Las Ventas: el coso (casi) centenario 

De SOL y SOMBRA.

Tal día como hoy, en 1922, Madrid veía nacer Las Ventas, uno de los colosos cumbre del toreo mundial. Sometida a un proceso de reforma, el centenario edificio neomudéjar se comenzó a construir durante la dictadura del General Primo de Rivera y se finalizó en la Segunda República.

En el día de San José de hace hoy 96 años, Madrid vio cómo se colocaba la primera piedra de Las Ventas, la plaza de toros más grande de España, que recogía el nombre de la zona en la que se erigía.

La primera piedra de este coloso neomudéjar abriría una nueva página en la historia del toreo mundial. Con una capacidad actual de 23.798 espectadores, es, además, la tercera plaza del mundo con más aforo, por detrás de la de México y de la venezolana ciudad de Valencia.

De plena actualidad por su controvertido proceso de reforma -que ha sacado los conciertos artistas tuvieran que cancelar sus conciertos por motivos de seguridad-, el ruedo es, del mismo modo, el segundo mayor en el mundo en cuanto al diámetro, con 60 metros, detrás del de Ronda. Desde 1994, la plaza de toros de Las Ventas está protegido como edificio Bien de Interés Cultural (BIC).

Idea de un torero

De estilo neomudéjar, con estructura metálica y fachada de ladrillo visto, el casi centenario coso ha sido testigo de los cambios políticos que han sacudido durante décadas el país. Se comenzó a construir durante la dictadura del General Primo de Rivera y se finalizó en la Segunda República. La anterior plaza, la de la Fuente del Berro (situada en la carretera de Aragón, donde se encuentra ahora el Palacio de los Deportes) tenía una capacidad inferiora la demandada por el público.

“El torero José Gómez ‘Joselito’ fue quien tuvo la idea de construir una plaza monumental que albergase el mayor número de espectadores y que además abaratase el precio de las entradas. La nueva plaza fue diseñada por el arquitecto José Espeliú, que murió antes de ver la obra terminada. Concluyó el proyecto el destacado arquitecto Manuel Muñoz Monasterio, quién también diseñó el Estadio Santiago Bernabeu.”, explica la entidad encargada de su gestión.

La construcción fue un rosario de problemas por el lugar escogido para su ubicación, “que necesitó de abundantes desmontes y arreglos”.

Hasta el 16 de junio de 1931 no se celebró una corrida. El cartel, cuya réplica está en la Puerta Grande, incluyó a ocho matadores, que lidiaron con el pretexto de un evento benéfico para recaudar fondos para los madrileños en paro. La plaza no volvió a celebrar una hasta el año 1933 y la inauguración oficial -aunque ha sufrido varias- fue en 1934, con la clausura de Fuente del Berro. Los festejos durarían poco porque, durante la Guerra Civil, “el ruedo se convirtió en una gran huerta para abastecer a los soldados”.

En 1947 Livinio Stuyck creó la Feria de San Isidro coincidiendo con el día del patrón. La idea de dar festejos durante días continuados, conformando un serial, que consagró a Madrid como “la plaza más importante a nivel mundial”, según las mismas fuentes. Esta es, en la actualidad, la feria con mayor número de festejos.

Publicado en Madridiario

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