La Sombra de los Murubes – Triunfa venezolano Colombo en La México.

Natural de Colombo en su debut en La México, la zurda y la espada la diferencia. FOTO: Mundotoro.
Natural de Colombo en su debut en La México, la zurda y la espada la diferencia. FOTO: Mundotoro.

El encaste Murube regresa para festejo a pie con la reaparición de Zacatepec en La México con la mala suerte de caer en una época en que en México el toreo se trata de hacer siempre de la misma forma y por ello, aunado a la falta de fuerza y casta en su mayoría, el encierro dice muy pocas cosas. La también reaparición del triunfador Nicolás Gutiérrez se queda a medias al dejar de lado la despaciosidad tan necesaria en La México para caer en la más insulsa indiferencia mientras su paisano Hermosillo hace notar su verdor, contrastado con el salero y disposición del venezolano Colombo única luz en una tarde de sombra.

Por: Luis Eduardo Maya LoraDe SOL Y SOMBRA. Plaza México.

Sinceramente hay interés por ver los murubes de Zacatepec en La México.

Tristemente el desconocimiento reinante maneja incluso como el debut de la propia ganadería esta novillada, nada más lamentable. Por ello da gusto ver sentados en barreras y tendidos a quienes buscan indeclinablemente el tiempo del toro bravo y sueñan con esa diversidad de encastes que siempre debió mantenerse en este país. La monotonía, rectora de la Fiesta aquí, se carga cosas que los toreros no deben olvidar.

Una que encaste no solo hay uno.

Y que nunca hay que traer la faena hecha o preconcebida.

Por eso tenemos que, a pesar de lauros que la Porra Libre entrega, a pesar de incluso gustarnos en ocasiones pasadas, a Nicolás Gutiérrez se le olvida que a La México, sea cual sea la novillada a matar hay que venir despacio. Hace el paseíllo a tremenda velocidad, si no es por el recuerdo a Gonzalo Vega no se habría detenido; velocidad mucha, precisión cero al momento de bregar al primero, no interviene en quites, no sujeta en banderillas deja todo en las cuadrillas y el astado le exige firmeza.

Un novillo diferente en tipo, alto y largo, de pitones cortos y que en banderillas galopa puede tomar el engaño de largo sin estorbarle, Gutiérrez echa mano del catálogo habitual y falla, los doblones le quiebran el tranco al astado que aunque pierde fuerza en plenos medios pega muchos pases, da muchos pasos y no logra convencer.

A decir, del Maestro Fermín Rivera: “En España el torero mexicano solo debe adaptarse.” Lo decía previo al faenón en Bilbao de Curro en ’72, a un murube de Carmen de Federico que desorejó en esa Feria. Y lo hizo porque fue capaz de esperar y dar su sitio y distancia al astado que se venía para encontrarse con la muleta. Nicolás Gutiérrez le plantea los derechazos en los medios al novillo al que dobla y que le engancha deshaciendo todo posible alcance artístico de la faena, además le derrumba.

A diestras y a siniestras.

Porque hay dos naturales buenos tras el inicio de la tanda, entonces no crece el trasteo porque cuando su enemigo siente que se cae y rompe el embroque, Gutiérrez se descoloca y adelanta, el novillo descompone. No le desengaña por el pitón derecho a tiempo, trata de echar los vuelos y termina acentuando el cabeceo.

Y de ahí tropezar por el aburrimiento.

Pasando por las impresentables cuadrillas.

Luego de matar desprendido, la novillada se rompe tras el lucido tercio de banderillas del debutante venezolano Jesús Enrique Colombo, el segundo murube se da a cabecear, a rascar la arena y, por momentos, a quitarse el trapo pese a la buena planta y disposición del novillero que se arrima al extremo de la voltereta por la pantorrilla y destaca en los cambios de mano con la capa y la muleta.

Entonces el debutante Hermosillo muestra más su voz que su toreo.

Y su amontonamiento. Se la pasa gritando a su primero que lo tropieza y le hace pegar horribles intentos de caleserinas de recibo y un quite más que movido por gaoneras. Luego en el sexto, tras espantosas zapopinas, tampoco tendría suerte, sino la pésima coincidencia de que el agua quitara la atención a su debut y esfuerzo ante otro murube sin fuerza ni casta.

Así, las cosas empeoran con dos toros que se inutilizan, el cuarto de la mano derecha, al que tardan años en reemplazar, cortesía de Jesús Morales, y el malogrado quinto. Al primero le sustituye un abecerrado cárdeno de Cerro Viejo, un toro que por cuya fea presencia no debe lidiarse nunca en esta Plaza y cuyo juego decepciona por manso y geniudo, tal como Gutiérrez, a merced del toro, de la Plaza y del viento.

Tarde para el olvido del hidrocálido.

Entonces resulta que el quinto, cortesía de las cuadrillas, es estrellado por Jorge Luna en el burladero de la Porra y despitorrado queda del pitón derecho, pena porque Colombo había. Lluvia torrencial al finalla diana. trasero paso para dejar al “la mano derecha, al que tardan años en reemplazar, corteslro, alborotado el tendido con banderillas, un mes después de haberse quedado de un encierro de novilladas para picadores, sin cartelón salta al ruedo “Ojo Alegre” de San Lucas e ilusiona por su hechura y su inicial juego.

Y el venezolano luce con el capote, lancea al paso para dejar en suerte el puyazo trasero y nuevo alboroto en banderillas forja, tras dos cuarteos, un tercer par por dentro, peligroso y valentísimo, que desgrana las palmas y la dianas.

Dispara la ilusión de la gente.

Nos habría gustado ver otro planteamiento de faena puesto que al sanluqueño le vino mal esos cambiados por la espalda y al torero también.

Con percha y con clase no se debe quedar todo en pases por la espalda.

Menos mal, pese al bajón en la fuerza el astado y descastamiento, Colombo se arrima, se va a las tablas y ahí encuentra sitio, tras iniciales derechazos con el toro a menos, es entonces cuando cerca de los pitones, ayudándose primero, a pleno natural después, saca los naturales más lucidos, en lo corto pero con sabor, en plena noche pero con la luz que el pase bueno tiene.

Y así prosigue.

Con el toro a menos le encierra en tablas y alterna lados cambia de mano y vacía arriba, se gusta y gusta a la gente que mantiene el interés previo a la estocada.

Simplemente, volapié ejemplar.

Tose el toro al que sorprende por decidido y valiente al atacarle con prontitud y rotundidad en el embroque en la suerte contraria y el sitio del estoque no puede ser más perfecto, Colombo entierra con su espada al burel y le arranca la oreja con resplandor en granate y oro, como su terno. La reacción del toro ante la estocada de la tarde es patear, es abrir el hocico, resistirse y vencerse en su condición mansa.

La vuelta del torero es la condición triunfal.

No importa que la ganadería titular no tuviera suerte.

Ni fuese el debut.

La decisión y la determinación cuentan, como la planta y el alma de un torero que puede ser, mientras su misterio y su verdad, su tipo y valor realcen su proceder.

Así sea para iluminar, como ha sido esta, una tarde de sombras. Ya vendrá, esperamos verlo, el resplandor murubeño.

Twitter: @CaballoNegroII.

RESUMEN DEL FESTEJO.

Plaza México. Temporada de Novilladas 2016. Domingo, Octubre 17. Sexto festejo de Temporada. Segunda novillada con picadores. Menos de un cuarto de plaza en tarde soleada de principio y nublada después con viento muy molesto y por ráfagas durante diversos momentos del festejo a partir del segundo que interrumpen y molestan durante la Lidia. Lluvia torrencial justo tras el final. Mal la Autoridad al no avisar con claridad los datos del quinto bis y no obligar a que se anuncie el novillo en los cartelones.

6 Novillos, 4 de Zacatepec (Divisa Rojo y Plomo) encaste Murube; lidiados en primero, segundo, tercero y sexto lugar, en el tipo del encaste, largos y estrechos, altos, algunos cornicortos, mansos en general y débiles, el primero ha tenido mayor fondo, el resto descastados y a menos d; 1 de Cerro Viejo (Divisa Rojo y Rosa) cuarto bis, muy chico y feo, manso y descastado sustituye al titular lastimado de la mano derecha; y 1 de San Lucas (Divisa Rosa, Blanco y Negro) quinto bis, corraleado aunque de buena hechura dura muy poco y se coloca a la defensiva manseando al final, sustituye al despitorrado titular.

Nicolás Gutiérrez (Blanco y Plata) Silencio y Silencio. Jesús Enrique Colombo (Granate y Oro) Silencio tras Aviso y Oreja.  José María Hermosillo (Celeste y Oro) Silencio y Silencio.

Segundo y tercer espadas nuevos en esta Plaza. La Porra Libre, A.C., entrega terminado el paseíllo el trofeo “Joselillo” al primer espada al ser triunfador de la Temporada Chica anterior.

Tarde terrible para las cuadrillas a pie a la brega y en banderillas, incontables las faltas y las pifias, muy mal Diego Martínez se va en banda al banderillear varias veces, estrellones a varios novillos malamente hasta despitorrar Jorge Luna al quinto. Buen puyazo de Jorge Morales al titular que ocupa el lugar de honor.

Se guarda respetuoso minuto de homenaje por la sensible pérdida del ganadero mexicano y primer actor Gonzalo Vega acaecida el pasado lunes.

Una respuesta a “La Sombra de los Murubes – Triunfa venezolano Colombo en La México.”

  1. Queda de manifiesto tristemente, la ignorancia de quién o quienes, anunciaron que la ganadería tlaxcalteca de Zacatepec,hacía su debut en el coso de insurgentes.

    Ésta gloriosa ganadería, es la tercera en la historia, que ha lidiado en dicha coso, 256 novillos sólo la superan La Laguna con 310 novillos y Piedras Negras, con 278 y todas ellas orgullosamente del Estado de Tlaxcala.

    Zacatepec, se funda en 1924 y debuta en la plaza México con novilladas en 1947, cortándole el noviilero peruano Edgar Puente, un rabo a un novillo de ésa casa ganadera.

    En el 2002, la familia muñoz, adquiere de Rancho Seco, también de Tlaxcala, dos sementales españoles puros; de Fermín Bohojorques, línea directa de Murube, que es el encaste con el que lidió el domingo pasado.

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