El Río Seco – Temple Inacabado de Juan Pablo Sánchez en plena debacle de La México.

Pase del desdén de Juan Pablo Sánchez, perfecto con la muleta, fatal con la espada.

Falla, y de qué manera, el encierro de Fernando de la Mora. Su inaceptable presencia, desesperante mansedumbre y debilidad, no hacen mas que demostrar que, hoy, todo lo que toca La México, está bajo sospecha. Ya sin contrapesos, la Monumental ya no es referencia, turbio es su ambiente y, por ello, la gente castiga y elimina gradualmente la expectación y el interés de una de las otrora grandes fechas: el último domingo de enero de este año pasa a la ignominia dada la ineptitud y la nulidad de actuación de la empresa más rica de la historia pero la de menos frente taurina. Solo el ritmo, el temple y bien hacer de Juan Pablo Sánchez rescata con su muleta pero entierra con su fallida espada los únicos momentos taurinos de una tarde terrible para Saldívar y espantosa para Marín, cuya presencia muestra los peores males de la presente administración.

Por: Luis Eduardo Maya Lora – De SOL Y SOMBRA. Plaza México.

Si hay un ganadero al que respetamos, sí, aunque algunos consideren esto increíble, es Fernando de la Mora Ovando. Lo hemos dicho muchas veces, de 2006 a 2012 perdimos los mejores años de la divisa amarillo y blanco por un capricho empresarial.

Ahora por otro capricho lo tenemos que ver en horas muy bajas.

Pésimas quizá.

Fernando de la Mora sabe muy bien qué es lo que echa, lo que tiene y lo que vende. Por eso el marasmo de hoy en La México tiene explicación: vende de segunda porque escogen y pagan de segunda, quizá, de tercera.

Peor aun, él vende,

Pues los cinco lidiados, de auténtico escándalo, son el fracaso empresarial más sonado pues la actual administración, con todo su dinero, con todo el antecedente y con toda la pompa y circunstancia que la rodea, no parece tener en la frente el suficiente taurinísimo ni el suficiente nivel de influencia para impedir que pase esto.

Recuerdo a uno de los “amigos de la Empresa” actual pidiendo guardar las formas por el cambio de logotipo de la Plaza México, ese que la antigua administración perdiera en favor de la Secretaría de Hacienda, el famoso óvalo rojo, resultaba que esta administración quería distanciarse de las viejas formas.

Con lo de hoy están más cerca que nunca.

Ya no ahondemos en lo que ha sido la conformación del cartel, haber puesto a Ginés Marín sin ningún mérito en esta Plaza, únicamente por ser apoderado por los socios de la Empresa aflojó la expectación y resto importancia, un nombre que dice nada y menos con la manera en que se deja enganchar por la rata corrida en tercer lugar. Enfundado en traje de sombras que le resta categoría y personalidad, ese cabeceante tercero le mete en problemas.

Solo una tanda donde pisa firme, liga derechazos pero Marín muestra lo que desde novillero ha enseñado en México: incomodidad, ya no digamos al matar. Cómo la empresa incluso no hace las cosas a favor de los suyos somete a Marín a un bochornoso doble incidente.

La devolución de un toro y la aparición de un mulo como sobrero.

Devolver a un toro por falta de trapío es el peor desprestigio para una Plaza de Toros.

Más como La México. La Empresa tolera y emprende, en vez del bien hacer y la captación de sólida clientela taurina, la falta más recurrente al adolecer del principal cimiento taurino: el toro. El sexto es el más cornalón de la ganadería titular pero el hartazgo y lo alargado de cara, lo feo de hechura, lo estrecho, lo falto de remate, revienta la bronca que trae el horrible sobrero, corraleado sobrero de Montecristo que se defiende.

Y tal como Ginés se muestra, rebasado e incapaz, el triunfador de Madrid se hunde en doble voltereta por tanto afán de no someter de hacer ascos al toro en vez de torearle y, con tanto gorrón en el callejón, uno de sus asistentes al tratar de ayudar sale zarandeado y hasta lastimado, este taurineo infame es el que muestra escenas como las de ayer, toro devuelto, sobrero corraleado, toreros incapaces, lluvia y las esperanzas taurinas como el clima.

Tres recordatorios, toro vivo y el recordatorio que los recomendados no caben aquí.

Saldívar, igualmente, da el paso atrás.

Ocurre que este torero está en todo menos con la cabeza en el sitio, sorprendido de salida toma el olivo. Está en la postura de componer la figura dejando pasar la embestida de un lote compuesto por un terriblemente mal presentado segundo y el remiendo de Xajay, serio y bravo de inicio, que le incomoda por falta del sitio y valor suficientes para quedarse quieto. Con el tercero que cabecea, más pendiente está por voltear la montera con los machos para abajo que por mandar a un toro que le atropella lo que quiso y le engancha peor.

Está fatal con el quinto con el que no para y al que trata terriblemente de parar sin conseguirlo. Saldívar ha sido solo un espejismo que confirma hoy su realidad.

Y queda Juan Pablo Sánchez, única esperanza de que la calidad y el mérito impongan y valgan. Todo esto contrasta con el encierro, astados impresentables por fuera y también por dentro, ¿Qué tendrá que decir Othón Ortega al respecto? Someter a un torero de esta valía a este tipo de escándalos es el verdadero daño a la Fiesta. Por ello, con todo y lo firme, lo vertical y muy templado que está con el primero de la tarde, Sánchez llega poco al tendido, que se molesta con la presencia y la debilidad del que abre Plaza.

Aun así, el hidrocálido, que omite cualquier intento con el capote, logra hacer andar y sostener la horizontal del débil, a partir de un muy claro entendimiento, se queda quieto y ajusta la embestida del toro a su dictado, no solo templado sino despacioso por ambos pitones. Sánchez, torea cumbre con la derecha pero pincha hasta dividir la Asamblea.

Sánchez lo sabe y por eso se tapa cuando entusiastas piden saludar en el tercio.

Entonces, enfrenta en cuarto turno a un torete que anda de forma boyancona de salida y que tras los lances casi clava los pitones en la arena que protesta ante un puyazo doble, el primero trasero, que huye en cada capotazo tras los pares de banderillas y que no es ni mucho menos un muestrario de bravura.

El diestro brinda a la generalidad.

Entonces alumbra el camino, a la distancia necesaria para no estorbar aliviando la embestida en los doblones hasta abrirse muy torero a los medios y desahogar sobre la mano derecha. Es palpable como hay una aflicción de la casta del nombrado “Río Dulce” que no aparece y cuyo cauce solo es reparado por los derechazos perfectamente en el sitio, largos y completamente templados que traza Juan Pablo en una breve pero intensa primera tanda.

Luego cuando el toro resiente el sometimiento de hierro y de seda la vez, finta con salir con la cara arriba, los muletazos son de tal acabado que bastan solo tres para trazar el cambio de mano por la espalda y cerrar con la zurda el de pecho, de tan lentos podrían haber durado lo que duran seis de diestros más revolucionados.

Arrebata Juan Pablo, sin arrebatarse él.

Entonces, a ese mismo compás, Sánchez se crece casi sin reponer y liga los derechazos de trazo perfectos que abrocha con el martinete y el cambio de mano mejor trazado de toda su actuación, un remate abajo que abre el camino del río de su muñeca hacia el pitón izquierdo donde, igualmente, vuelve a bordarlo.

Arte, clase y tempo largo en la medida distancia y tiempo exacto.

Desfile de forma y despliegue de fondo, magistral.

Y prosiguió la obra hasta el camino de la redondez, apenas una capetillina entrelazada, Sánchez se gusta en la dosantina y también en el derechazo en rendondo por completo y el pase, soberbio, de la firma.

Solo que es demasiado para el burel.

Que se escurre.

Que se raja.

Y que levanta la cara cuando Sánchez alarga la faena, innecesariamente, entra a matar en la suerte contraria y, claro, para variar, pincha. Dejando el destino, su inclusión en el 5-F, en manos de otros tantos afectos al adamismo y desafectos al toreo bueno.

Que se rubrica con las orejas. Dice un buen aficionado: “No se puede estar tan mal luego de estar tan bien.”

En absoluto.

Ojalá que no quede fuera de una fecha clave donde por calidad debe estar pero donde sus fallas con la espada lo empata en cantidad con otros cinco.

Ya veremos que ofertan el lunes.

No confiemos en la empresa, empecinada en ensuciar el río de la torería.

Y peor, aun, el de la categoría de la Plaza.

Texto: @CaballoNegroII.

RESUMEN DEL FESTEJO.

Plaza México. Temporada Grande 2017-2018. Domingo, Enero 28 de 2018. Décima Primera de Derecho de Apartado. Menos de Un Cuarto de Plaza en tarde muy fría con viento fuerte y molesto a partir del quinto y fuerte lluvia al final de la corrida.

8 Toros, 5 de Fernando de la Mora (Amarillo y Blanco) pitados de salida. Rechazados varios en la semana y remandado el quinto turno. Impresentable, el sexto turno ha sido debidamente devuelto, un encierro de segunda. Manso y débil, salvo el segundo que sacó algo de casta en la muleta; 1 de Xajay (Divisa Rojo y Verde) el quinto. Serio y bien hecho, con bravura ha sido pesimamente lidiado. Y 1 de Montecristo (Divisa Obispo, Oro y Verde) Grande y corraleado, sobrero que sustituye al sexto, corraleado y con edad, sacó malas ideas.

Juan Pablo Sánchez (Malva y Oro) División y Ovación con Saludos. Arturo Saldívar (Obispo y Oro) División y Silencio. Ginés Marín (Aguamarina y Azabache) Pitos y Silencio tras Tres Avisos.

Mala tarde de las cuadrillas banderilleando a contraquerencia y mal colocados, enganchados y a la media vuelta, aun así, tras pasar en falso Diego Martínez se desmontera inmerecidamente en el segundo tercio de la lidia del quinto.

Al finalizar el paseillo se rinde minuto de homenaje en memoria del ganadero Luis Álvarez Bilbao, de Barralva, y el Juez de Plaza, Matador de Toros Ricardo Balderas, fallecidos lamentablemente en la presente semana.

2 respuestas a “El Río Seco – Temple Inacabado de Juan Pablo Sánchez en plena debacle de La México.”

  1. Terrible ver lo qué pasa en la Plaza Mexico. Terrible ver una transmision de TDN que narra lo que no es. No se donde estaban cuando llega el tercer aviso y dicen es el segundo.
    En bien tuvo el rey de la fiesta en caer descabellado en ese momento. Después de los 30 salvajes golpes que esté español sobrevalorado le ha acertado sin matarle dignamente.
    Para que queremos antitaurinos, con los que están en la fiesta bastan.

  2. Petardo ganadero y que decir de la empresa que pareciera empeñada en acabar con la afición a los toros en La México, Saldívar mal, hace poco se hablaba de un resurgir y mejora en su toreo, no lo ha demostrado. Nadie se salva de la crítica en esta corrida, la Autoridad una burla más.

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