Juli, Manzanares y Cayetano, a hombros en Ronda

Cayetano, vestido de duquesa y Alba

Por Carlos Crivell / sevillatoro.com

La corrida de Ronda Goyesca es una corrida de toros además de otras cosas. Y debe ser una corrida de toros porque es Ronda, ciudad inmortal y una de las cunas del toreo; es la plaza de piedra más que bicentenaria, escenario de gestas y gestos que han marcado la historia de la Fiesta; y es una corrida de toros que creó uno de los pilares fundamentales de la tauromaquia: Antonio Ordóñez.

Ataque de paparaziss y de nervios en Ronda

Por todo esto, la corrida Goyesca es un hito que debe cuidarse para promoción de la Fiesta. Las piedras de la plaza de los toreros machos se estremecen con tanta historia a cuestas. Las mismas piedras, si pudieran hablar, nos mostrarían su estupor por una corrida que es más comentada por lo que ocurre lejos del ruedo que por los mismos contenidos del espectáculo. Es más famosa por la exhibición de vanidad de quienes acuden para ser admirados que por las faenas de los toreros. Es más noticia porque es una pasarela –sólo le falta una alfombra roja – de políticos y famosillos que sonríen a todos para dejar bien claro que están en al Goyesca.

Es una corrida de toros. La de esta LV edición fue una más con una diversidad de contenidos para que pase a nuestro recuerdo más íntimo. No fue una gran corrida la de Núñez del Cuvillo ni por presentación ni juego. No hubo suerte de varas, algo que a estas alturas no es novedoso. Con ese dato no se puede hablar de corrida brava en el concepto clásico. Se vinieron arriba en la muleta casi todos, con nota especial para el cuarto, premiado con la vuelta al ruedo.

El Juli cuajó una gran tarde de toros, todo lo que ofreció El Juli en esta Goyesca fue una demostración de un torero cuajado que anduvo a placer con estos torillos de Cuvillo, que en algún momento parecieron poca cosa para un espada tan poderoso. Sólo el fallo con la espada le privó aún de más premios. El Juli fue un torero enorme en esta Goyesca. Sorteó un buen lote y estuvo por encima de ambos.

Manzanares cumplió una tarde con más problemas de los que el alicantino podía esperar. Ni el segundo ni el quinto se desplazaron con claridad en la muleta. Al primero de ellos le hizo una faena tesonera, de menos a más, encelando mucho al toro, que nunca se entregó ni fue sometido por su tendencia natural a echar la cara arriba.

Tampoco el quinto embistió con clase y largura. Para colmo, ese quinto tan descastado se tumbó sobre el albero rondeño antes de que el torero lo matara. En ambos recurrió a su contundente espada para poder poner una rúbrica más entonada a su tarde.

Volvió a los ruedos Cayetano, lo que es noticia, aunque en muchos círculos sólo se comentaba que el traje que lucía estaba diseñado por la Duquesa de Alba. El menor de los Rivera estuvo decoroso con el tercero. Lo de decoroso quiere decir que anduvo con su habitual solemnidad torera, pero también con sus distancias habituales

El sexto llevaba el ilustre nombre para esta ganadería de Idílico. La plaza fue un murmullo cuando brindó a Cayetana, la duquesa diseñadora a la que deseó un matrimonio feliz, y rugió con unos pases de rodilla para abrir la faena. Siguió con pases de tan bella factura como escaso ajuste y culminar su tarde con el fervor de esta parroquia tan predispuesta a todo que le regaló dos orejas de imposible explicación.

Cuando murió el sexto, a la vista de que sus compañeros habían abierto la Puerta Grande, Manzanares pidió el sobrero. El toro se lastimó de salida y quedó inutilizado en el ruedo. Y salió un octavo toro, segundo sobrero, también de Cuvillo, todo fuera del reglamento taurino, muy propio de la misma historia de esta Goyesca. Se lo brindó a los hermanos Rivera y a El Juli y el de Alicante, una estocada recibiendo fue la guinda de la apoteosis. En la sobremesa, por fin llegó el toreo eterno de un matador goyesco por naturaleza.

Ronda (Málaga), sábado 3 de septiembre de 2011. Corrida goyesca. Lleno de ‘No Hay Billetes’. Toros de Núñez del Cuvillo, el 4º, de nombre ‘Pegajoso’, herrado con el número 89, premiado con la vuelta al ruedo. En séptimo lugar se lidió un sobrero bis, que regaló Manzanares. El Juli, oreja tras aviso y dos orejas. José María Manzanares, oreja, saludos tras aviso y dos orejas. Cayetano, oreja y dos orejas tras aviso.

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