Ocho con Ocho: Los novilleros mexicanos por Luis Ramón Carazo.

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En los tiempos que corren, si de por sí es muy difícil hablar de matadores de toros taquilleros en los ruedos del mundo, por las diferentes razones que se esgrimen (una muy común la difícil situación económica) en el caso de los novilleros se está viviendo de unos años para acá, un problema agudo para gestar toreros con arrastre popular en las filas de los aspirantes a ocupar el lugar de los toreros que más actuaciones ocupan en los carteles.

Me encontré el domingo 28 de julio en La México con Ángel Majano en un palco y recordé con él la temporada de 1978 cuando El Pana, César Pastor y el de Getafe llenaban los tendidos al conjuro de sus nombres y era difícil conseguir una entrada cada domingo.

Ángel se consagró matador en el ruedo de la Monumental el 11 de marzo de 1979, teniendo como padrino a Manolo Martínez y de testigo a Miguel Espinosa Armillita con toros de Torrecilla y después de una carrera de 3 ó 4 años de matador de toros, decidió hacerse subalterno y lo fue, por ser de los muy buenos, de grandes figuras del toreo entre otros Roberto Domínguez, Ortega Cano y El Juli.

Me dio gusto saludarlo a él y a su apoderado Alfonso conocido en el medio como Duque de Alba, ahora Ángel se dedica en España a apoderar a un novillero muy joven aun y además de pasear por un país que le es entrañable, viene a semblantear lo que pudiera torear en México su prospecto.

Como en los demás frentes de la economía la siguiente generación de toreros se ha convertido en un serio tema para la fiesta.

No hay ninguno que ilusione como para que toree frecuentemente. Los que despuntan, que son pocos, provocan poco interés popular y llega a tomar la alternativa sin esa fuerza.

Los que consiguen mantenerse a pesar de las dificultades, tienen sobrados motivos para el pesar pues tienen que conseguir quién los apoye artística y económicamente hasta que llegan a matadores y haber si a esas alturas, si pueden moverse mejor.

Alguna vez le preguntaron a Don Aníbal de Iturbide (QEPD) uno de los hombres de negocio más importantes de México, hipotéticamente por qué cambiaría la mitad de su fortuna y él contestó “por ser novillero puntero”.

Difícilmente hoy contestaría de la misma manera pues si a los matadores no se les conoce popularmente, menos a los novilleros.

Por lo tanto son muy pocos los jóvenes que despiertan interés, y como consecuencia se organizan pocas novilladas.

El currículo de los novilleros que se están presentando en las novilladas de La México, exhibe lo poco que torean vienen a presentarse con base al entrenamiento diario y si tienen oportunidad, acuden a las ganaderías.

Algunos como Ricardo Frausto o Mirafuentes de Anda se fueron a España tres meses a prepararse en las dehesas españolas.

El año pasado Ricardo Frausto se puso en boca de los taurinos por su valor y buenas maneras.

Triunfó en La México y en Guadalajara y, curiosamente, solo le ha servido para torear poco. Aunque se le vio maduro y listo para la alternativa no provocó sobrepasar el círculo del prestigio taurino, necesario para proyectarse a otras alturas.

Mirafuentes de Anda tuvo detalles muy buenos en su presentación y qué decir del valor con clase y técnica que en los principios de su andar se le nota a Diego Emilio, jovencito de Aguascalientes que en su tierra es muy conocido por ser un estado dónde el toreo es algo muy importante, a diferencia de los que pasan en el resto del país.

Ricardo Frausto en Guadalajara logró nueve orejas en cuatro tardes y no le alcanzó para llenar la plaza más seria del país en cuanto al ganado que se lidia en México.

Tampoco de ningún matador pudiera afirmarlo, pero eso no es consuelo, es muy preocupante. Vivimos tiempos complejos para el toreo y los novilleros de los que hoy me ocupo, son reflejo de la situación que desde hace algunos ayeres prevalece en el toreo mundial en crisis de popularidad reflejada en la taquilla.

Futuro incierto, muy incierto, pocas probabilidades existen para los más jóvenes y por eso algunos emigran invirtiendo a España dónde la situación está igual o peor, menudo problema tiene para resolver el toreo en el próximo futuro, que al paso que vamos, luce más que negro.

Foto: suertematador.com

3 respuestas a “Ocho con Ocho: Los novilleros mexicanos por Luis Ramón Carazo.”

  1. Para mi gusto Diego Emilio debe aplicarse a torear más y braboconear menos con sus compañeros a los cuales no tiene que demostrales nada como sucedio con El Mojito y con Ricardo Frausto, al que debe demostrar es al publico y a ese le esta quedando a deber. quedando unicamente como un novillerito pendenciero.

  2. Es cierto Luis Ramón, lo poco toreado y el costo por torear no permite que tengamos un torero con ese arrastre taquillero, pero ahí están entre los ya mencionados el Mojito, jose Mari, Jorge Rizo, Avila de la Torre, Diego Sanchez, Paulo Campero y donde si no es en la Plaza México torearan un abrazo

  3. Si sería bueno que saliera un novillero puntero aunque no sea tan joven , pero que tenga sello y sobre todo arrastre.Pues en la taquilla es donde se ve cuanto vale un torero , nos guste o no. Una cosa importante sería que en las novilladas se permitiera no contratar cuadrillas de la unión, pues constituyen un costo excesivamente alto. Sin la imposición de cuadrillas , ya verían cuantos nos animaríamos a hacer empresa y a torear.

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