FOTOS: Los Toros de Piedras Negras para la Plaza México.

Marco González acompañado de su hijo Patricio, más de 21 años después, la Hora de Piedras Negras llega.

La corrida de Piedras Negras, largamente esperada y envuelta en la ilusión de la Afición, ya está en los corrales de La México. Sin embargo, es en la majestad del campo, bajo la mirada centenaria de sabios llorones y al amparo del cielo tlaxcalteca, donde los 8 cromos, 8 de Marco Antonio González, relucen su más amplia majestad. He aquí la muestra.

Por De SOL y SOMBRA – FOTOS Ganadería Piedras Negras.

La última vez que Piedras Negras lidió en La México, Don Raúl González envió dos corridas, la primera la mataron las figuras, la otra, entonces, tres toreros modestos. Y esa segunda corrida tuvo una seriedad tremendra.

Sin embargo, a la distancia, guardando los respetos y respetando la memoria, estos ocho cárdenos resúmen mucho del tipo histórico que desde el inicio del Siglo XX define a la divisa rojo y negro.

Desde el cárdeno casi ensabanado al entrepelado bragado o ese cárdeno casi cenizo que parece que el heno del sabio y su plomizo cariz se impregna en su capa, toda la historia preclásica, clásica, moderna y contemporánea de Piedras Negras está en los pitones blancos, vueltos y los veletos, el hocico redondeado, la reunión y sierra perfectas de estos ocho toros que se retratan en su plenitud y que reúnen tantas características de fenotipo que bien podría hacerse bueno lo que Santiago Amón, tan recordado mencionaba al hablar de los nombres que el hombre brinda a la naturaleza taurina que en la dehesa reposa y que, encadenados, podrían formar el más hermoso poema de lengua española.

Bien decía Manuel J. Othon al vislumbrar el paso de los toros en el campo con “Silencio, lobreguez, pavor tremendo//Que vienen sólo a interrumpir apenas el galope triunfal de los berrendos.”

Aunque estos se forjan sobre la base cárdena, es impresionante la belleza de sus formas.

Sobresalen todos y el propio Ganadero sueña con los mismos ocho. Solo Tauro sabe desde ahora el misterio que guarda el enigma gris de este ya histórico, pase lo que pase, en encierro piedranegrino.

Tan sólo basta ilusionarse, estar en el sorteo y en el tendido, atender al toro en todo momento y suplicar a las cuadrillas estar a la altura. Que la importancia de la Fiesta está en el toro y, albricias, estará el domingo en el máximo coso.

Suerte… Dios la reparta.

Twitter: @Twittaurino.

De Rojo y Negro, el color de la divisa.

 

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