Ocho con Ocho: Desconcierto Por Luis Ramón Carazo

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La tarde de la confirmación de alternativa de Manuel Escribano en La México el 20 de diciembre de 2015, fue una tarde bizarra; por un lado la omnipresente tristeza de la grave cornada de Mauricio Martínez Kingston;  por otro; la paupérrima presentación de dos de los toros de  corrida de La Punta (otrora una ganadería de prosapia del encaste Parladé) presentando a los toros como los tamales; de chile, mole y dulce con la indebida autorización del juez de plaza, Jorge Ramos.

Al final Jorge vio como a un toro con cuernos no apropiados para lidiarse en la plaza mayor del mundo, le pusieran el nombre de Juezpen en lugar de Arte, que era como estaba registrado en la tarjeta del sorteo, dedicado (por no sabemos quién) seguramente  a su terquedad por no otorgar una merecida oreja a Fabián Barba por una faena de redaños a un toro de La Punta.

La noticia esperanzadora es que aunque sin dejar de lado la gravedad,  la labor del equipo médico que encabeza el doctor Vázquez Bayod avanza y nos da un rayo de esperanza que esperamos sea la constante hasta la recuperación de la salud de Mauricio: ¡Fuerza Kingston!

El primero de la tarde era el ideal del toro light embestía con gran dulzura y luego sin prácticamente encornadura, acostumbrado el español Escribano a la dureza de los toros (en términos de tamal equivaldrían a chile) que consuetudinariamente lidia en España; lo bordó como si estuviera en una plaza de tientas,  para al final pincharlo.

En su segundo con el nombre de Mati dedicado a la memoria del entrañable Carlos de Cárcer vimos en su real dimensión como torero a Manuel; si sólo se juzgará a la ganadería por ese astado, estaríamos celebrando la codicia al embestir y lo que tuvo que sudar el terno el andaluz para poder hacerse de las acometidas de Mati. La oreja protestada por algunos que no fallan, me pareció justo premio.

Fabián Barba tuvo una actuación seria, madura, variada, técnica y además de afición que le desborda por los poros traducida en un valor a toda prueba. En su primero de San Marcos estuvo en gran torero y en el segundo de La Punta aún más, soportando una cornada hasta culminar la corrida. Por eso me pareció un despropósito que el juez le negará un trofeo que el público pidió como reconocimiento a su labor.

El tercer espada Víctor Mora poco pudo hacer en su primero con el que incurrió en un mar de dudas y en su segundo (que fue el de los cuernos impresentables y protestado como el primero de La Punta) pases sin ton ni son, para mandarlo a Aguascalientes a reflexionar sobre su incierto futuro.

Todo lo anterior sirva de reflexión a quién corresponda.

Entiendo que hace cuatro o cinco años la sequía asoló a nuestro país y los toros de algunas ganaderías pudieran estar acusando esa desafortunada situación; sin saberlo pudiera ser el caso de La Punta pero entonces,  si no pueden venir, amén y a traer a otras ganaderías que si tengan toros acordes al compromiso que representa lidiar en la temporada grande de La México.

Cada tarde el prestigio de nuestra plaza se pone en juego y si no se entiende,  a las pruebas de desolación en los tendidos,  me remito.

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