Torero, la ultima y nos vamos: Hasta siempre.

De cuerpo presente estaba Víctor Barrio, ni los niños ni los ancianos se quedaron en casa. Fueron a despedirse de Víctor. Porque Víctor no tenía apellido en Sepúlveda. Era el hijo de Joaquín, el panadero. Y Joaquín se trastabillaba porque no podía caminar. Lo sujetaban sus amigos, como los amigos sujetaban a la viuda del maestro, concejala del PP, viuda de aspecto adolescente y de rictus cadavérico, con las mejillas surcadas de lagrimones.

Es impudoroso contar estas cosas, asomarse a la sima del dolor ajeno, aunque sea con la coartada de la obligación profesional. Y reconoce uno haberse precipitado al féretro del maestro. Que no fue amortajado de luces, sino como un príncipe en blanco y negro, aunque estaba su vestido catafalco y oro en una silla, custodiando la escena de la capilla ardiente, un traje funerario y deshabitado que desgarraba la ausencia. (El País)

Por Luis CuestaDe SOL y SOMBRA

Por una calle soleada en la ciudad de la eterna primavera me alcanzó la nueva. En la brillante amanecida provinciana la noticia fue como un derrote de toro negro sobre un terno grana y oro. Victor Barrio había muerto. Y la mañana quedó rota.

Dos días después el mundo del toro y centenares de personas han despedido este lunes en Sepúlveda (Segovia) al torero segoviano Víctor Barrio, quien falleció en la tarde del sábado en la plaza de toros de Teruel y que ha sido portado a hombros por miembros de su cuadrilla y familiares en el que ha sido su último paseillo y su última vuelta al ruedo, en la plaza del pueblo donde residía.

Su mujer Raquel Sanz, concejal del PP en el Ayuntamiento de Sepúlveda, sus padres, su familia, sus amigos de toda la vida y su cuadrilla han estado arropados por la totalidad de los vecinos de esta localidad.

La misa y el funeral por el diestro se celebró esta mañana a las 11 horas en Sepúlveda. El cuerpo del torero fue llevado desde el tanatorio a la Iglesia de San Bartolomé donde multitud de aficionados, políticos, toreros y vecinos de la localidad le esperaban.

El Presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, se acercó hasta Sepúlveda a apoyar a la familia en estos momentos tan duros. Silvia Clemente, Óscar López o el Teniente Alcalde de Teruel también presenciaron el funeral. Entre los toreros que brindaron su adiós a Víctor Barrio estuvieron Palomo Linares, Jaime Ostos, El Soro, Espartaco, Enrique Ponce, Juan Mora, Joselito, El Juli, José Tomás, Cristina Sánchez, Miguel Ángel Perera, Cayetano, José María Manzanares, Miguel Abellán y un largo etcétera.

Después de la misa, sus compañeros de profesión le dieron la última vuelta al ruedo, en este caso en la Plaza de España, entre una fortísima ovación y al grito de ‘¡Torero!.

Barrio es el primer matador de toros que fallece en una plaza española desde 1985, cuando José Cubero Yiyo sufrió una cornada fatal.

La carrera taurina de Barrio fue tardía, comenzó a los veinte años, sin antecedentes familiares pero fruto de una afición que heredó de su abuelo. Debutó con picadores en Sepúlveda el 29 de agosto de 2009 y el 13 de junio de 2010 hizo su presentación en las Ventas, donde se doctoró el 8 de abril de 2012 y actuó por última vez el pasado 29 de mayo en la Feria de San Isidro.

La última temporada (2015) sumó diez festejos en los que cortó veintidós orejas y un rabo.

Y luego el silencio…

Muchos podran igualar su vida, pero no su muerte. Porque Barrio hizo de la fiesta de los toros rito, sacrificio y mística siendo leal a su liturgia.

Leal hasta la muerte.

Twitter @LuisCuesta_

Deja un comentario

Descubre más desde DE SOL Y SOMBRA

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo

Descubre más desde DE SOL Y SOMBRA

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo