Corrida Guadalupana 2018: La sospecha de fraude como parte del espectáculo

¿Por qué nadie, ni autoridad, ni ganaderos, ni toreros, muestran el más mínimo interés por dignificar el espectáculo? ¿Acaso será por la afición tan poco exigente que pulula los tendidos actualmente? ¿Por qué la autoridad no aplica el Reglamento? ¿A quién beneficia este pernicioso espectáculo y la excesiva reventa en los alrededores de la Plaza México? ¿Por qué aunque se hable bien o mal de la fiesta la entrada promedio en la presente temporada no alcanza ni los diez mil espectadores?

Por Juan Carlos Valadez – De SOL y SOMBRA.

No hay fecha que no se cumpla ni día que no llegue y así llegamos a la esperada corrida Guadalupana 2018 con un cartel de lujo, pero con un aire polémico por las formas y las circunstancias que lo rodean, justo como sucedió en su edición anterior.

Cómo siempre la reventa arrasa en las taquillas de la México bajo el contubernio de autoridades y empresa, como sucede puntualmente cada cinco de febrero o doce de diciembre, las únicas dos fechas del calendario taurino capitalino en las que los aficionados se encuentran con la sorpresa de que no hay entradas disponibles desde el primer minuto en que se abre la venta libre al público.

Los aficionados acusan contubernio entre la empresa, autoridades delegacionales y revendedores, quienes ofrecen boletos a unos metros de las taquillas con completa impunidad.

En resumen, un fraude. Pero vamos por partes.

Comenzaré por decir que el fraude en la fiesta brava es una lacra, pero para el sistema es parte de su naturaleza y una forma sustancial del mismo, prueba de ello es el fraude genérico que acontece domingo a domingo en la presente temporada grande 2018 – 2019.

Continuemos señalando al toro que sale al ruedo de la plaza y que quizás este miércoles no será la excepción, ese toro que sólo soporta un puyacito leve y anda siempre en el límite de la casta y de sus fuerzas. Ante esto, la palabra lástima es la palabra más oída en la presente temporada en los tendidos y redes sociales. En la TV es la excepción, solo que ahí los narradores están obligados a justificar la triste comedia que se desarrolla en la arena y a enaltecerla con triunfalistas adjetivos, es por eso que hoy está nueva hornada de narradores y empresarios constituyen el principal conglomerado que intenta encubrir el penoso episodio que aparece cada semana en la pantalla para horror y vergüenza de todos los espectadores.

Por su parte algunos taurinos se complacen mucho con estas corridas televisadas, pero cuando la cosa se les puede poner más caliente como en la presente edición de La Guadalupana, extrañamente apagan la señal. Y es qué hay que tapar al máximo las carencias del espectáculo, procurar la máxima comodidad de los actuantes, y como demostración de que el fraude no existe, suelen cantar a los cuatro vientos: “Pero, ¿a quién beneficia esto señores?, ¿A quién beneficia que los toros no tengan trapío y se suprima el sorteo en un festejo formal? Ese es su argumento supremo.

Pero ellos mismos lo saben mejor (y la afición lo comprobará este miércoles) que las ventajas pueden contarse por cientos. Hace un año con José Tomás en el festejo a beneficio de los damnificados se suprimió el sorteo y se alteró el orden de lidia, aquella vez quizás por el fondo y el caritativo fin se justificaba un poco más. Pero en está edición, ¿que justifica que la nueva figura del toreo mundial, es decir Roca Rey, llegue con dos toritos bajo el brazo teniendo como teloneros a Morante de la Puebla y a nuestros paisanos, que nuevamente acuden como invitados de lujo?

Y algunos taurinos y publicronistas dirán; ¿pero que ventajas hay con esto?

La primera consiste en seguir llevando ese toro mermado de su agresividad y en eludir al que tiene casta, como en el caso de Morante de la Puebla y de Joselito Adame que optan por astados de Teófilo Gomez y Santa Bárbara, dos ganaderías que llevan un saldo negativo en la pasada y presente temporada. No hay que saberse el Cossío de la A la Z para saber que casi todos los procedimientos que emplean para evitar al máximo el riesgo son variados y suelen ser efectivos, por eso recurren siempre a este tipo de prácticas.

A todos nos gustaría saber si Morante de la Puebla y Roca Rey harían los mismo en Madrid. Seguro que no y que algo así no pasaría por su mente, pero sería imposible en la práctica. Afortunadamente para los matadores extranjeros estos cuentan con una empresa paternalista, que está para cumplir todos sus deseos por medio de unas autoridades arrollidadas, que también están para defender cualquier impedimento que afecte su ‘show’, así tengan que pasar sobre los aficionados.

Hace un par de semanas estos representantes de los estamentos taurinos aparecieron en una marcha, jurando su amor a la fiesta y aprovecharon para difundir entre ellos su teoría de que si hay males en la fiesta, estos solo se deben a la demagogia de algunos políticos, de los antitaurinos… y también de algunos críticos taurinos. Actuaron con soberbia y se vanagloriaron por él éxito de la marcha, tan solo para llevarse unos días después otro portazo en las narices por parte de la afición en la cuarta corrida de la temporada grande, en donde no se registró ni un cuarto de entrada en la plaza.

Pero siguen haciendo como que la virgen les habla y con esto los problemas continúan acumulándose, como el del afeitado que está comenzando a invadir el tendido en la presente temporada y que ante tanto ventajismo ha reaparecido con mucha fuerza, como pudimos ver el pasado domingo con la corrida de Santa Bárbara y que se está esparciendo como un virus mortal entre una afición que ya se cansó de pagar por un espectáculo manipulado y que además no le ofrece ninguna certeza de pureza ni de honorabilidad.

Es cierto que aún con el fraude del afeitado o cualquier otro, la corrida de toros se desarrolla con riesgo, de eso no cabe duda. Pero, en tal caso, es un riesgo atenuado y es, sobre todo, una desnaturalización de un espectáculo que consiste en la lidia del toro bravo íntegro, además de ser un fraude, un engaño, una traición a todos los que pasan por la taquilla y una puñalada trapera al corazón de la fiesta de los toros.

¿Por qué nadie, ni autoridad, ni ganaderos, ni toreros, muestran el más mínimo interés por dignificar el espectáculo? ¿Acaso será por la afición tan poco exigente que pulula los tendidos actualmente? ¿Por qué la autoridad no aplica el Reglamento? ¿A quién beneficia este pernicioso espectáculo y la excesiva reventa en los alrededores de la plaza? ¿Acaso maquillando el ruedo y las tablas conseguirán maquillar las sospechas del afeitado y de la falta de trapío del terciado encierro que han traído bajo el brazo los toreros?

Y así llegamos al 12 de diciembre con dos figuras que por sus formas han fomentado las sospechas de fraude, junto a dos toreros nacionales en modo de “compadrazgo automático” y una autoridad incompetente e incapacitada para defender los derechos de quienes mantienen con su bolsillo este negocio, del que por cierto viven muy bien algunos de los verdaderos enemigos de la fiesta.

Por eso hoy más que nunca hay que recordar las palabras de Alfonso Navalón: “Este mundo fascinante de emociones y ensueños se ha convertido en un burdo negocio donde todos quieren vivir a costa de humillar al toro. Ya no es el Rey de la Fiesta. Es sólo una pobre víctima del egoísmo de los taurinos que le quitaron la casta, la fuerza y encima le asesinan en el peto, y luego unos presuntuosos toreros se hacen millonarios, practicando la trampa y no la arriesgada técnica del buen toreo. Para colmo, los cronistas corruptos ignoran su gloria en el triunfo de los toreros y lo difaman para justificar el fracaso de los incompetentes”.

Toda verdad tiene su hora. Tiempo al tiempo.

Twitter @Twittaurino

Diciembre 12, Corrida Guadalupana: Toros de diferentes hierros para Morante, José Adame, Sergio Flores y Roca Rey.

Sin sorteo, estos son los hierros que van lidiar los espadas:

Morante: Xajay y Teófilo Gómez.

José Adame: Santa Bárbara y Barralva.

Sergio Flores: Los Encinos y Campo Hermoso

Andrés Roca Rey: Villa Carmela y Jaral de Peñas.

Más información de la Corrida Guadalupana 2018 AQUÍ

5 respuestas a “Corrida Guadalupana 2018: La sospecha de fraude como parte del espectáculo”

  1. La entrada promedio de lo corrido en temporada grande no llega a 7.000, 1/6 del aforo total de La México. Da pena ver la grada general de la parte superior del embudo prácticamente desocupada fecha tras fecha, harían bien no vender boletas en ese tendido y tratar de llenar siempre el numerado. Es menos vergonzoso tratar de empujar a que la gente se aglomere en los tendidos inferiores y no se vea tanto cemento

  2. Todos los que aquí expresan su verdad y señalamientos sobre lo que acontece a nuestra dizque fiesta de los toros, y los que hacemos réplica en pro sobre dichos señalamientos, lo único que hacemos es gastar neuronas, corajes, poner esperanzas a que haya ¡ECO! de lo que aquí valientemente sé denuncia y que sucede? pues, ¡NADA! la mafia del poder taurino, sigue haciendo de las suyas sometiendo a sus caprichos y voluntades, al cautivo aficionado para que trague lo que le da ésa abominable mafia.

    Es por demás seguir señalando o acusando a ésa turba de delincuentes de cuello blanco de la industria taurina ya que le importa nada de estos valientes comentaristas o cronistas que siguen y siguen denunciando tanta latrocinio; pues, lo único que reciben por respuesta sí es que la hay, es que son unos amargados un servidor, los invita a que dejen de escribir al respecto y comiencen a utilizar el silencio total como lo hiciera por allá en el siglo XVI, el abogado Thomas Moro, a las barbaridades que cometía el soberano de Inglaterra, Enrique VIII. Y que conste, que el callar no es otorgar como lo aclaró valientemente Thomas Moro, ante el vendido parlamento inglés.

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