¿La Fiesta en Paz? Triunfos en Teziutlán, sordera en la capital

La negligencia de gobiernos seudomodernos propició que la codicia de los toros se transfiriera a la codicia de promotores autorregulados. Foto Archivo.

Por Leonardo Páez.

Los diestros mexicanos Joselito y Luis David Adame obtuvieron tres orejas y cuatro y un rabo, respectivamente, en los importantes cosos de El Burgo de Osma y Cantalejo, España, siendo en este último donde Luis David lidió una bien presentada corrida de Sánchez Arjona, cortándole a su primero dos orejas y al segundo las dos y el rabo, en reciprocidad con las apoteosis de cachondeo protagonizados aquí en las principales plazas por los ases importados con novillones dóciles y pajecitos locales, en ese deliberado subdesarrollo taurino de hace décadas, uno de los daños colaterales del neoliberalismo que impera en México.

Triunfaron en Teziutlán, en las primeras dos corridas de su feria anual, las ganaderías de Piedras Negras y Tenexac, junto con el joven poblano Héctor Gabriel, permitiendo sus reses un toreo emocionante, exigente y estético a la vez, en el que la emoción prevaleció sobre la diversión. ¿A cuenta de qué o por órdenes de quién, la clonada empresa de la Plaza México –copia lamentable de su antecesora–, no volvió a anunciar una corrida de Piedras Negras, luego del regreso triunfal de ésta, en marzo del 16? ¿Tendrán que pasar otros 22 años para que el prestigiado hierro rojinegro regrese al autorregulado coso de Insurgentes?

¿Qué méritos tiene que hacer Tenexac para contar con la displicente anuencia de los nuevos señores de la plazota? Si hoy en Teziutlán triunfan los toros de De Haro, que tampoco han regresado a la Plaza México, ¿cuánto habrá que esperar para que esta ganadería vuelva a ser anunciada? Si la oferta empresarial en México continúa reducida a los predecibles y comodones julis, ponces, hermosos y demás, es que no hay disposición a escuchar las ya lejanas advertencias del próximo Presidente de México: “…empresas, ganaderos, toreros, etc., no parecen tener mucho éxito con el espectáculo que supuestamente deberían promover… no han sabido promover toreros mexicanos que sean negocio”. Sigamos pues como el tío Lolo, soñando con la gloria y haciendo como que buscamos toreros.

El próximo sábado, en la ciudad de Táriba, Venezuela, toma la alternativa el novillero mexicano Rodrigo Cepeda El Breco, hijo del matador Miguel, de tan entregada como desaprovechada trayectoria.

El padrino será el diestro venezolano Curro Ramírez, el testigo el zacatecano Jorge Delijorge y los toros de Campolargo. Increíble que tampoco en materia taurina los latinoamericanos sepamos unir esfuerzos.

Publicado en La Jornada

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