Morante.

Y para que todo saliese redondo, dos toreros que no se dejaron ganar la partida en ningún momento. José María Manzanares y David Mora.

El alicantino no terminó de encontrarse a gusto con el exigente y enrazado segundo, al que sólo llevó más toreado cuando bajó la mano y al que despachó de una gran estocada en la suerte de recibir tras un pinchazo.  Consciente y responsabilizado, salió a por todas en el quinto. Lo terminó de cuajar en redondo antes de recetar otra estocada recibiendo. La oreja, de las de peso.

Tras su gran temporada, David Mora tuvo su recompensa entrando en Bilbao cogiendo la sustitución del convaleciente Leandro. Y a fe que respondió y aprovechó la oportunidad. Aún sin conseguir premio tangible, la tarde del madrileño fue otro paso más en su escalada a la cumbre.

Bilbao, martes 23 de agosto de 2011. 4ª de Feria. Dos tercios de entrada. Toros de Núñez del Cuvillo, bien presentados. Gran conjunto por casta y nobleza. Destacaron del conjunto el encastado 2º, el enclasado 3º, el bravo 4º y el encastado y exigente 5º. Deslucido el 6º. Morante de la Puebla, saludos y dos orejas tras aviso. José María Manzanares, saludos y oreja tras aviso. David Mora, saludos en ambos.

Por Sixto Naranjo para COPE

2 respuestas a “4ª de Feria de Bilbao: El Arte es Morante.”

  1. Manzanares muy mal, esta cerrando su temporada fatal. La verdad es que esta sobrado pero a la vez muy falto de valor, puede con el toro de carretilla pero con el bravo se espanta el junior. No tiene el empaque para ser lo que muchos esperan de el.

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