Opacidad y desacato en el Nuevo Progreso de Guadalajara

Por Edgar Flores.

No han sido suficientes los actos que el actual juez de plaza de la Nuevo Progreso ha hecho a lo largo de su gestión como máxima autoridad de ese escenario. Desde hace tres años, Arnulfo Martínez ha perjudicado a ganaderos, matadores, afición e incluso peñas taurinas.

Por ejemplo, acciones como vetar una ganadería por un año y ser permisivo en su propio veto dejando que ésta lidiara antes de cumplirse el castigo.

La impunidad con la que opera en su juicio personal ha quedado de manifiesto en la presente y casi recién iniciada temporada de novilladas.

Martínez removió de su cargo en la primera novillada, celebrada el 9 de septiembre, al asesor del juez, Carlos Reyes, con nombramiento emitido por el Ayuntamiento de Guadalajara; así como al jefe de callejón, Carlos Alberto Barbosa, sin que esto le competa, según marca el Reglamento Taurino de la Ciudad de Guadalajara.

La primera novillada se dio sin que el asesor, Carlos Reyes, ocupase su cargo como lo manda su contrato, el cual se mantiene vigente, al igual que el del jefe de callejón, hasta el 30 de septiembre. Los motivos: decisión del juez, sin que ello tenga valor reglamentario para que surta efecto.

No hubo jefe de callejón y tampoco asesor. El lugar del asesor fue ocupado por un tercero que, en principio, no tiene nombramiento por parte del Ayuntamiento y se desconoce su trayectoria.

Y es que el reglamento es enfático en que el juez de plaza deberá procurar que quien ocupe el cargo de asesor sea matador de toros en retiro o, por lo menos, novillero con actuación en la Plaza México.

Aunque esto no resulta obligatorio, el procurar responde a agotar los recursos para que el cargo sea ocupado como lo marca dicho documento.

En la tercera novillada del serial, Carlos Reyes regresó a cumplir con su cargo de asesor, sin que éste diera declaraciones sobre la mencionada destitución o el porqué de no estar presente ni en el sorteo de los toros ni en el palco de autoridad.

La Nuevo Progreso opera desde la primera novillada de 2018 sin jefe de callejón. Las únicas dos tardes que se han podido dar en el serial han sido con el auxiliar del cargo en mención, quien funge como tal. Esto, cabe señalar, sin que la empresa haya sido notificada.

Buscamos a Carlos Alberto Barbosa, actual jefe con nombramiento, sin tener respuesta.

ETMSA, al margen

La empresa Espectáculos Taurinos de México (ETMSA), que opera la Nuevo Progreso por conducto de su director operativo, Jorge de los Reyes, decidió mantenerse al margen de lo que acontece en el coso tapatío.

Y es que la parte reglamentaria que compete al municipio, como vigilar o castigar que se cumpla con el reglamento, no es de su injerencia.

Lo que sí advierten es que si algo llegara a pasar en el callejón, al no haber o estar presente el jefe con nombramiento, será responsabilidad del Ayuntamiento y sus autoridades.

¿Qué es un jefe de callejón?

El jefe de callejón es el encargado de múltiples operaciones realizadas en el ruedo, tales como atestiguar la firma en los pases para la gente que ocupará un lugar tras el ruedo, verificar las puyas de los picadores, banderillas, entre otras cuestiones, así como hacer cumplir el reglamento en lo que a su cargo compete.

El Ayuntamiento de Guadalajara ignora las quejas:

La empresa y ganaderos, así como peñas taurinas, han emitido cartas de inconformidad por situaciones que ponen en entredicho el buen ejercicio de la tauromaquia y el buen quehacer en el cargo de Arnulfo Martínez.

La regidora de espectáculos de Guadalajara, Jeanette Velázquez, afirma que dichas quejas fueron recibidas, pero no les dieron solución.

“Estoy enterada que Arnulfo echó al jefe de callejón y al asesor. Respecto a las cartas y quejas, hemos tratado de darles la contestación, pero eso queda ya en el tema de sindicatura del Ayuntamiento de Guadalajara. Yo creo que ya la siguiente administración tratará de retomar los temas pendientes y en esta parte le tocará a la nueva comisión llamarlo a comparecer en todo caso que Arnulfo continúe como juez de plaza”.

Lo anterior corrobora que de los actos que el juez ha hecho desde 2016, el Ayuntamiento ha sido omiso en poner mano firme a las decisiones polémicas en materia de reglamento que toma el juez, sin que le competa mover o ser flexible en lo que marcan cada uno de sus artículos.

Ante la incertidumbre de que Guadalajara opera en su plaza de toros sin una autoridad con nombramiento, el alcalde de Guadalajara, Enrique Ibarra Pedroza, admite que el cargo de juez es polémico, pero fue claro en afirmar que no se ha sancionado al juez de plaza por desacatar el reglamento.

Publicado en NTR Guadalajara

Una respuesta a “Opacidad y desacato en el Nuevo Progreso de Guadalajara”

  1. Un payaso importante el tipo este cuya prepotencia, soberbia, falta de conocimientos y superficialidad campean a sus anchas con la venia y desinterés de la inútil presidenta de la Comisión de Espectáculos del Ayuntamiento de Guadalajara. Evidentemente la empresa, con un juez a modo, va a mantenerse al margen.

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