Radar Taurino – Remates y Encrucijadas. Llega “El Cid”, por fin, a La México.

El Concierto para la Mano Izquierda. El Cid en Bilbao, 2007.

El gran cineasta italiano Vittorio De Sica tituló una de sus más personales obras como “Ayer, Hoy y Mañana”. Lo recuerdo pues el cartel de la Monumental, con sus remates e impredecibles encrucijadas, nos presenta un cartel de poco relumbrón hacia el “gentío” de ayer. Pero quizá sea un cartel con retribución incluida para los que hagan “el sacrificio” de acudir a la Plaza, al mañana taurino. Hoy queda buscar claves entre la vista desparramada de los taurinos hacia domingos venideros y que no se fijan en lo que tienen enfrente. 

Por: Luis Eduardo Maya LoraDe SOL Y SOMBRA.

Se nota en el ambiente taurino el clima de especulación. Los capitales golondrinos del toro divagan y distraen su atención hacía la cita guadalupana del once de diciembre. Se dejan llevar por los carteles “no confirmados”. Y vuela su imaginación.

Así, comienzan a hacer conjeturas respecto del posible encierro a lidiarse en la sexta de la temporada, respecto de la combinación e incluso de las razones por las que Miguel Ángel Perera no vendrá a la Temporada al menos de aquí a fin de año. Es más sencillo hablar de chismes taurinos. La tentación es irresistibles.

Por eso tenemos que el medio taurino mexicano, tan proclive al borlote y tan alejado de la sapiencia taurina, equivoca desde los nombres de los toreros, confunde la información con publicidad y sobre todo escapa del análisis que sujeta y compromete el conocimiento y el ojo visor del taurino. Así tenemos que hablan muchos más del cartel del once que del enigmático cartel del próximo domingo.

Intrigante desde el encierro. Manolo Mejía, que conoce exactamente que carga cada ganadería, especialmente, en el Norte del país, apuesta por la corrida de El Nuevo Colmenar. Por supuesto, tenemos los dos antecedentes directos respecto de las últimas dos novilladas que ha lidiado el hierro, hoy, coahuilense.

Lógicamente, el legado de Gerardo Martínez Ancira, la seria figura ganadera tan alejado de la estela y la taurinería sigue viéndose reflejado en la nueva ganadería. Recordemos que el ingeniero Martínez fue siempre un taurino recto y partidario del toro esencialmente bravo. Prueba de ello fue su paso por el norte del país hace casi tres lustros. Aquellos años, a la mitad de la década antepasada, la entonces ganadería de “El Colmenar” lidiaba constantemente con resultados alentadores.

Recuerdo que era famosa la historia de un semental garfeño el cual Martínez Ancira persiguió mucho tiempo hasta que le adquirió a fines de los ochenta y que redefinió su ganadería, inicialmente enclavada únicamente en el encaste  barroso vía Jaral de Peñas y que resultó un muestrario amplio del toro de San Mateo, vía Garfias y San Martín.

Aún todavía, a pesar de encontrarse cerca del retiro profesional, Gerardo Martínez agregó sangre de santacolomeña, vía San Martin. El resultado ha sido alentador. Una rama bien enclavada en la finura de las manos cortas, el lomo recto y la cabeza descolgada del saltillo-san mateo contrastante con la santacolomeña aparición de las manchas blancas y lo alto de agujas de berrendos y cárdenos evocadores.

Así dejó su tamaulipeco hierro para ponerlo en manos de sus nuevos y coahuilenses amos, de los que esperamos bravura. Es difícil hacer un juicio a partir de una fotografía e incluso a partir de dos antecedentes novilleriles como ha sido el buen juego, sobre todo en 2010, de las novilladas que ha enviado El Nuevo Colmenar.

Los novillos engañan y puede que algunos les tome día tras día en plena colina del desánimo. Pero el toro bravo salta cuando menos lo esperamos, el indicio está ahí y  puede que la sangre brava y el legado de Gerardo Martínez den la más cordial noticia, la principal, que el encierro, para bien o para mal, no se quede atado al piso.

Porque además del cartel, tan subestimado por los ”aficionados serios” tiene la salvedad que durante tres Temporadas seguidas los encierros reseñados por Manolo Mejía han verdaderamente sorprendido por un novedad y por su forma de embestir. La gente redescubrió a El Junco gracias a 12 toros lidiados en menos de 20 días. El aficionado supo que la presencia seria y el juego bravo podría juntarse al ver correr los encierros de Autrique e incluso de Real de Saltillo.

De los tres mencionados, Mejía nos ha dejado dos inobjetables faenas: “Don Fer” de El Junco y “Lugareño” de Autrique. Mejía, discutido siempre, denostado a veces, es una muestra de que el buen hábito técnico, a pesar de todo siempre puede prevalecer. Veremos, a casi 27 años de alternativa, que aún queda agua en el abrevadero del torero.

El hoy del cartel e incluso del “escalafón taurino mexicano” es Uriel Moreno “El Zapata”, el arrollador líder de la mencionada lista que avasallando viene y que su momento es este. Le tenemos visto muchas veces y regresa a la Plaza México por las fechas en las que hace tres años comenzó su revolución personal y su escalada a mejores posiciones taurinas ganadas a ley.

Una de las historias importantes en el medio taurino es la de Uriel Moreno. Diez años antes “Zapata” se encontraba en la tierra de nadie. Cornada tras cornada, parecía navegar sin rumbo. Apoderados iban y venían hasta que en 2008, tras terribles percances “Zapata” encontró su rumbo y, cosa importante, a partir del toreo bueno.

Hay que decir que Uriel ha tomado la medida al toro, del público e incluso de los empresarios y que, como señalamos, le convenía un cartel más como el del domingo pasado, sobre acorde al estilo que ejerce hoy en día, ciclónico y entre loor de multitudes. Este cartel le pone a prueba con un público más selecto, más entendido y que le aguardará y que se entregará si Uriel nos muestra la cara más pulida de su diamante taurino, ese que ha desarrollado colmillo pero que conoce el toreo bueno.

Mucho del cartel del domingo cae sobre los hombros residente de Apizaco. “El Zapata” a fin de elevar su posición taurina a un nivel verdaderamente destacado ya no en la actualidad sino en la historia, deberá añadir a los fuegos de artificio, a los giros y relances en banderillas, lo que robó la atención en 2008, ese ritmo y hondura con la que bordó a Benamejí de Xalpa, sobre la mano izquierda. Ojalá.

La gran pregunta, ¿Vale más tarde que nunca? O en el caso de “El Cid”, ¿Habría valido mejor nunca que tarde? Manuel de Jesús Cid Salas llega a la Monumental por fin, luego de litigios y habladas, quizá en el momento más difícil de su carrera, cuando ese temple y esa mano izquierda han padecido incluso el desprecio del desperdicio de lotes magníficos.

Porque la historia no conoce de excusas bien ha valido más el “mal arreglo” que el “buen pleito” que “El Cid” ha evitado con la Plaza México al presentarse el domingo.

Sin embargo, las figuras del toreo por algo lo son. Le recuerdo al torero un diálogo que tuvo con el Maestro Antoñete: “El que mejor puede estar en México, eres tú” En aquel invierno de 2007-2008 “El Cid” quiso que su confirmación fuese con Enrique Ponce y a todo lujo. Las carreras de los toreros tienen momentos, aquel de “El Cid” se fue. Pero esa mano zurda, ha mostrado cual ha sido el camino, que aun es tiempo, de mostrar a la gran Plaza porque ha sido y debe seguir siendo una figura.

La base del toreo del sevillano, las razones por las que ha sido lo que es en el toreo, se han construido sobre los saltillos y sus colaterales reminiscencias. Del albaserrada al santa coloma y por supuesto, casi nadie lo recordará, aquel rabo que cortó en un pueblo de Córdoba a una corrida amexicanada de Chafik, quien recordamos vendió parte de la sangre de El Nuevo Colmenar.

Lo que rehabilita a los toreros el ritmo perdido es el temple. El toro mexicano lo entrega como ninguno y si se le tiene paciencia, termina por entregarse y “El Cid”, aun sin tentar, aun “bajándose del avión”, lo sabe porque lo ha soñado, porque su confirmación quizá le de, lo decimos desde ahora, lo que ha requerido para volver a ser el que fue. Y no me sorprendería que acabada la corrida el primer sorprendido sobre el toro mexicano sea el torero.

De “Guitarrero” de Hernández Pla a Borgoñés” de Victorino, el de Salteras ha conquistado a espadazos y a naturales. Con la diferencia de que aquí, más que aguantar debe sobar, más que templar, aún más que templar, debe estar despacio. Sin prisas. Y no nos olvidemos, nunca “El Cid” había matado un victorino y en el año 2000 en su primer encuentro con dicho hierro en Bayona cortó un rabo.

Desde Pedrito de Portugal, a quien increíblemente criticaron el día de su tremenda confirmación el ir rápido, me parece que no ha habido un torero con tantas posibilidades de impactar como Manuel Jesús. La pregunta inicial sigue ahí. Ojalá y el mañana de “El Cid” sea la Plaza México, antes de que caiga la tarde del torero.

Como será para toda la Afición. A menos de que alguien por un puchero se lo quiera perder.

Twitter: @CaballoNegroII.

PS. Dos deseos. Que la autoridad, por amor de Dios, no olvide a Diego Puerta. Y que la Afición, por beneplácito nuestro, observe a Rafael Perea “Boni”, si es que ha hecho el viaje el maravilloso subalterno español, primer banderillero de la cuadrilla del confirmante.

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