Cuando a la arena saltan toros con el trapío armónico como los de Barralva, el domingo 14 de febrero en La México, lo que suceda en el ruedo siempre tendrá importancia.
Luego cada quién analiza de acuerdo a su criterio el comportamiento y las faenas planteadas por los toreros, pero cuando dejamos atrás la discusión sobre la presencia, todos salimos ganando, esperemos que sea el caso de los toros a lidiar el próximo fin de semana de Teófilo Gómez.
Partiendo de la premisa de la presentación, fuimos testigos de un festejo muy interesante del cual sale proyectado con la fuerza del concepto de torear de Sergio Flores, quién en lidia de sus dos astados demostró sitio, valor, buen gusto y una capacidad de entendimiento de la lidia de los toros que le tocaron en suerte. Recibió una oreja por toro y la salida a hombros fue muy merecida al dejarnos la impresión de que su proyección es de altos vuelos.
La confirmación de Roca Rey no fue rotunda, pero si ratificó el impacto que tiene y seguramente tendrá con el avanzar de su carrera, por momentos conmovió en la ejecución de sus lances y pases en terrenos muy comprometidos, en los que se mueve con la gracia de quién posee muñecas con pulso de privilegio.
Si no obtuvo la oreja del primero de su lote, fue por la suerte suprema, pero toda la tarde estuvo con el ánimo popular de su parte, incluyendo la discusión que se presentó al final de la corrida cuando pretendió regalar un astado que al final no le fue autorizado, pero seguramente la del domingo 14 de febrero, una de las muchas que le veremos a quién no tengo temor de comentar, que Dios mediante, será una figura del toreo.
Lo mismo afirmo de Sergio Flores, por esa facilidad que posee para descifrar las embestidas, los de Barralva procedencia Atanasio Fernández, iban mejor si los citaba a distancia y entonces trazaba los muletazos para dejar la muleta puesta para el siguiente y así engarzar muy buenas series.
Una ellas en su segundo toro Malagueñito, inolvidable al torear con la mano izquierda manteniendo la fijeza del toro en la muleta y con la embestida codiciosa y emotiva del de Barralva que lo hizo con los cuernos buscando con fuerza para coger el engaño a milímetros de la muleta pulsada con conocimiento y ritmo, lo cual hace gran diferencia con toros que embisten con el hocico buscando irse, no acometer.
Los toros (si se es exigente) algunos fueron débiles y buscaban el refugio de las tablas después de los 20 pases, pero cuando iban al engaño por lo general, excepto el quinto y el sexto que llegaron con menos fuste a la muleta, iban con la codicia que emociona por lo que se presagia en su viaje entregado hacia la muleta. Enhorabuena a los ganaderos.
Por otro lado la tarde para Arturo Macías será de reflexión nunca se acomodó para impactar al tendido y él mejor que nadie sabrá que hacer para reconquistar la confianza del público capitalino, que ayer fue por momentos majadero, con quién le ha dado tantas tardes importantes y que ayer ni toreando a milímetros de distancia logró aplacar a quienes suponían que no estaba aprovechando a los toros que le correspondieron y eso no es trivial por qué a la larga conocedor o no, el público es quién puede ungir o hundir a los toreros.
Por último comentar que en Guadalajara El Conde hizo la cuarta faena de indulto en su carrera en el Nuevo Progreso, con un toro de Los Encinos que entiendo se distinguió por su nobleza y al que le realizó gran faena a tapatío.
La anécdota que acompaña al indulto de Tapatío que así le pusieron al de Los Encinos, es que Morante de la Puebla fue quién le obsequió el toro para que no se fuera de vacío su amigo y vaya obsequio del andaluz a Alfredo quién aprovechó a cabalidad el regalo.
Cierra temporada La México y Guadalajara continua, ya lo platicaremos.