Temporada Grande 2016-17: Tropezando con la misma piedra

Manzanares: Un artista consumado derrochando una de sus pinceladas de arte ayer en La Plaza  México. Foto La Plaza México (Twitter)

Por J.C. ValadezDe SOL y SOMBRA.

La de ayer es de esas corridas que me producen una sensación de mala conciencia taurina; esto me pasa cuando veo a un público entregado y convencido de que está viviendo un momento de suma torería y a mí me entra la duda de que aquello no es más que un mal sueño, que no es posible tanto derroche de aparente felicidad, que el toreo es otra cosa y que los toreros deben ser siempre referentes de heroicidad y categoría, y no vulgares enfermeros de una serie de televisión estilo Netflix.

Sin duda, la temporada grande 2016- 17 nace con las mejores intenciones, pero será difícil que tenga éxito porque carece de un sentido empresarial lógico y de sensibilidad hacia el aficionado. No sera una labor sencilla remontar la cuesta de Herrerías si siguen produciendo pantomimas como la de ayer.

Si una cumbre del toreo es la oreja que corto ayer Manzanares ante un astado invalidó y exageradamente descastado tras señalar un terrible bajonazo; que se pare este tren y que se bajen los escasos aficionados que aún quedan en la plazota.

Porque la verdad es que no se puede presumir de figura y enfrentarse a seis toritos invalidos y sin una gota de bravura en su sangre en La Plaza México sin que a uno se le caiga la cara de desvergüenza taurina.

Muy mal está el toreo con toros, toreros y orejas como la de ayer.

Manzanares a diferencia de sus alternantes salió mejor parado, es un artista, nadie lo duda, y se lució ante un astado invalidó, manso pero repetidor al que hizo una labor de menos a más, plagada de pinceladas. El problema es que el toro tenía cara y hechuras de carretón.

Por su parte Talavante que venia precedido de una gran campaña en Europa, paso inédito ante dos reses aborregadas que fueron una bazofia en todos los sentidos.

Y entre los dos españoles metieron como en un sandwich, al diestro mexicano El Zotoluco que tuvo una desafortunada actuación ante un lote sin muchas complicaciones.

Le vino bien al ganadero que se lidiarán sus toros de una vez por todas, pues se quitó de encima seis raspas (preocupante fue que procedían de diferentes sementales en palabras del matador Javier Bernaldo), pero el público ¿que culpa tiene de que Manzanares  y Talavante decidieran anunciarse con ese hierro?… ¡Hombre, por Dios…! ¡Si se quiere revivir la fiesta en la capital mexicana estan otra vez transitando por el camino equivocado!

Pero la afición ya no se traga el cuento tan fácilmente, prueba de esto fue la histórica mala entrada que se produjo ayer para un festejó inaugural.

Los cambios llevan su tiempo, pero para que estos ilusionen tienen que venir acompañados de hechos, y ayer por lo menos no se reflejaron ni en lo taurino ni en lo empresarial.

Para el día de hoy anuncian a José Adame en un extraño y antinatural mano a mano con Roca Rey ante seis toros de la ganadería de Xajay.

Soñemos…

Twitter @Twittaurino

2 respuestas a “Temporada Grande 2016-17: Tropezando con la misma piedra”

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