Opinión: El Tuerto es Rey en Tierra de Ciegos

Por Juan Carlos Valadez – De SOL y SOMBRA.

Para que andarnos con rodeos si podemos irnos directo al grano y con esto me refiero al festejo del domingo pasado que nos dejo un torbellino de sensaciones, pero también de decepciones. Muchas esperanzas había en el encierro de La Joya que mando un encierro bien presentado, pero que no correspondió a las expectativas que levanto entre la afición. En resumen misma historia, diferente encierro, pero la bravura sigue ausente en la Plaza México.

La tercia anunciada prometía mucho en el papel, pero ninguno de los tres matadores pudo redondear su actuación, ya sea por sus fallos con la espada o por su incapacidad como matadores… y después nos quejamos porque las plazas de toros lucen semi vacías.

Pero lo paradójico de todo fue que nuevamente un Adame en este caso Luis David, consiguió triunfar por medio una serie de efectos especiales que nada tienen que ver con lo que algunos entendemos como toreo. El sandwich de los Adame que había fracasado en su primer astado al grado de ser abucheado tras una pobre exhibición, con su segundo se armo del valor y se fue a los medios para intentar pegarle un cambiado por la espalda y en su ejecución fue cogido por un error de calculo más que por un acto de valor y con esto consiguió sensibilizar al publico. Pero lo que prosiguió es digno de analizarse, porque estos muchachos están llevando el toreo a su máxima decadencia.

Hay una escuela del toreo mexicana y una del destoreo y es precisamente en esta donde hay que encasillar a los hermanos José y Luis David Adame, porque lo que vimos con Luis David podrá ser lucha libre, box o todo lo que usted quiera, menos toreo. Ante un toro noble sin ningún peligro con el que se podía torear en cámara lenta, Luis David se empeño en hacer una faena arrebatada sin mando, sin temple y sin limpieza y aquí es donde surge la pregunta ¿Cómo es posible que con esa cantidad de pases coreados por una gran parte del público, el toro no estuviera sometido? La respuesta es muy sencilla: lo que ha ocurrido es que el torero había estado dando pases, y dar pases no es lo mismo que torear.

Pero así están las cosas en la Plaza México y hasta le dieron una oreja por toda una lección magistral de destoreo, de trapazos mecánicos, despegados todos, sin alma ni corazón, dos trasteos años luz del torero seguro y artista de su etapa novilleril. Adame tendría que regresar al toreo de sus inicios para evitar seguir pareciéndose a su hermano José, pero principalmente para dejar de pegar pases vulgares y anodinos como hizo ante sus dos toros.

Menudo paquete tiene ahora la empresa, porque si lo anuncia para el próximo 5 de febrero junto a su hermano José estará dandole un portazo en la nariz a la afición que esta cansada de ver a estos muchachos, ademas de que sería algo muy ilógico, porque las orejas de Fabian Barba y Jeronimo tuvieron mucha más verdad que cualquiera de las que les han regalado a los hermanos Adame en esta temporada.

Otro que sigue sin evolucionar es Diego Silveti, ya que el pasado domingo ante tres toros (uno de regalo de Xajay) no dijo nada, ni fue tampoco un portento de valor y entrega, simplemente se dedico a cumplir y demostrarnos que aunque hay muchas personas que quieren que Diego sea figura, el parece no estar muy convencido de poder serlo o de tener las aptitudes para ello. Al menos eso es lo que nos reflejó, porque del toreo de aquel Charro Cantor ya no queda nada, ya que si no fuera por su recurso chabacano de las bernardinas, al igual que Luis David, la huella de su toreo seria tan desechable como un kleenex.

El mejor librado fue Roca Rey pero tampoco pudo redondear su actuación. Roca Rey es un valiente sin duda, capaz de exponerse a una cornada como lo hizo en su toro de regalo con tal de triunfar; pero torear, lo que se dice torear de verdad, esta vez, no lo ha conseguido. Él lo sabe y sabe que aunque por momentos estuvo bien, sus faenas carecieron de ritmo y se vinieron abajo. Su valor y su casta tienen mucho mérito; pero de ahí a conquistar la Plaza Mexico todavía le queda un gran camino.

Mis respetos para Roca Rey, pero al igual que sus alternantes tiene que entender que el toreo es algo más. Y no echemos en saco roto el petardo de Silveti y Luis David, ya que fue mayúsculo y debiera de tener repercusiones empezando por Luis David, quien ya no debería de regresar esta temporada, en la que durante tres actuaciones nos ha demostrado que ya no fue el torero que la afición mexicana esperaba…

Para este domingo en la Plaza México se anuncian toros de Fernando de la Mora para Juan Pablo Sánchez, Arturo Saldívar y Ginés Marín.

Un cartel atractivo con dos triunfadores de la presente temporada, aunque la ganadería de Don Fernando hace mucho que nos debe una buena tarde en la capital mexicana.

Soñemos y no perdamos la fe, porque el día menos pensando surgirá la magia nuevamente en la plazota México.

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