Opinión: El Periodismo Servil

Eso que llaman “periodismo”, en los portales taurinos y que no son mas que mercantilizadoras de “noticias” o “información”, constituye hoy una de las maquinarias más degeneradas de la fiesta brava. Pero su degeneración es su fracaso y lo que debiera servir para orientar a la afición es, en realidad, un negocio para desorientar.

Por Luis Cuesta – De SOL y SOMBRA.

La verdad periodística es un concepto que perseguimos constantemente en la fiesta brava, pero que prácticamente no existe. Nos dicen que un profesional debe esforzarse por contar la verdad, sin embargo si uno observa un acontecimiento desde una colina tendrá una perspectiva distinta que si lo mira desde un valle. La cuestión es justamente la de la perspectiva con la que se ven las cosas.

Si analizamos actualmente quién tiene la información y cómo se comparte, obtenemos que la que podríamos llamar “información controlada ” es mucho mayor que la que procede del periodismo libre. Hay un desequilibrio terrible en favor de esa especie de acceso “controlado” a las noticias en los portales taurinos.

Aunque siendo sinceros en el actual mundo taurino mas que periodistas hay redactores, los primeros tratan de informar y comunicar en base al arte y deberes del periodismo. Los segundos, en la mayoría de los casos, están dentro de la esfera de los poco instruidos, oportunistas, genuflexos, aduladores, serviles, obsecuentes, e inservibles, que escriben lo que les dictan sin importarles el contenido.

Esos redactores que pululan en los portales taurinos son quienes no se preguntan si ese tipo de comunicación goza de claridad periodística y credibilidad  para sus noticias, sin embargo estos están más interesados en adular a los responsables del comunicado que encomendados a lograr una comunicación legible y verídica para sus lectores. El cual no es mas que un comportamiento cursi, arrogante y fanfarrón que conlleva las ínfulas de los interesados y la complicidad de periodistas serviles que construyen una comunicación que tiene poca cabida y credibilidad en el buen arte del periodismo.

Este tipo de información les embona -por aquello de que ningún chile lo hacia- perfectamente a los principales actores de la fiesta, ya que les permite cantar en todos los medios nacionales y extranjeros sus hazañas de la manera en que mejor les acomode.

Es por eso que actualmente los críticos y “periodistas” se sientan en las mismas mesas con los toreros, se abrazan con los apoderados, se van al campo con los ganaderos y ahí esta el verdadero problema estimado lector: No hay suficientes periodistas que cuestionen a sus amigos.

Con la vieja excusa de querer ayudar a la fiesta se escriben bellezas de todo lo que acontece en ella y los verdaderos problemas se minimizan, con lo cual solamente se le esta haciendo el trabajo sucio al torero, ganadero o empresario que con su falta de profesionalismo están afectado al espectáculo.

La pregunta es ¿qué periodismo tenemos y queremos?

Está claro que el que paga, al fin y al cabo es el que impone las reglas de juego y los que aceptan el “sobre” tienen que acatar las ordenes, aunque cada vez que son cuestionados se indignen y saquen la bandera de la imparcialidad.

A estas alturas del partido creo que ya todos sabemos que para hacer juicios de valor en el periodismo taurino hay que tener a la mano al menos dos versiones. Leer, escuchar o ver una misma noticia en varias plataformas distintas es un ejercicio muy sano para sacar conclusiones propias, y aun así, con el contenido tendencioso que ofrecen actualmente la mayoría de los portales taurinos, la radio y televisión siempre quedaran dudas.

Es lo que digo yo.

Twitter @LuisCuesta_