Manolo Molés: “Si hay que mirar algún sitio debe ser Francia”

Ideas a la francesa para salvar la fiesta brava:

Por Luis Felipe Molina.

LA PATRIA habló con Manolo Molés, periodista taurino español y director por casi 35 años del programa Los toros de la cadena SER, quien estuvo de visita en la ciudad para el cubrimiento radial de la temporada taurina.

¿Cómo ve lo que pasa en Colombia y cómo se puede comparar con lo sucedido en Barcelona?

Ojalá que no pase lo mismo. Cataluña fue la primera que prohibió los toros siendo una de las provincias de España más taurinas. Hubo un momento que en Barcelona se veían más toros que en Madrid. Luego, aparecieron los socialistas e independentistas y ahí comenzó a complicarse todo. Siempre digo que si fuéramos capaces de hacer lo que hacen en Francia no pasaría nada.

¿Qué sucede en Francia?

La lógica es que donde guste que se dé y donde no, pues que no se dé. En España hay problemas y en América también y desde luego sigo admirando a Francia, donde la lidia del toro es mucho más seria. Si hay que mirar algún sitio debe ser Francia.

Los taurinos son una moneda de cambio electoral, ¿cómo pueden los taurinos defenderse del manoseo de los políticos?

No es fácil, debe haber una movilización real. En Francia se juntó la gente, pero no el ganadero, el torero o el empresario, fue la gente la que pidió sus derechos a ser libres y a poder acudir a un espectáculo. Fue el votante, la persona de a pie, la que dijo que tiene esos derechos. Además, los toreros están de paso y los ganaderos necesitan el dinero de la venta del toro para seguir ahí.

¿Cómo es esa movilización real?

Vamos de nuevo a Francia. ¿Por qué son aficionados? Porque ven los tres tercios completos, el empresario no apodera a nadie, sino al público. Llevan ganaderías encastadas y piden que el toro vaya cuatro veces al caballo. Allí es: respetamos su dinero, pero el cartel lo hacemos nosotros. En América es más complejo por la situación económica, de hecho es muy costoso.

¿Cómo se puede hacer con estas condiciones?

Volvemos al ejemplo francés. La seguridad que tiene el empresario de lo que proponen los representantes de los aficionados y de ahí se sabe que tendrán la plaza llena y no subirán los precios. Nunca podrán acabar con Madrid, que supone un millón de personas cada año, porque están apoderados del espectáculo.

Cuando viene a Colombia, ¿qué encuentra en la fiesta taurina que no ve en España?

Encuentro pasión. La gente podrá tener más conocimiento o menos, pero es muy apasionada en el buen sentido. La bondad del público de esta tierra no tiene nada qué ver con la dureza que puede tener una plaza del norte de España o de Francia. Hay una enorme bondad y una pasión bonita que no hay que defraudar. Te das cuenta que donde tratas a los toreros con normalidad, como Manizales, funciona y la plaza se llena. Donde los defraudas, como pasó en Cali, es muy fácil vaciar una plaza. Llenarla otra vez es complicado.

¿Y qué traería de España a Colombia?

Un toro que embista y tenga emoción, y que no necesita un puyazo, sino tres. Me gustaría que los carteles se combinaran figuras con promesas, que no sean las figuras por un lado y las promesas por el otro. Me gustaría que el público tuviera voz y voto. Hay otra cosa: En Manizales es de los pocos sitios donde se promociona la gente joven. Ver esas mil 200 personas jóvenes en sombra hace de esta plaza un ejemplo superior de cómo mantener la fiesta de los toros. Lo de Cali y Medellín está tocado y Bogotá, pues ni te cuento.

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