Paella Valenciana con sazón Villamillennial 

Ponce entre la multitud. Foto Plaza México.


Orígenes de la paella: Surge en las zonas rurales de Valencia entre los siglos XV y XVI, por la necesidad de los campesinos y pastores de una comida fácil de preparar y con los ingredientes que tenían a mano en el campo. Siempre la comían por la tarde.

Orígenes de los Villamelones (padres de los Villamillennials): “Hay en España un pueblo verdaderamente notable, cuyos habitantes forman, a manera de los bohemios, tribus nómadas que se desparraman por toda la Tierra…”. Luego, justificando la abundancia de tales especímenes, en otra parte dice: “Lo más asombroso de Villamelón, es la extraordinaria fecundidad de sus mujeres…”, y también aclara: “El rasgo característico de los de Villamelón, es querer hablar de todo y entender todo, sin haber estudiado nada”.

En la edición del 10 de abril de 1887, Don Jerónimo contó que el periódico mexicano La Sombra de Pepe Hillo, en la edición del 30 de enero de 1887, reprodujo su artículo «Los Aficionados de Villamelón» donde el Villamelón se estableció de lleno en las plazas de México a sus anchas.

Por Juan Carlos Valadez De SOL y SOMBRA.

La tercera corrida de la Temporada Grande de la Plaza México fue en mi opinión por mucho un atentado contra la Fiesta Brava y el triunfo de los nuevos Villamillennials (hijos de los Villamelones) que encumbraron nuevamente al gran triunfador del año Taurino  2017: Enrique Ponce.

Lo sucedido el pasado domingo en la México no es algo nuevo ni sorprendente con el torero valenciano, porque también sucedió este año en Madrid y casi nadie dijo ni pío.

Lo sucedido en Madrid y la Mexico podría asimilarse citando al cronista Taurino Antonio Lorca y hasta podríamos adecuarlo a lo sucedido en la Plaza México: “La plaza de Madrid (o en este caso la México) se convirtió en una portátil. Enrique Ponce salió a hombros por la puerta grande  con un toro al que mató muy mal. Pero el público, borracho de generosidad, sacó los pañuelos y el presidente no tuvo más remedio que mostrar el suyo.

Así quedó consumado unos de los más grandes bajonazos a la grandeza, pureza e integridad de la fiesta en la que llaman primera plaza del mundo.

Si había alguna duda sobre la decadencia del espectáculo taurino, y si la había sobre la peligrosa y degradante evolución del público de Madrid (México) -desde la exigencia al derroche-, ayer quedaron suficientemente disipadas. Es verdad que Enrique Ponce es un hombre que cae bien, con cara de buena persona, y es, además, un grandísimo torero con una brillante hoja de servicios. Le adornan unas condiciones excepcionales como figura, y, en especial, una inteligencia fuera de lo común. Pero es, también, el más conspicuo representante del toreo moderno, consistente, fundamentalmente, en la ausencia de toro bravo, en la capacidad para templar la dulce embestida un animal bonancible y la presencia alborotada de unos tendidos generosos. Y ese tipo de toro y de toreo, además, es el que gusta a los públicos que acuden hoy a las plazas. Pues, muy bien.

Esas tres condiciones se hicieron presentes en Las Ventas (Plaza México) y propiciaron el triunfo de Enrique Ponce.

La plaza de Madrid fue poncista de principio a fin. Jaleó desmesuradamente cualquier detalle del valenciano desde que se abrió la puerta de cuadrillas, se emocionó con pasajes sin contenido, creyó ver una faena de época y pidió las orejas con pasión. Increíble, pero cierto” señalaba Lorca.

Y así fue en mi opinión lo sucedido en la Plaza México, aunque hay que decirlo la faena al toro de regalo (otra práctica que se había eliminado de la México y que regresó con Ponce) fue por momentos de un altísimo nivel, ante un toro que rompió a “bravo” de la ganadería de Teófilo Gómez.

Y remato la actuación de Ponce citando nuevamente las letras de Lorca: “Una faena bonita, sí señor, muy bien vendida, además, por el maestro, pero el toreo es algo más -debe ser algo más- y comienza por la presencia de un toro con todas las de la ley. Los tendidos, enardecidos como pocas veces se ha visto en esta plaza, pidieron las orejas, y Ponce las paseó con la satisfacción de gran triunfador. Se lo llevaron a hombros y la gente contaba maravillas nunca vistas, mientras Las Ventas quedaba herida para los restos. Pero así está el toreo de hoy, enfermo, gravemente enfermo” asi finalizó su crónica de la actuación de Enrique Ponce el periodista del diario El País el pasado 2 de junio.

¿Extrañas coincidencias?

Por su parte los toreros mexicanos hicieron lo que pudieron, saliendo mejor librado un inspirado Octavio García El Payo que por momentos bordo el toreo ante un toro de Teófilo en una faena muy inspirada, pero mal rentada con el acero, dejandonos nuevamente con la miel en la boca.

¿Y Joselito Adame?

José Adame lo intento todo nuevamente pero no le salió nada, otra vez anduvo irreconocible especialmente con el segundo de su lote.

A José ya le peso como una loza el título de figura del toreo y ha caído nuevamente al piso después de que algunos lo marearon al grado de intoxicarlo de vanidad.

En la segunda de su tercera comparecencia de la temporada, Adame intento convencer a la México en base a un toreo bullanguero, pirotécnico y efectivista que poco le redituo en esta ocasión.

Agradecido estará de haber salido de la plaza de pie tras la cogida que recibio en su segundo al intentar cubrir con decoró el tercio de banderillas y de la que escapó milagrosamente.

¿Y el encierro?

Lo mismo que venimos consignado desde el primer festejo de la temporada: Un encierro terciado y manso compuesto en esta ocasion por las ganaderías de Barralva y Teófilo Gómez, de donde sólo se salvó de la quema el toro de regalo de Enrique Ponce que recibió el arrastre lento.

Al final nos fuimos de la plaza con un sabor semi amargo y con los gritos de ¡Rabo, rabo! que coreaban los Villamillennials a todo pulmón retumbandonos en los oídos hasta altas horas de la madrugada.

Twitter @Twittaurino

10 respuestas a “Paella Valenciana con sazón Villamillennial ”

  1. Bendito Dios no necesito dinero de nadie, lo mas triste de todo es que ustedes que se sienten tan taurinos sean los primeros en atacar y descalificar todo lo que hace en esta de por si atacada Fiesta Brava. Lo reitero una vez mas,; Si se sienten tan chingones y pudientes, pues hagan su propia temporada a la perfeccion…

    • Recojo el guante: Ese tal “aficionado” que no tiene los suficientes para escribirse con su nombre y, arropado en el anonimato,es con plena certidumbre, integrante “Ínclito” de los “Villamilennials” pues, le dolió el puyazo, por las oportunos y veraces señalamientos que hace en su artículo,Juan Carlos Valadez.

      • Juan Carlos Valadez escribió: “citando al cronista Taurino Antonio Lorca y hasta podríamos adecuarlo a lo sucedido en la Plaza México.”, por lo tanto “el puyazo, por las oportunos y veraces señalamientos que hace”, no los hace él que firma este artículo. Dice dos o tres verdades pero hasta ahí, será acaso el escribiente un villamelon amargado?
        Este artículo muestra que los enemigos de la fiesta están dentro de ella, no afuera con los antitaurinos mitómanos. Que lástima.

      • Que lastima que abunden hoy en dia personas como usted señor gamboa que todo censuran y nada les parece. Lo vuelvo a repetir, si se cree usted o el reventador que sea capaz, que pongan el parne, hagan empresa y nos demuestren que ustedes todo lo pueden a la perfeccion . Pero lo dudo mucho que puedan hacen una temporada que cuesta millones de pesos. Los enemigos inmediatos de la Fiesta son gente nefasta como usted…

      • A ver “aficionado” si tu te crees tan listo porque te llevas por tu lógica te tenemos que preguntar algo, como no pones “parne” ¿te tienes qué someter a lo que te den?

        Que triste. Eres uno más del rebaño.

Deja un comentario

Descubre más desde DE SOL Y SOMBRA

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo

Descubre más desde DE SOL Y SOMBRA

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo