Crónica: Bochornoso regreso de Enrique Ponce a Guadalajara

Tercera corrida de la temporada 2018-2019 en la Plaza de Toros Nuevo Progreso. Encierro de Bernaldo de Quirós terciado en presencia, débil y descastado.

Enrique Ponce, silencio y bronca.

Juan Pablo Sánchez, silencio y silencio (1 aviso).

Sergio Flores, silencio y silencio.

Por Luis E. Carvajal – De SOL y SOMBRA.

LA PREVIA.

En el papel el regreso a la Nuevo Progreso de Enrique Ponce tras 16 años de ausencia pintaba para un tarde grande que se tornó color hormiga desde inicios de semana, después de que el juez de plaza Arnulfo Martínez rechazara 5 de los 7 toros que el ganadero Juan Pedro Barroso envió a Guadalajara.

Pronto comenzó el debate en las redes sociales respecto a la incompetencia del juez, la complicidad del maestro de Chiva y las fotografías del encierro de Jaral de Peñas. Lo cierto es que los animales que descansaban en los corrales de la plaza lucían una romana imponente pero acusaban una falta de armonía y los estragos del traslado afectaron su pesaje, lo que derivó un inminente rechazo de la mayoría de los bureles del encierro. El ganadero con el orgullo golpeado decidió que retiraría la corrida completa sin aceptar que únicamente se lidiaran los toros aprobados.

Con más pinta de un cambio premeditado que de un as bajo la manga, la empresa ETMSA solicitó una prorroga al ayuntamiento de Guadalajara y en menos de 24 hrs presentó un encierro de Bernaldo de Quirós que fue aceptado y reseñado por las mismas autoridades que acusaron de faltos de trapío a los “Jarales”. Olía muy mal el desenlace y a las 4:30 de la tarde del Domingo se destapó la cloaca y comenzó el bochorno.

LA CORRIDA.

Como si fuera un fantasma de aquella tarde del 19 de Noviembre de 2007 en que se desató un tremendo sainete y una bronca monumental hacia José Tomás y la empresa que reseñaron un encierro infumable de diversas ganaderías después de haber creado una gran expectación en la afición tapatía que cumplió con una gran entrada.

Una decepción anunciada, un despropósito sin igual y una vergüenza inaudita. El encierro Bernaldo de Quirós no fue malo, fue pésimo. Un desfile de animales podridos sin trapío, gordos, mansos, descastados y con una debilidad insultante.

El primer astado de Enrique Ponce acusaba falta de fuerzas desde los primeros lances y al encuentro con el picador se rompió el pitón derecho por lo que fue devuelto a corrales. Con el que lo sustituyó, Ponce dibujó un par de verónicas coreadas y una bonita media. Después del tercio de banderillas el animal no podía ni con su alma y arrastraba los cuartos traseros. En su labor de enfermero Enrique Ponce intentó agradar con su repertorio y embraguetándose al natural dejó muletazos con sabor pero sin toro nada tiene sentido. Bajonazo infame y se fue silenciado.

Con su segundo toro, el mismo cantar debilidad a raudales y un animal sin la presencia que exige Guadalajara. Como si su enemigo fuese un toro de bandera para voltear la plaza de cabeza, en una muestra de altanería el diestro de Chiva se llevó al soso Bernaldo frente al tendido de sol que toda la tarde recriminó el cambio del encierro. Con mucha entrega y ganas de agradar hiló tandas por ambas manos que solamente el público ocasional jaleaba. Pincha en más de 3 ocasiones y se va con una fuerte bronca al callejón. Que poca torería y que falta de respeto al que paga su boleto con ilusión por ver a una figura consagrada con más de 35 años de alternativa mostrar su maestría con TOROS BRAVOS a su altura y a cambio recibe una sonrisa sin vergüenza lanzando besos al tendido al retirarse del recinto cobijado por un unísono grito de “RATERO”.

Sus alternantes sufrieron el mismo pesar de un encierro infumable. Juan Pablo Sánchez comenzó la faena del primero de su lote en los medios de rodillas. Pronto tuvo que rectificar ante la mansedumbre del Bernaldo y a penas pudo trazar algunos buenos derechazos templados. Se apagó pronto, pincha al primer intento y al segundo deja una estocada entera fulminante. Se va en silencio. Con el 5to de la tarde aunque intentó agradar la tarde iba en declive, se fue silenciado por sus desatinos en la suerte suprema.

Sergio Flores fue entrega pura y disposición pero se estrelló con el peor lote. Con el 3ro de la tarde nos deleito con una buena lidia y un trincherazo soberbio en el centro del ruedo. Con el que cerró el festejo poco pudo hacer ante su invalidez y abrevió ante la desilusión una tarde decepcionante.

Lo cierto es que desde la partida del Lic. Alfredo Sahagun la Nuevo Progreso ha dejado de ser un referente en cuanto a seriedad y respeto al eje de la fiesta EL TORO. Lastimosamente los encierros seleccionados las últimas temporadas por la empresa ETMSA anudado con la incompetencia y protagonismo del juez de plaza Arnulfo Martínez han terminado por darle al traste a la categoría que tanto trabajo le costó tener a esta plaza.

El próximo domingo 11 de noviembre se anuncia la despedida de Juan José Padilla acompañado por Sebastián Castella y Joselito Adame lidiando un encierro de San Miguel de Mimiahuápam.

2 respuestas a “Crónica: Bochornoso regreso de Enrique Ponce a Guadalajara”

  1. Y para qué siguen llendo a la plaza a verlo (a Ponce y demás ladrones)? Acaso no se cansan de que los roben? O van bien obedientes a los murrietas y los niño de Rivera a “defender la fiesta” o van a apoyar a nuestras “promesas” que solo les sirven de tapete a los figurines españoletes?

    Vayan, pero de verdad armen una BRONCA, de aquellas de quemar la plaza, a ver si así entienden estos cabrones empresarios y figurines y jueces.. O de plano que esto se acabe; para que así el tal Ponce diga que ustedes se “cargaron esto”

    Hay me cuentan..

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