Morenito de Aranda: “Vuelvo a Las Ventas a consagrarme, con la intención de volver a abrir la Puerta Grande”

Momento de la faena al toro que cortó las dos orejas en Las Ventas ANTONIO HEREDIA

De SOL y SOMBRA.

Rompió a llorar como un niño tras llegar a la habitación del hotel. Acababa de abrir la Puerta Grande de Madrid, el umbral de los sueños, el principio y el final de todas las esperanzas. Por un instante, este autodidacta torero burgalés, volvió a recorrer por la vereda de su mente el arduo camino de su destino. Justo cuando se cumplen diez años de alternativa y una carrera sinuosa, Jesús Martínez ‘Morenito de Aranda’ tocaba el cielo con las manos. “Me acordé de mi abuelo que corría las llaves en la plaza de Aranda, de mis padres, de mi hermana, de todos los que han estado conmigo en los momentos más difíciles de mi vida que han sido muchos”, asegura el torero. “Fue un sueño hecho realidad, una reafirmación de mí mismo, de lo que quiero ser en esta profesión y de lo que busco“, subraya.

Dos orejas a un bravo ejemplar de Montealto. De par en par la Puerta Grande, Madrid a sus pies. “Sabía que era mi día, mi oportunidad. Pasó todo muy rápido, el toro tuvo lo que tiene que tener un toro bravo y me deje ir, hubo momentos de máxima entrega, de dejarme en la plaza el corazón y el alma. Ver a Madrid tan roto conmigo fue una sensación inigualable. Inspiración total”, recuerda Morenito. “Cuando fluye la inspiración, fluye el toreo. La sensibilidad de una plaza como Madrid es muy especial”, reconoce. 

Esta tarde vuelve a Madrid en su octavo San Isidro consecutivo. Al escenario de la corrida más trascendental de su carrera. Hace diez años que tomó la alternativa en Valladolid. “Es el momento más decisivo de mi vida”, sostiene Morenito. “Vuelvo a Las Ventas a consagrarme, con la intención de volver a abrir la Puerta Grande. Es difícil, porque siempre lo es Madrid. Estoy bien, a gusto conmigo mismo. Estoy muy responsabilizado, con mucha moral y sabiendo que la vida me ha puesto un camino del que no me puedo apartar”, asegura el arandino. 

Enfibrado, metido, con una tauromaquia cada vez más sólida. La creatividad de siempre, con la madurez del tiempo. La búsqueda constante del futuro, la felicidad del artista. “Busco redondearme como torero, ser cada tarde más templado, sentir la pureza del toreo. Quiero crecer sobre la despaciosidad y la hondura, entregarme con el toro reduciéndole la velocidad”, reflexiona antes de poner un punto y seguido: “Estoy donde siempre soñé. Para triunfar en Madrid se tienen que juntar muchas cosas pero sobretodo ser feliz uno mismo. Y lo soy”.

El cartel de la tercera de abono de San Isidro lo completan Eugenio de Mora, torero veterano que ha cortado dos orejas en Las Ventas en sus dos últimas actuaciones, y Arturo Saldívar, matador de toros mexicano que no tuvo suerte en Sevilla, su última actuación en España, y que vuelve a San Isidro tras un año de ausencia, feria en la que tiene el décimo mejor promedio de orejas por tarde. El festejo comenzará a las 7 de la tarde.

Fuente:http://www.elmundo.es/cultura/2015/05/10/554e4f45ca4741ad328b458f.html

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