La droga del amor Por Bardo de la Taurina

Las preguntas de la gente son constantes aquí y una de las más recurrentes es ¿Por qué no está yendo la gente a las plazas? Y creo que una respuesta podría ser que se debe a que actualmente hay toreros pa’ aficionados más no pa’ púbico, usted se preguntara ¿Cuál es la diferencia?, pues que son los toreros de jalón los verdaderamente atractivos, los que llegan hasta el interés y los muy privilegiados a la idolatría, ambos son los únicos capaces de hacer que las masas se vuelquen en los graderíos, siempre y cuando toreen toros y como no existen actualmente ese tipo de personajes públicos que precisamente se les denomina así públicos, porque reitero son pa’ el público, esto si se analiza puede resultar aparte de sorprendente interesante.

Y decir de una vez que muchas veces estos hombres imanes de taquilla, no necesariamente son los mejores en su línea, más si son los que mayormente le llegan a la gente siempre ávida de lo atractivo, lo cual también hay que señalarlo tiene mucho que ver con la personalidad, claro, junto con pegado de hacer las cosas bien hechas, y adosarlas con un buen de valor y no devaluadas en mucho de lo esencial, a lo que habría que agregarle la autenticidad, el sello propio, la entrega del hombre con el hombre.

Ejemplos de lo que es el jalón de la personalidad lo podríamos sintetizar en algunos nombres que han basado su imán de formas tan diferentes y sin embargo, sin sus rubricas, no se entendería completa la historia del toreo en México de los últimos cincuenta años a la fecha, reconociendo que junto a su interpretación del toreo, les afloraban otras cualidades pa’ meter a la gente a las plazas: Manolo Martínez; personalidad, carácter, orgullo, inteligencia, seriedad y mando frente a la fiesta. Eloy Cavazos; personalidad, gracia, habilidad, coberia, picardía, David Silveti personalidad, voluntad, entrega, sacrificio, misticismo, dramatismo. Valente Arellano; personalidad, entrega, trasmisión, enjundia, arrebato natural. Rodolfo Rodríguez ‘El Pana’; personalidad, imán, imaginación, lengua, histrionismo, sentimiento.

¡Todos polémicos, todos controversiales, todos interesantes! Incapaces de pasar desapercibidos o de no despertar expectación y por eso la gente iba a verlos.

Hoy sin duda existen toreros que en lo netamente torerístico es decir, en la forma de ejecutar el toreo podrían resultar más agraciados que los señalados, pero ni todos juntos de los hoy activos, reúnen en conjunto las cualidades extra ejecución de los citados, sin que esto quiera decir que se les demerite, ¡no!, al contrario se les reconoce, como el temple de Juan Pablo Sánchez, pero la diferencia del por qué no meten público a las plazas se concentra en que no poseen lo que los otros tenían, no dejando de reconocer desde luego el que repetidamente salgan a los ruedos los toritos Turín, que son de la misma divisa que los conejitos de chocolate y que contribuyen a que los tendidos estén más desolados que la montera de una monja en el convento.

¡Y peor aún está la cosa!, cuando se le quiere hacer creer a la gente a través de a quienes llaman ‘Los comunicadores correctamente taurinos’ que por un lado hacen la función de céspol para que a pesar de su paupérrima credibilidad, traten de que no salgan los fétidos olores de la putrefacción taurina que es la nata y el asiento de lo que hoy es la Fiesta de Toros y Toreros, por otro lado le quieren maquillar la imagen a los toreros inventandoles por encargo o por intereses cualidades que no tienen y tan esto es irrefutable, que la gente con su ausentismo cada ocho días nos está diciendo ¡No hay toreros que nos interesen!, por más choros que nos tiren de que la fiesta esta linda, que los tendidos son vergeles de sana convivencia familiar, ahí están las evidencias, hoy domingo dicen que no más de 5000 gentes en el graderío de 42 000 posibles, ¿dónde está lo hermoso de una tradición popular actualmente?, ¿o será que ya llegó a la fiesta la llamada ‘Droga del amor’ la tal Molly (MDMA)?

El operador que da la cara y los otros que no la dan, pero que están incrustados en la maquinaria de los Baillères, saben bien que pa’ que la gente vaya, se necesita de esos toreros del atractivo, de los cuales hemos venido hablando y como no los tienen, a producto de gallina nos quieren prefabricar una supuesta primera figura en la persona de José Guadalupe Adame Montoya alias ‘Joselito’ (diminutivo que equivale a chiquito) el que no posee ninguno de los atributos ya citados como bujía pa’ llevar gente a los tendidos, esto sin regatearle ni un ápice al oficio que ostenta y con el que llegó a ser un torero cuña interesante, subrayando que cité a este torero porque de alguna manera se le considera el caballito de batalla, el cual por cierto ya llegó al hartazgo cuando se presenta haciendo mancuerna primogénita.

Y así las cosas, las que por no entenderlas claras, luego pensamos que estamos muy mal, cuando en realidad lo que estamos es en una mesa sin manjares.

Recomendación: Leer
la columna La Fiesta en Paz del maestro Leonardo Páez, aparecen unas declaraciones vertidas por el matador Amado Ramírez ‘El Loco’ quién llenó y paró de cabeza La Plaza México y que en un extracto de su conversación, cito textualmente; “Le quitaron pasión a la fiesta y emoción al toro porque le restaron bravura y porque ya no quedan toreros emotivos con personalidad propia…”