El Bardo y Paéz – Sin Tapujos: Reprobados en taquilla.

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Bardo de la Taurina:

El reloj marcaba las 4 de la tarde cuando se escucha el frenar hidráulico del Metrobús coloradote cual muleta torera que galopa por la Avenida de Los Insurgentes. Se abren de prisa las hojas de cristal y con la misma prisa se cierran, no hay apretujones ni pestilencia a sudor agrio, bueno ni a Siete Machos ni a Nivea, una parada y otra con el desaloje de docenas de usuarios.

De apronto se avista la bajada de Cd. de los Deportes y sin obstrucción alguna estoy frente a las puertas bajando en solitario pues ni un despistado más se apea en esa parada desde la que a golpe de calcetín en un tris se está en la Plaza México.

De un lado El Globo con sus aromáticos olores a pan fresco del otro Suburbia con sus ofertas de fin de temporada y ni en una ni en otra de las banquetas aparecen los delincuentes de la reventa.

Ya en la manzana del estadio cruzasulino me topo con ‘El Ojeis’ y ‘El Guarro’. ¿Qué onda canijos?, pos aquí en la pinche jodida, mire, dice el más prieto, al tiempo que entre encabronamiento, tristeza y decepción muestra de mala gana un fajote de boletos. ¡No la jodas! Apenas un tercio, sentencia el otro, y mire faltan menos de diez minutos pa’l trompetazo.

¿Quiere un boletito?, ¿me lo vas a revender? Que pasó mi Bardo, si ya me llevó la tiznada que más da un boleto.

Sin mirar el bonche, con desenfado y sin quitarles la liga al azar saca uno y me lo extiende acompañado de un ¡que se divierta! Veo pa’ arriba y siento que un alud de cemento se me viene encima; miro pa’ abajo y me conflictúo sobre el asiento que elegiré pa’ aplastarme entre un mar de opciones, y mientras tanto confirmo que los de las tres SSS -¿de sueño?- reprobaron en la taquilla.

En el albero Arturo Saldívar se fajó y gustó, Juan Pablo Sánchez se la pellizcó y Dieguito Silveti se ahogó solito, los toros en trapío de lujo, el juez normal, es decir, mal.

Total, se confirmó que pa’ meter gente al graderío sólo con nacionales se tiene que anunciar no a los de las tres SSS, sino a los luchadores de la triple AAA.

Leonardo Páez:

El trapío nunca ha sustituido a la bravura, pero cuando se conjuntan la escasa presencia del toro y la falta de emoción en la embestida, lo que se pone en peligro no es a los toreros sino el sentido mismo de la tauromaquia. Por ello siempre es de agradecerse que los toros parezcan eso, toros con edad y trapío y no su aproximación.

Esa fue la principal virtud de las deslucidas reses de La Joya en la decimocuarta corrida en el coso de Insurgentes, salvo el segundo de Saldívar y Silveti.

En este enésimo cartel “cuadrado” o de alternantes del mismo nivel, creación exclusiva del Centro de Capacitación para Empresarios Taurinos de Lento Aprendizaje (Cecetla), antes Plaza México, y lo más opuesto al cartel redondo, con una figura, otro en vías de serlo y un novel destacado, se confirmó lo sabido: no se pueden armar varios carteles consecutivos de espaldas a las expectativas del público, que busca emoción y pasión, no diversión y mucho menos tedio, para luego suponer que éste se volcará en las taquillas al conjuro de tres figuras en cierne y un encierro como de prestigio.

Esta falta de continuidad en la oferta de combinaciones atractivas se vio reflejada en los tendidos del coso de Insurgentes, que registró menos de media entrada, prueba de que estos toreros aún no están del todo en el ánimo de la gente y menos sin alternantes famosos.

Así, lo que prometía ser una gran tarde de toros se sumó a la prolongada lista de reses descastadas y deslucidas a lo largo de este y de muchos seriales más, ahora con un encierro manso y deslucido aunque con edad y trapío de la ganadería de La Joya.

Otros dirán que fue una tarde apoteósica con arrastre lento a los restos de dos ejemplares, pero en esta plaza hace años se premia la boyantía en la muleta, no la bravura en los tres tercios.

Si algo hay que destacar es que Arturo Saldívar tiene muy claro que salir a la plaza vestido de luces entraña un compromiso ético y estético: hacer que suceda algo en el ruedo, y a fe que lo logra en cada tarde, no obstante sus deficiencias con la espada…como la mayoría.

Twitter @Twittaurino

Una respuesta a “El Bardo y Paéz – Sin Tapujos: Reprobados en taquilla.”

  1. Aestas tres sss se han empeñado en hacerlos figuras, a uno usando el apellido de una dinastía , otro un junior hijo de empresario extorero también junior en su tiempo y que no trascendió . ahora quiere que lo haga su hijo . Otro que se desvive por agradar al público, pero que no desarrolla un toreo de calidad . La cosa es templada, hay que torear despaciiiiiiiiiito. para que la gente diga ooooooooooooooooole. Saludos

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