Contraquerencia: La más dura batalla de El Pana

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Por Jesús Zárate.

Apenas unas cuantas palabras resumen todo el dramatismo que enfrenta El Pana: “lesión raquimedular cervical severa con fractura de tres cuerpos vertebrales, producto de contusión con hiperextensión cervical”, de acuerdo con lo expresado por el parte médico, luego de la voltereta que sufrió el domingo pasado en la plaza Alberto Balderas, de Ciudad Lerdo, Coahuila.

Rodolfo Rodríguez El Pana ha sido de siempre un personaje único, dotado de una genial inspiración y conexión con el pueblo. Pero también ha tenido que librar batallas que pocos podrían superar.

Su carrera como matador de toros se vio obstaculizada por los mandones de su tiempo que le cerraron las puertas al irreverente que los desafiaba fuera y dentro del ruedo.

El Pana pagó con años de ostracismo el salirse de los cauces de la prudencia de los despachos y la pleitesía hacia las figuras.

Por si fuera poco, Rodolfo Rodríguez tuvo que enfrentar el traicionero toro del alcoholismo, que lo llevó a perder la salud, corridas y dinero. Una voluntad férrea lo regresó al camino de la abstinencia y también pudo retomar su carrera en los ruedos. Recordemos que volvió a figurar después de la faena a Rey Mago en la Plaza México en 2007.

Torero de culto para aficionados y matadores, ahora El Pana está postrado en una cama de hospital luchando por su vida y con el lamentable pronóstico de una muy posible incapacidad motriz. Los médicos lo sometieron a un coma inducido y han comenzado a reducir la sedación para valorar su reacción, siendo lo principal que pueda respirar por sus propios medios.

El percance de El Pana es similar al de otros toreros como el del francés Christian Montcouquiol Nimeño II, el mejor torero francés de todos los tiempos, quien quedó parcialmente incapacitado desde 1989 a causa de la lesión cervical producto de una voltereta. Se suicidó en 1991.

Otro caso memorable es el del español Julio Robles, a quien el 13 de agosto de 1990 en Béziers, Francia, el toro Timador le provocó tetraplejia, después de ser volteado y lesionarse las cervicales. Debido a varias complicaciones derivadas del percance falleció en 2001.

Menos popular, pero también dramático, fue el caso del novillero japonés Atsuhiro Shimoyama, mejor conocido como el Niño del Sol Naciente, quien permanece con inmovilidad de su lado izquierdo desde la voltereta que le propinó Vergonzoso el 16 de gosto de 1995 en la plaza abulense de Pedro Bernardo.

jesus.zarate@milenio.com

Publicado en Milenio.

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