Taurinos vs Antitaurinos

El porcentaje de seguidores de corridas de toros bajó de 20% a 9,5% en una década en España. 

Por Gorka Castillo – Correponsal en España.

Si hay un torero culto en España ese es Luis Francisco Esplá, alicantino de 59 años. Pintor e intelectual autodidacta recibió la medalla de oro de las Bellas Artes en 2009, la mayor distinción de la cultura nacional, por sus estudios sobre la tauromaquia y la genética de los toros. 

Esplá no habla mucho y menos aún de la decadencia inexorable de la fiesta taurina, pero cuando lo hace sus palabras se convierten en artillería pesada tanto para quienes defienden las corridas como una tradición cultural como para aquellos que solo ven la muerte tortuosa de un animal enorme, bello y noble como pocos. 

Mientras que un sábado, el diestro alicantino lidiaba en la ciudad francesa de Arles, armado con su espada y capote, con seis astados, en Madrid 5.000 ciudadanos exigían la abolición definitiva del maltrato público de estos animales. “La gente tiene derecho a manifestarse. Otra cosa es cómo lo hacen. Vivimos un momento de puritanismo zoológico. Pero la tauromaquia tiene pecados. Uno ha sido la soberbia. Hemos gozado de salud económica, de cierto prestigio social y esto ha sumido al toreo en una nube de vanidad absurda que nos ha dejado atrás, como quizá le ha pasado un poco a la ópera”, dijo Luis Francisco Esplá en una de las pocas entrevistas que concedió en Francia. 

Un análisis preciso sobre la situación real de la denominada fiesta nacional ante la evidencia de que los antitaurinos aumentan en España. La manifestación La última demostración fue el seguimiento que tuvo el sábado la convocatoria del Partido Animalista Español (Pacma), una fuerza política que obtuvo 284.848 votos en las elecciones generales. 

En la Puerta del Sol los activistas desafiaron el ardiente sol que caía a plomo a la hora de los toros, las 17:00, para sumarse a la campaña nacional ‘Misión: Abolición’. 

La presidenta del Pacma, Silvia Barquero, subió al escenario izando la bandera de la lucha, de la presión social, que este año servió para doblar el brazo de las tradiciones ancestrales y lograr la prohibición del festejo medieval del municipio de Tordesillas, una de las más crueles exhibiciones taurinas de España, donde una turba enfervorizada de paisanos se lanza a una cacería atroz por la vega de Castilla. Los estragos que provocaban en el animal concentró una protesta ciudadana de tal calibre que las autoridades prohibieron el acto este año. Fue la consecuencia de la creciente oposición a estos festejos, profesionales o populares, donde el maltrato animal protagoniza el espectáculo. 

Así lo demuestra la encuesta de Hábitos y Prácticas Culturales que anualmente elabora el gobierno. 

En 2015, el 9,5% de los españoles acudió a una plaza de toros cuando hace dos décadas superaba el 20%. 

Otro estudio señala que el 19% de los adultos apoya la tauromaquia, mientras que el 57% está en contra. “La denominada fiesta está herida de muerte. Forma parte del pasado de nuestro país, no del futuro”, clamó la presidenta de Pacma en la manifestación en Madrid. “Le queda una o dos décadas de vida. No tienen relevo generacional. La juventud tiene otros valores, como la defensa del medio ambiente o de los derechos de los animales”, explicó Baquero en conversación en el acto del partido animalista en la Puerta del Sol. 

Después de dos décadas de protestas en España, el Pacma considera que comenzó a inclinarse la balanza social a favor de los animales. “El rechazo a las corridas de toros se ha extendido por la sensibilización ciudadana que no comparte esta práctica violenta que avergüenza a propios y extraños y que se mantiene con subvenciones públicas”, indica Álvaro Andújar, un simpatizante del colectivo animalista, de 23 años, y que ha estampado su firma junto al de la veintena de conocidos nombres del mundo de la cultura nacional que apoyan la campaña ‘Misión: Abolición’. 

¿Cómo explicar que el número de festejos taurinos en España haya pasado de 3.600 a 1.145 en 10 años? Y,  ¿qué sucede para que el desplome de espectadores en plazas legendarias y siempre abarrotadas, como Madrid o Sevilla, haya encendido las alarmas en quienes hacen de las corridas un negocio? “Sobrevive pese a la constante campaña adversa de los medios. Sufre una discriminación evidente en las televisiones, sobre todo públicas. 

La información siempre es negativa”, comentó en un programa taurino Victorino Martin, quizá el ganadero de reses bravas más importante. Un argumento convincente para quienes encuentran razones para calificar de “intolerantes” a quienes demandan la abolición de las corridas de toros, pero que de ninguna forma explica los motivos de su lento declinar.

El nivel de aversión que se profesan unos y otros quedó de manifiesto el 9 de julio cuando el torero Víctor Barrio murió en la plaza de Teruel tras ser corneado por un toro. Los insultos cruzados culpándose de la tragedia llegaron a tal intensidad que el gobierno  intervino para pedir calma. La muerte en la arena del torero, la tercera desde 1984, no se recibió con el silencio y respeto que acompañó a la de Paquirri hace 32 años.

En la Puerta del Sol sonó un repique de timbales el día de la concentración del Pacma. Un minuto de silencio por los más de 4.000 toros sacrificados este año en las plazas de España. Para los presentes el referente es Cataluña, donde se abolieron las corridas en 2010.

Fue el mayor éxito de un camino de protesta iniciado en 2004, cuando el Ayuntamiento de Barcelona se declaró ciudad antitaurina apremiada por 245.000 firmas. Solo Canarias siguió el ejemplo. (I)

Fuente eltelegrafo.com

Una respuesta a “Taurinos vs Antitaurinos”

  1. Cuantos animales son sacrificados para la industria farmacéutica? Para pieles? Para alimentos? O castrados para comodidad de sus dueños?..por favor dejen en paz las corridas de toros

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