José Tomás: penúltima oportunidad

El diestro madrileño vuelve a salir de su ostracismo en la Monumental de México.

Por A. R. del Moral.

La última vez que se vistió de torero también lo hizo en México. El escenario escogido estaba lleno de connotaciones personales: se trataba del retorno a la plaza de Aguascalientes, el mismo ruedo en el que estuvo a punto de perder la vida en abril de 2010 abriendo de paso, la penúltima etapa vital y taurina en su instrasferible carrera, sin precedentes en el mundillo. Antes de la brutal cornada del toro Navegante, que pudo ser su verdugo, José Tomás ya era un torero de culto que había manejado como nadie los tiempos y hasta una extraña –y efectiva– política de comunicación basada en no decir nada. Desde entonces es una leyenda viva que ha espaciado al límite sus comparecencias públicas para seguir convirtiendo cada una de sus comparecencias en una ocasión única.

José Tomás reaparecio en Valencia un año después del horrendo percance. Lo hizo en medio de un clima de impresionante expectación. Aquella temporada se redujo a nueve funciones y tampoco fue demasiado pródiga en triunfos. Hay que anotar que la cerró en la clausura de la plaza Monumental de Barcelona, que permanece cerrada en espera de un recurso del Constitucional del que se espera más de lo que podrá dar. El diestro madrileño toreó mucho menos en 2012, tan sólo tres corridas de toros en las que incluyó la mitificada encerrona nimeña que marca la cumbre de este tramo de su vida torera. 2013 quedó en barbecho y cuatro fueron las corridas apuntadas en 2014, que se redujeron a una sola –la demorada reaparición en Aguascalientes– en el año que hemos dejado atrás. En su agenda, por ahora, sólo figura el retorno a la Monumental de México.

Tomás ya ha cumplido 20 años una alternativa que tomó, precisamente, en el gran embudo azteca. Fue un 10 de diciembre de 1995. El entonces joven paladín recibió los trastos del oficio de manos de Jorge Gutiérrez, torero mexicano que había tenido que sustituir a David Silveti, impedido para torear por prescripción facultativa. El testigo de la ceremonia fue Manolo Mejía y el toro de la ceremonia, bautizado como Mariachi, pertenecía a la ganadería de Xajay. Pero no podemos poner en marcha la moviola sin recordar otro trágico aniversario que, de alguna manera, también ha marcado la trayectoria del torero. Se trata de la gravísima cornada sufrida en Autlán de la Grana, en el estado mexicano de Jalisco, el 16 de enero de 1996. También se han cumplido dos décadas de aquel tremendo percance que –como en Aguascalientes– obligó a hacerle varias transfusiones de sangre para salvar su vida. Aún no se había convertido en la leyenda que hoy es y la sangre derramada no se rodeó de los cantares de gesta que acompañaron la cornada de Aguascalientes. Su totemización llegaría después del largo paréntesis que siguió a su marcha en 2002.

Desde aquel año, la hipotética reaparición de José Tomás se convertía en la comidilla de los inviernos hasta que, sorprendiendo a todos, decidió volver a vestirse de luces un lustro después de desaparecer de la escena pública. Lo hizo llenando hasta los topes la Monumental de Barcelona el 17 de junio de 2007 iniciando una otra etapa de su trayectoria marcada por la elección cuidada de los escenarios, el ganado y los compañeros y el escaso número de paseíllos cumplidos desde entonces, casi siempre fuera de las plazas de mayor trascendencia y, siempre, lejos del coso de la Real Maestranza de Sevilla donde sólo se estuvo cerca de rozar su contratación para la Feria de Abril de 2012.

Ha pasado el tiempo y cada una de sus actuaciones es también una menos para el eclipse definitivo que se producirá cualquier día, en cualquier plaza y sin anuncio previo. El diestro de Galapagar se ha anunciado mañana en la Monumental de México. Será en un mano a mano con Joselito Adame y en medio de un clima de expectación que promete acabar con todo el boletaje del inmenso embudo de la avenida de Insurgentes del D.F. ¿Qué pasará después? ¿Hay más fechas en la agenda del críptico torero? ¿Volverá a pisar un ruedo de esta orilla? La verdad es que nadie sabe ni una sola palabra… Las respuestas sólo las conoce el propio matador, un hombre celoso de su intimidad al que ya habían querido colocar en una pretendida –y fantasiosa– operación para reflotar la corrida del Corpus sevillano. Tomás no volverá a hacer una temporada al uso; tampoco puede ser ya el paladín que defienda en el ruedo los ataques que sufre la Fiesta. Un día será la última…

LA DEMORADA VUELTA A LA MAESTRANZA

La última vez que toreó en Sevilla lo hizo el el 17 de abril de 2002 y resultó herido. Fue el mismo año que inició su más largo eclipse profesional, prolongado hasta su reaparición barcelonesa del 17 de junio de 2007 que marcó el inicio de su rentable mitificación personal y taurina. Aquella Feria de Abril llegó a abrir la Puerta del Príncipe dos veces. No fueron tres por culpa de esa inoportuna cornada que le impidió salir a hombros. Desde entonces no ha vuelto a Sevilla aunque los rumores han surgido cada invierno. El último, este mismo otoño, colocaba a Morante como mediador para que Tomás actuara en el Corpus.

Fuente: http://www.detorosenlibertad.com/?p=48922

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