Es lo que digo yo: La ascensión de Diego Ventura en México

Por Luis Cuesta – De SOL y SOMBRA.

Diego Ventura ha conquistado el pasado domingo 11 de noviembre la Plaza Mexico tras una inolvidable actuación en la que indulto al toro Fantasma de Enrique Fraga -un hecho histórico, sin duda, pues es el segundo indulto que un rejoneador obtiene en este coso-, lo que le convierte en el número uno indiscutible del rejoneo actual ya no solo en Europa, sino también en América.

La lidia de Ventura pasará a la historia por la manera de templar sus embestidas, sin ser violento, haciéndole las cosas despacio, hasta terminar imponiéndose al bravo astado de Fraga para conseguir hacerle lo que quería.

La faena que fue un compendio de antología del rejoneo, inició recibiendo a portagayola con la garrocha, después se lució a dos pistas, consiguiendo quebrar en varios pasajes por el lado contrario desencadenado la apoteosis al llevarlo muy prendido de la cola; llegando hasta el climax con el quiebro que puso la plaza de cabeza, aguantando hacia atrás para clavar a dos manos.

El resto ya es historia.

Es innegable que el rejoneo en la actualidad ha sufrido una enorme transformación desde los tiempos de Joao Moura y Pablo Hermoso, las cosas han cambiado y ahora se torea de otra forma. Antes era más violento. Hoy influye mucho más la doma, es decir, antes no se trabajaba tanto con el caballo como hoy en día con lo que se ha ganado en espectacularidad y sobretodo en temple, ya que se torea más despacio.

La actuación de Ventura además del nivel de perfección que alcanzó, tuvo la seriedad y la categoría que merece la Plaza México al presentarse con un lote de irreprochable trapío de Fraga (Parladé vía Domecq) que tuvieron temple y calidad en el caballo. Quizás por su encaste transmitieron más y dieron facilidades para hacerles las cosas bien y de una forma espectacular como todos lo añorábamos previo al festejo.

La apuesta de Ventura por este encaste cuidando el trapío de sus astados, nos recordó que el rejoneo no tiene que ser lo que algunos nos han querido vender en la última década en México en base a un toreo a caballo vulgar, sin emoción, cada vez más alejado de la tauromaquia clásica en donde el caballo le ha robado protagonismo al toro, y este -con los pitones vergonzosamente recortados y no despuntados, como deberían de marcar los Reglamentos en todas las plazas de toros- es, por lo general, un oponente sin defensa; provocando con esto un espectáculo más cercano hacía algo circense que taurino.

Ante esta decadencia Diego Ventura declaró recientemente al diario El País que el quería sacar al rejoneo del hoyo en que había caído y engrandecerlo. Y para ello buscaría recuperar la emoción, lidiando toros de otros encastes y así lo hizo el pasado domingo en La México. Ahora la gran duda será ver si consigue junto a su administración, mantener el nivel de seriedad en cada una de sus próximas actuaciones en nuestro país.

Pero lamentablemente para Ventura su estancia en México no será un jardín de rosas, ya que los tentáculos de su némesis, Hermoso de Mendoza, no le pondrán las cosa fáciles.

Hermoso de Mendoza que no torea con Diego Ventura desde el 2 de septiembre de 2016 en la plaza de Mérida (España), es actualmente apoderado por Espectáculos Taurinos de México (ETMSA) y en palabras del entorno de Ventura, la estrategia es evitar su ascenso en México, especialmente en aquellas plazas que dependen de su gestión.

Considerando el enorme monopolio que ejerce ETMSA en México, no solo en las plazas que maneja, si no también en la gran influencia que tiene sobre algunos personajes que gravitan en un negocio en donde los egos personales, las relaciones viciadas y las venganzas son el pan de cada día, el invierno mexicano de Ventura no será un ‘Resort Caribeño’ con grandes dosis de sol, tequilas y mariachis.

Afortunadamente Diego Ventura tiene todavía las mejores armas que pueden tener las grandes figuras y que les hacen imparables e indestructibles: Un inmensa afición, ganas de lucha y una gran capacidad de sacrificio e ilusión que hace que todo, pese a las adversidades, ruede a su favor y que sea en el ruedo, como debe ser, en donde demuestre porque es en la actualidad el número uno del rejoneo.

Honor a quien honor merece.

El resto de la corrida inaugural.

El resto de la corrida inaugural desafortunadamente ha sido un completo despropósito y hay que decirlo cuantas veces sea necesario. Ni la oreja que le regaló la empresa a Ponce, vía un juez de plaza sin autoridad, pudo salvar el resto de la tarde del naufragio total.

Nuevamente falló el encierro de Barralva, esta vez no solo en su juego, si no también en su presentación, mientras que Enrique Ponce consiguió algunos momentos buenos en su primero, pero se desdibujó en su segundo toro, dejándonos una impresión de impotencia y desánimo.

¿Y los mexicanos?

Tampoco estuvieron al nivel que hubiéramos querido todos.

Irreconocible anduvo en esta ocasión El Payo que se llevó una cornada en el segundo de su lote, mientras que Luis David Adame aunque puso voluntad, le faltó estructurar sus faenas en las que ademas abuso del toreo eléctrico, dejando con esos antecedentes escapar otra importante oportunidad.

Es lo que digo yo.

Twitter @LuisCuesta_

Para el próximo domingo se anuncia un encierro La Estancia para Ignacio Garibay que se despide, Sebastián Castella y Diego Silveti.

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