De SOL y SOMBRA
La tarde tuvo un protagonista claro, “Rafaelillo”, por la forma de plantar cara a la complicada corrida de Adolfo Martín, y por la oportunidad del brindis que dedicó en su segundo toro a un grupo de jóvenes que en la Andana del 5 reclamaban “la libertad de ir a los toros”.
Desde el principio con el lidiado en cuarto se fajó “Rafaelillo” con el capote, toreando a la verónica muy despacio y limpioy ganando terreno. Tras el brindis a los jóvenes, en el tanteo surgieron las primeras dificultades, ya que el toro se ponía por delante. Fue cuando “Rafaelillo” se armó de coraje para ponerse en el sitio, cruzadísimo, y con un aguante fuera de lo común. Pequeño (de estatura) “Rafaelillo”, esta vez se hizo el más crecido y grande de los toreros, el más capaz y desde luego el más valiente, ya que gracias a esa actitud y aptitud se pudo obrar el milagro del toreo que parecía impensable con un animal así.
Fueron dos series por la derecha, de cinco y de cuatro, respectivamente, con los correspondientes abrochados de pecho. Hubo también un par de tandas al natural con tanta verdad, y aunque en algunos devaneos e indefiniciones del toro pudo bajar el ritmo de la faena, no obstante, la intensidad de la misma fue total. Fallo con la espada, por irse inopinadamente al sótano cuando esperaba la gloria de un triunfo grande por tanto valor y capacidad. “Rafaelillo” saludó una ovación de auténtico clamor, y tan enfadado se sentía consigo mismo que renunció a dar la vuelta al ruedo.
Barrera, por momentos cosillas buenas con su primero pero nada mas. El quinto fue imposible y aquí Barrera paso sin pena ni gloria. A Marín le pasó otro tanto con el lote en conjunto más deslucido. Tuvo un primer toro pegajoso y sin empuje, y el último no terminaba de pasar, ambos muy incómodos.
FICHA DEL FESTEJO.- Toros de Adolfo Martín, bien presentados aunque con desigualdades, y de juego también variado dentro de que ninguno dio facilidades. Rafael Rubio “Rafaelillo”: estocada tendida (ovación); y metisaca en “los blandos” (gran ovación).Antonio Barrera: pinchazo y media (silencio); y dos pinchazos (silencio). Serafín Marín: metisaca, estocada ligeramente desprendida y descabello (silencio); y estocada casi entera (silencio).
En la enfermería fue operado el banderillero José Mora de una cornada “en el tercio medio de la cara interna del muslo derecho con trayectoria de 15 centímetros hacia adentro, que causa destrozos en los músculos aductores. Contusiones y erosiones múltiples. Pronóstico menos grave”. Fue trasladado a la Clínica La Fraternidad.
La plaza se llenó “hasta la bandera” en tarde espléndida.