De entrada una disculpa ofrezco a Pablo Álvarez, al que llamé tocayo en la colaboración pasada de Un Palillo, al existir en su familia muchos luises, pero él no se llama así, aunque en el medio taurino es mejor conocido como Palillo.
Hecha la aclaración, peccata minuta. Su familia lidió en la plaza México, un novillo muy noble el 28 de septiembre de 2014 en el concurso de ganaderías para el certamen final de: Descubriendo a un torero, organizado por la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia y apoyado por todos los estamentos taurinos. El de Barralva ganó el concurso para la divisa azul celeste, amarillo-canario y rosa.
Me parece que los ganaderos mexicanos ya han sembrado la semilla de un gran evento, que seguramente con el tiempo, encontrará sus frutos y al que habría que fortalecer, para que se vuelva una sana costumbre anual en el medio taurino mexicano. Por lo complejo que resulta poner de acuerdo a los taurinos, la realidad de lo ejecutado, ensombrece cualquier crítica negativa. Hay que celebrar que se haya organizado y deseamos que existan más eventos parecidos.
Sin embargo y hablando en concreto de la tarde final en la plaza México, en la que actuaron Edgar Badillo, José Zavala y Carlos Casanueva, me parece que le faltó mayor punch al día final.
Los tres novilleros dejaron algunos detalles; pero no alcanzaron más que esbozar posibilidades y ese hecho fue más grave en el caso de Edgar Badillo, quién no supo cobrar el premio gordo que le tocó en el sorteo con un muy buen ejemplar de Barralva que al final de su lidia incolora, recibió los honores ordenados por el juez de plaza del arrastre lento, se llamó en los carteles Acalambrao, lidiado en cuarto lugar. No tuvo la capacidad Edgar, para aprovechar las bondades de la embestida del novillo queretano y por lo tanto se fue de vacío, en fecha muy importante.
Carlos Casanueva y José Zavala menos experimentados que Edgar, dieron esbozos de tener futuro, el poblano por el trazo, el tapatío Casanueva por la variedad y la inventiva.
Desde luego el clima fue un factor en contra de la final, pero por mencionar un detalle y dado que hubo concurso de ganaderías, dos puyazos eran reglamentarios y nunca se atrevieron los espadas, a hacer un quite en el novillo del compañero, me parece que les faltó apasionarse más para mostrar que era el día final del certamen, era eso un momento de salir a demostrar de lo que están hechos con todo y contra todo.
No estoy descartando a ninguno de los tres novilleros, pues tienen detalles a pulir para su carrera futura, sin embargo y aunque el jurado haya designado a Carlos Casanueva el triunfador, me parece que tomando solamente como referencia la última tarde, era como para declararlo desierto.
Seguramente las reglas del certamen hablan de la trayectoria durante la celebración de todos los festejos y fue Casanueva el elegido, además bien y de buenas, como diría mi hermano Víctor (QEPD), tiene por delante la corrida de triunfadores en Guadalajara al lado de Diego Sánchez y de la grata sorpresa que resultó el novillero tlaxcalteca, avecindado en España, Gerardo Rivera quién el mismo 28 de septiembre de 2014 del Nuevo Progreso, salió en hombros por su gran debut en el coso tapatío.
Así las cosas el domingo 5 de octubre, novillada de cierre de temporada en La México y anuncio del elenco de matadores que esta candente, el viernes 3 de octubre. En Guadalajara ya le adelanté el cartel y también la siguiente semana aparentemente, se sabrán los carteles de aquí a fin de año, de corridas de toros.
El toreo se mueve y esa es, para los taurófilos, una gran noticia. Enhorabuena nuevamente a los organizadores de Descubriendo a un Torero, hicieron realidad lo que pudiera haberse quedado en charla de café y eso es como para reconocerse y celebrarlo. No fue tarea fácil y cumplieron sobradamente. Que se repita.