Álvaro Acevedo: “Ayudar a la fiesta no implica hablar todo el día de los pájaros y las flores”

Por Estefania Zarallo para el Diario de Extremadura 

El Club Taurino Extremeño de Badajoz celebra esta noche a las ocho y media una conferencia dentro del ciclo de ‘Tauromaquias extremeñas’. En esta ocasión, el tema sobre el que versará la ponencia serán las publicaciones vinculadas al mundo del toro. Bajo el título ‘Revistas taurinas, el toreo en manos de los aficionados’, están invitados el periodista Álvaro Acevedo (6 Toros 6 y Cuadernos de Tauromaquia) y Antonio Girol (Badajoz Taurina).

Acevedo, que suele visitar con frecuencia la región, expondrá su visión como aficionado y como director de una publicación taurina con la que pretende difundir la fiesta desde distintos aspectos.

-¿Cómo nace su afición al mundo del toro?

-Nace casi a la vez que nací yo. Vivía en un ambiente muy taurino. Mi padre fue novillero y era apoderado profesional, y por la familia de mi madre, mi bisabuelo y mi tatarabuelo fueron matadores de toros. Digamos que el toreo era algo natural en mi casa.

-De hecho usted quiso ser torero.

-Sí, aprendí a torear de salón muy pronto, con seis o siete años y luego empecé a ir a tentaderos, a torear en público, después sin caballos, más tarde con picadores… El por qué lo dejé sería muy largo de contar. Digamos que me encantaba torear pero me faltaba auténtica vocación.

-Después de dejarlo, encauzó su vida hacia el periodismo. ¿Siempre lo concibió vinculado al mundo del toro o se imagina firmando, por ejemplo, una crónica de fútbol?

-No es exactamente así. Yo estudiaba la carrera de Periodismo mientras toreaba. Llevaba ambas cuestiones de forma paralela. Es lógico que haya vinculado mi profesión a la tauromaquia pero no tendría ningún problema en ejercer mi profesión desde otra rama. De hecho, uno de mis próximos proyectos será hacer una revista cinegética.

-¿Cómo fueron sus inicios en el periodismo taurino?

-Comencé en ‘6 toros 6’. Le envié algunos trabajos que había hecho en la Facultad a su director, José Carlos Arévalo, y en seguida se puso en contacto conmigo para decirme que estaba interesado en contratarme. Luego me llamaron de ‘El Correo de Andalucía’, de Mundotoro, de Cope… Actualmente colaboro puntualmente con algunos medios pero sobre todo trabajo para ‘6 toros 6’y ‘Cuadernos de Tauromaquia’.

– ¿Cree que ejercer el periodismo taurino es más complicado para una persona joven?

-Los años no dan el conocimiento. Luis Miguel Dominguín decía que tenía una maleta y se la llevaba a América todos los años pero que ella sola no hubiese sabido ir. O sea, que llevar 40 años viendo toros no es sinónimo de sabiduría. La profesión está difícil, pero más que por eso de la juventud, por el intrusismo y por la cantidad de gente que hay escribiendo o haciendo fotos sin cobrar un duro y solo a cambio de un pase de prensa y de la vanidad de ver su firma debajo de cuatro letras, en la mayoría de las ocasiones, por cierto, mal colocadas.

-¿A quién le gusta leer?

-Me gusta cómo escribe José Carlos Arévalo, porque tiene algo de lo que la mayoría carece: un estilo atractivo y una vasta cultura a todos los niveles. Hay varios, la mayoría colaboradores de ‘Cuadernos de Tauromaquia’, que son buenísimos, pero no voy a hacer una lista porque son mis amigos y si me dejo alguno fuera se va a enfadar.

-Dirige ‘Cuadernos de Tauromaquia’. ¿Cómo nació el proyecto?

-El Ayuntamiento de Espartinas se dirigió a mí porque quería hacer un semanario taurino. Entonces llamé a mi amigo Mauricio Berhó, que es fotógrafo, nos reunimos con ellos y les cambiamos la idea de forma radical. Así nació este trimestral. Luego seguí con mi socio y compadre José Luis Moreno (Joselu de la Macarena). Hemos estado tres años y medio juntos, y ahora me quedo yo solo en la aventura. Es difícil, desde luego, pero muy bonita. En ella se aborda el arte de torear desde un punto de vista más profundo y desde un amplio abanico de posibilidades: actualidad, historia, ganadería, medio ambiente…

Falta de interés

-¿Atraviesa el periodismo taurino un buen momento?

-Creo que no, por la falta de interés de las propias empresas editoras. Hay grandes profesionales con una relevancia ridícula en el panorama taurino. Y al contrario, perfectos inútiles ocupando grandes cabeceras de radio, prensa y televisión. En definitiva, los mejores no suelen estar en los medios más importantes, sino todo lo contrario.

-Hace poco alguien me dijo los periodistas del toro tenían tanto poder que hasta confeccionaban los carteles de las ferias. ¿Qué hay de cierto en estas afirmaciones?

-En este caso tendríamos que personalizar. Hay algunos periodistas que, con el poder que le otorga el medio para el que trabajan, ponen y quitan a los toreros de las ferias. Imagínate con qué oscuros intereses. Los medios de comunicación tienen un poder indudable. La clave está en utilizarlo de forma decente en favor de la fiesta y para denunciar lo que no es correcto. Porque ayudar a la fiesta no implica hablar todo el día de los pájaros y las flores, tal y como algunos sostienen. Veo a mucho periodista que entiende la profesión como un ejercicio de relaciones públicas. Por eso justifica siempre al poderoso y, en cambio, es muy riguroso con el débil. Me parece una actitud nauseabunda.

Twitter:@Twittaurino

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