Rompiendo el Asedio – Triunfal Regreso de Piedras Negras a la Plaza México.

Marco Antonio González  en la vuelta al ruedo, Piedras Negras regresa con fuerza a La México. FOTO: Toca.

Tal como si de romper un muro se tratara, los toros de Piedras Negras mantienen la posición y vuelven sin pedir tregua ni dar cuartel a unas cuadrillas rebasadas y a un cuarteto de toreros que se quedan por debajo de tan exigente, serio y revitalizante encierro que pone un signo de interrogación no solo a toreros y a las empresas en este país sino auténticamente a las razones por las que se acude a un espectáculo taurino y por las que este no camina. Hoy Piedras Negras revive el drama, la tensión y la atención de un público al que deslumbra por lo auténtico, lo vivo y lo riguroso del gran espectáculo que brindan cinco de seis toros con la mala suerte que el único torero digno del mismo cae herido. Sentida y tremendamente emocionada vuelta al ruedo de Marco Antonio González Villa que escribe, como ganadero, una página de oro en el libro de la Afición.

Por: Luis Eduardo Maya Lora – De SOL Y SOMBRA. Plaza México. FOTOS: Edmundo Toca.

Salta a la vista el anuncio, quince minutos antes de partir Plaza, más esperado de las últimas dos décadas por la Afición. El hierro y divisa de Piedras Negras aparecen en el cartelón sostenido por el monosabio en la Monumental.

Ayer los del rastrillo están de luto por la pérdida de un compañero.

Igual que los de oro, ante la partida de Jesús Solórzano hijo y Mauro Liceaga.

La ovación es tal que refleja la expectación de una Plaza México bañada por el sol y atacada por el viento que aguarda muy pacientemente más de veintiún años para ver salir a los del corbatín, a los toros de la rigurosa etiqueta, los del cintillo rojo y el moño negro, de negra capa o cárdena estampa.

Piedras Negras regresa fiel a sí misma, sí, con la bravura por delante, sin importar el estado de sitio o asedio al que por más de dos

Media de “El Chihuahua” al cárdeno primero.

décadas le ha sometido la patronal taurina o los círculos del taurineo, así como con sus siempre muy fieles seguidores que más que nunca tienen fe en que los seis enviados caminen. Y de seis, tres caminan sinceramente, otro más deja estar y, pese a que el sexto se derrumba y el primero tiene violencia, la tarde se reviste de gran interés.

De gran importancia.

Traen consigo, la atención y la tensión del público.

Y de arranque seis ovaciones en las seis salidas se desgranan.

Entonces, tenemos que “El Chihuahua” con su aparato chufla y vacilador de siempre, se encuentra que el primero, estrecho, largo sin exceso en la báscula pero con cabeza, le pone calladamente en su sitio. Se confía porque el cárdeno claro le toma el engaño en los parones a pies juntos de salida y porque se traga las espantosas y enganchadas navarras luego de empujar firme al caballo. Sergio González brega pero el matador no advierte lo difícil que es el astado pasa a su brinquito chambón en banderillas donde todo es vacilón.

Como la chufla de aventar la montera al aire varias veces.

Acaba poniéndosela y a la vez quitándosela al doblarse sin efectividad, al engancharse su muleta y al oponer el de Piedras Negras la dureza de su cuello y su sentido que no permite a García quedarse quieto pues no sabe si cruzarse o hilarse, si citar contrario o natural si las rayas o los medios. Simplemente incapaz en la lidia y violento con al toro que le mira y se cuela porque quietud y sometimiento faltan.

Bajonazo resulta al final con los consecuentes pitos.

Entonces, para defender la estirpe, quitarse el asedio y romper el sitio, Marco Antonio González envía a la batalla a un “Artillero” negro como bala de cañón e intimidante como sus blancos pitones que se apodera del ruedo tan solo salir en segundo turno.

Este “Artillero”, a lo Narciso Mendoza, sale a disparar y dispersar toda la mala leche que se ha vertido estos veinte años sobre Piedras Negras con cada una de sus embestidas y, para dejar las cosas en

Este ha sido “Artillero” bravo y muy serio burel que se queda esperando…

claro, ataca en todo momento el capote con fiereza, embiste al piquero firmemente en tremendo choque de toro y caballo, sus muy agresivas astas ponen el ambiente tembloroso y es justo decirlo, le hace falta otra vara.

Por ello los toreros deben estar en todo en todo momento, claro, cuando están en la profesión. Claramente, el regiomontano Juan Fernando no lo está. Por ello, vacila, ni un capotazo de prueba y los caballos se van sin ser debidamente utilizados. Cuando en un tablero de ajedrez se pierden o se desperdician las bridas la mitad de partida está perdida.

Esto es igual en los toros.

Sin emplearse tanto en banderillas, el toro llega fuerte y muy poderoso a la muleta.

Así embistió “Artillero” muy en la muleta abajo con fiereza por momentos, demasiado para Juan Fernando.

El de Monterrey trata, solo que en el arte más que intentar hay que realizar y, tras el antecedente mencionado, no puede con el de Piedras Negras que crece a cada derechazo, que lo encuentra en mala colocación y que lo envuelve en su pésima elección de terreno, los medios es lo mejor no los adentros. Así, con la embestida larga por los dos pitones la gente toma, claramente partido por el toro que se impone y al que matan mal.

Entonces Piedras Negras se adelanta a los de oro.

Y ocurre que Mario Aguilar, otrora gran esperanza, tampoco puede irse por delante no obstante encontrarse con un toro sacado de un

Natural sereno y templado con el toro entregado de Mario Aguilar a “Ranchero” tercero de la tarde.

libro de historia con toda la carga tlaxcalteca que trae consigo el nombrado “Ranchero” -ya sabemos por quién. Un regreso a “Fantasío” de Tepeyahualco por su alargada cara y sus vueltos pitones, por su hocico largo, su estrechez y esa capa cárdena que parece impregnada del heno de los sabinos llorones de los potreros de Piedras Negras.

Este es el único que se raja al caballo. Se repucha y escapa no obstante empuja al segundo intento y, a pesar de ello, queda servido con esa suavidad y son en su embestida para que un torero del ritmo de Aguilar se de a torearle.

Pero no.

Los toreros ayer, salvo los de a caballo, salen auténticamente derrotados.

Anticipada y malamente.

Por ello, cuando más se requiere, Aguilar no se para sino se contagia de lo andarín del toro para no terminar por centrarse, entre el viento y la incapacidad de dejar la muleta puesta y reponerse. Mario solo atina a pararse, después de mucho pensarlo, sobre la mano

Aun en la postrimería, aun siendo el menos bravo, “Ranchero” embistió así.

izquierda con los mejores naturales de la tarde que llegan a cadencia plena con el cite inicialmente a media altura y el muletazo hacia abajo en plenos medios.

Siete son.

La México ruge.

Porque el toro se entrega y el torero, al menos una tanda, responde.

Pena grande que el hidrocálido caiga en la trampa. Cómo recuerdo las palabras de Mariano Ramos que hace cinco años exactos pronunció para De SOL Y SOMBRA con motivo de el treinta aniversario de la faena a “Timbalero” en esta misma Plaza México (https://desolysombra.com/2012/03/23/voz-de-la-fiesta-mariano-ramos-primero-es-timbalero-despues-yo/) pasado mañana, por cierto, su Aniversario:

“Siempre le cambiaba al toro, nunca dos tandas por el mismo lado. Venía una de naturales y otra de derechazos, otra de naturales y de nuevo a la derecha. Había que cambiarle para que ya no pensara, para que ya no tuviera tiempo de desarrollar a más su sapiencia y su sentido para agarrarme.”

Aquí Aguilar no se impone, claro se le viene porque la muleta no queda puesta, sino él, y deja pensar al cárdeno que lo deja fatal al intentar citarle a recibir.

Y, claro, pinchar.

La suerte es caprichosa, la memoria breve y, principalmente, la cultura taurina, escasa.

Las cuadrillas, acostumbradas a toros que “se prestan” y “se dejan”

Antonio Romero estructura solo tres tandas, una por derechazos como este.

que no tienen sentido y los hacen estar a sus anchas, salen a equivocarse con tanto enganchón y, por ello, aunado a su mala colocación e incapacidad, ponen las cosas a la contra del festejo durante la lidia del plateadísimo y tremendamente serio y alto, con el rabo al piso, cuarto de la tarde “Caporal” por nombre.

Esto ocurre cuando Romero, el único que pasa por Piedras Negras la semana previa, luego de la larga cambiada, le puede a la embestida dando los adentros en el recibo y deja bien en suerte al caballo para un buen puyazo. Resulta que Jorge Mirafuentes de Anda es incapaz de salir limpio por el pitón izquierdo tras apurado segundo par, recibe un zarandeo y un arropón que de milagro está vivo mostrando al toro el camino de ataque sobre el lado izquierdo.

Y el grave error de Antonio Romero es no someter.

E irse a los medios, a los cambiados por la espalda y a tocar el lado izquierdo del toro con esos cambiazos de muleta. La recta razón aparece, a pesar del ansia, aun pese a quedar a merced en el segundo cambiado por pitón izquierdo, y comienza a estructurar la faena a un

Mientras la cara va tapada el toro responde ante el derechazo de Romero.

toro que cuando tiene la muleta puesta responde, incluso con clase al muletazo por bajo con la derecha. Dos tandas son muy templadas y medidas, la última con valiente cambio de mano por bajo. Después en la siguiente con la izquierda igualmente y para cuando el remate llega, la gente está emocionada porque se palpa la creciente de la faena.

Solo la inexperiencia, la mala colocación que orienta la suerte a las rayas, provoca que Romero, tras cambio de mano por la espalda, no embarque correctamente, destemple su natural lo suficiente para dejar un hueco fatídico que siente el toro y que derriba al diestro infiriendo, tras derribarlo, severa cornada en salva sea la parte.

Rompiendo con ello el destino de la corrida.

Porque para mal de todos, con Romero fuera, el primer espada aparece de nuevo y para matar el toro que Aguilar debió haber enfrentado.

Momento de la grave cornada del zacatecano Antonio Romero en La México.

El quinto.

Tan solo sale “Chihuahua” para recibir pitos al finiquitar malamente al cuarto y echar a perder a un quinto toro, “Agradecido” nombrado, tan serio como armónico, tan bravo como noble, hondo, lomitendido y degollado, tan templado su son en la muleta como pésima toda la lidia otorgada.

Solo así entendemos que “El Chihuahua” deje ir con lances tan a la trágala con el entrepelado que mete la cara pero al que, tras empujar, es maltratado al enrollarse el norteño con intento de zapopinas, tan efectistas como ineficaces.

Entonces, tres y medio pares, en cuarto pasadas, de brinquito, sin compás ni temple, sin pensar en modo alguno en el efecto que tendrá en el toro un tercio de vértigo, con rapidez mas no prontitud y siempre enganchado, García pasa del borde y al precipicio del ridículo con un toro fijo que http://www.suertematador.com/fotos2017/mexico19mar/foto%2014.jpg

El quinto metió así la cara, “Agradecido” de Piedras Negras el toro de la corrida.

incluso se regodea por el lado derecho que no pierde fijeza y que se queda esperando una lidia mejor que claro, el norteño no da.

Ni por asomo le otorgan los medios.

Pitos totales.

Anticipo levantamiento de ceja. Este toro debió ser homenajeado porque no es culpa de los de la corbata la incapacidad de los toreros, la imposible dominación de la casta que hace ver más que claro por qué los que hoy manejan la Fiesta hayan tenido en la congeladora a la divisa rojo y negro.

No son diferentes a los demás, son lo que los demás no son, bravos. A secas.

Remate de “El Chihuahua” al espléndido quinto.

Atacar, acometer, siempre al frente, sin dejarse, eso es de toro bravo. Al que no le gusta que no le salga, hará evidente (más) su impotencia.

Eso ha tenido la corrida y por eso Marco González, con toda justicia, antes de salir el sexto saluda en el tercio. Esa salida habría bastado y una ovación de saludo final pero ha sido tal el clamor, la esperanza y despertar del letargo de la falsa nobleza de la Afición que no importó la lastimadura del sexto, el más hermoso de los seis que no deja que la corrida rematara ya que tampoco Aguilar aflora el temple tan necesitado para el lastimado el astado.

La gente saca al ganadero a la vuelta.

Estrictamente, quizá es demasiado.

Taurinamente, en sentido amplio, ha sido el resultado natural de una larguísima espera recompensada ya con la tremenda presencia de todos los enviados incluyendo los sobreros que no quisieron que jugaran, el juego de cuatro de seis toros que hacen ver y que cuestionan la permanente coba y el modelo de Fiesta presente en la mayoría de las Plazas.

Piedras Negras llega, vence y convence de que la primera variable de la ecuación taurina se llama toro y que se compone de la suma de trapío y bravura.

La otra parte de la ecuación son los toreros, hoy descompuestos.

Solo queda ver si la primera fila, si la hay, dará la cara ante encierros como el de hoy.

Porque de entrada, esta tarde, Piedras Negras les ha roto el estado de sitio y el asedio que pesaba sobre ella.

Quiera Dios que haya sido por una vez y para siempre.

Texto: @CaballoNegroII.

RESUMEN DEL FESTEJO.

Plaza México. Feria de la Cuaresma 2017. Domingo, Marzo 19 de 2017. Segunda de Feria. Menos de Un Cuarto de Plaza en tarde soleada con viento durante toda la lidia molestando la misma principalmente en los primeros cuatro turnos.

Al finalizar el paseillo se realiza un sentido minuto de homenaje en memoria de los Matadores de Toros Jesús Solórzano Hijo y Mauro Liceaga, así como el monosabio Gabriel Cepeda y el Ganadero Don Jorge Barroso fallecidos tristemente en esta semana.

6 Toros, 6 de Piedras Negras (Divisa Rojo y Negro) Ovacionados, todos, de salida. Desigual de presencia y variopinta no obstante su seriedad; apenas menor en cuanto al trapío los cárdenos claros lidiados en primer y tercer lugar, muy serio el negro, alto y cornalón segundo, precioso, muy armónico el cárdeno claro cuarto, tremendamente serio por delante y de gran hechura el entrepelado quinto y hermoso el cárdeno claro que cierra plaza. Salvo este último lastimado y flojo que se echa a la arena en el último tercio, fuerte de remos y exigente en todos los tercios excepto el tercero, noble, flojo y andarín. Violento el primero sin recibir la lidia atinada se queda corto en la muleta, bravo y fiero el segundo con embestida larga debió ser lidiado en los medios. El cuarto muy exigente y serio en su juego progresivamente a más incluso por ambos pitones en la muleta. Espléndido el quinto en todos los tercios y con son en la muleta debió ser homenajeado. Toda la corrida, salvo el tercero, brava en varas.

Tras la muerte del quinto y bajo el unánime clamor popular el ganadero de la divisa titular, Marco Antonio González Villa, fue sacado al tercio y a la muerte del sexto homenajeado con vuelta al ruedo. De igual manera, a la muerte del tercero, los aficionados Félix Romero y Andrés López “Chupaya” homenajearon al ganadero Raúl González González en el vigésimo aniversario de su muerte con una placa y reconocimiento a su hijo y nieto presentes en el Callejón.

Indebidamente la Empresa somete a un jurado la asignación del triunfador del festejo que resulta ser, increíblemente, el primer espada. Primer y tercer espadas mataron a los toros quinto y sexto respectivamente por decisión también de Jurado.

Antonio García “El Chihuahua” (Obispo y Oro) División, Pitos en el que mató por el cuarto espada y Bronca tras Aviso. Juan Fernando (Rosa y Oro) División tras Dos Avisos. Mario Aguilar (Rosa y Oro) Palmas tras Aviso. Antonio Romero (Burdeos y Oro) Palmas al retirarse a la Enfermería.

Bien los picadores, destacando Eduardo Noyola al picar al cierra plaza. Las cuadrillas a pie generalmente enganchadas al momento de bregar. El cuarto de la tarde alcanza y derriba sin consecuencias pese a lo aparatoso del percance al banderillero Jorge Mirafuentes.

PARTE MÉDICO DE ANTONIO ROMERO.

Cornada grave ano rectal, profunda, que desgarra desde el esfínter anal hasta el colon; aún no se puede determinar la profundidad de la cornada, pero es grave y pone en peligro la vida. El matador fue trasladado al Hospital Mocel para ser atendido por el cuerpo médico y un cirujano de colon y recto.

Firma Dr. Rafael Vázquez Bayod.

Jefe de los Servicios Médicos de la Plaza México.

Marco González, el reconocimiento de la Afición, Piedras Negras siempre viva.

4 respuestas a “Rompiendo el Asedio – Triunfal Regreso de Piedras Negras a la Plaza México.”

  1. NI HABLAR DEL “PELUQUÍN” EXCELENTE RESEÑA SÓLO HAY QUE AGREGAR.

    E N H O R A B U E N A LICENCIADO.LUÍS EDUARDO MAYA. LORA.

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