César Girón, casta en el ruedo.

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De SOL y SOMBRA.

César Antonio Girón Díaz,el más grande de los toreros que ha dado Venezuela, cumple hoy 42 años de fallecido, en un tragico accidente de tránsito en la Autopista Regional del Centro.

Este hombre, que se ganó el respeto en las plazas de toros del país y de todo el mundo, por su gallardía al enfrentarse a los astados, provenía de un hogar humilde, en el que nació el 13 de junio de 1933.

Eran 12 hermanos y los padres carecían de recursos económicos suficientes, por lo que, desde su infancia, César Girón tuvo que ganarse la vida. Como muchos niños de pueblo de aquella Venezuela rural, fue guía de cementerio y limpiador de tumbas. En su juventud temprana rescató a su familia de un incendio en la casa que habitaban en Maracay, Aragua, y se quemó las manos, esas mismas manos con las que luego hizo proezas con el capote y la muleta.

En 1950, en su primera gran actuación en la novillada criolla celebrada en el Nuevo Circo de Caracas, mató seis ejemplares y se convirtió en el héroe de la jornada. Se metió al público caraqueño y a los diarios de la época en un bolsillo. También impresionó a un empresario taurino que lo contrató y se lo llevó a España, donde, en 1952 recibió la alternativa de manos del mexicano Carlos Arruza en la Monumental de Barcelona.

De ahí en adelante cosechó triunfos en incontables escenarios. Uno de los más notorios ocurrió en México en 1954 donde los aficionados lo llevaron en hombros en un trayecto de dos kilómetros, tras cortarle los dos 2 rabos y todas las orejas a sus tres ejemplares.

 Ese año le concedieron “Escapulario de Oro 1954”, el máximo trofeo de la Feria Taurina del “Señor de los Milagros”. Al gran Cesar se le atribuye la creación de un pase taurino que lleva el nombre de “girondina”, en su honor.

Después de algunos años de gloria anunció su retiro en 1966, pero lo concretó hasta 1971, no sin antes darle guerra a los empresarios taurinos, al aliarse con otros reconocidos toreros como lo fueron Palomo Linares y Manuel Benítez “El Cordobés”.

La fortuna le sonrió en el amor y se casó con Daniélle Ricard, heredera de Pernod Ricard, empresa francesa de licores. Con ella tuvo tres hijos, uno de los cuales fue parte de la directiva de dicha compañía.

Dos plazas de toros en Venezuela llevan su nombre, así como una escuela taurina y  dos monumentos, uno en Maracay y el otro en La Girondina.

Twitter @Twittaurino

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