Historia de la Ganadería de San Mateo

El próximo domingo 13 de enero se cierra la primera parte de la Temporada Grande 2018 – 2019 en la “Plaza México” con un cartel compuesto por Federico Pizarro que se despide, Fermín Rivera y Gerardo Adame.

La ganadería de San Mateo, del arquitecto Ignacio García Villaseñor, reaparecerá en la Plaza México este domingo en un cartel con el que intentará recuperar el prestigio y demostrarle al mundo taurino que se encuentra en buen estado y en condiciones de seguirle dando brillo al legendario hierro, madre prácticamente de todas las ganaderías de bravo en México.

Por Luis Cuesta – De SOL y SOMBRA

Según algunos autores, la hacienda de San Mateo se fundo en el siglo XVII por el Conde de Mateo en el actual municipio de Valparaíso, estado de Zacatecas. En las grandes extensiones de esta hacienda se criaba ganado lechero y de carne, además de caballos, chivos y aves.

En el año de 1899 los hermanos Antonio y Julián Llaguno González seleccionan, entre centenares de reses criollas, aquellas que por su bravura pudieran ser utilizadas para dar corridas de toros. Para dar a conocer a sus reses, organizaron una serie de festejos en varias plazas de la República, entre ellos una corrida en 1906 en la plaza de San Marcos de Aguascalientes, para el diestro español Ricardo Torres “Bombita” y el matador Fermín Muñoz “Corchaito”, esa tarde el ganado dio un buen juego, lo que entusiasmó a “Bombita” y les propuso mejorar su ganado trayendo ganado bravo español de un conocido suyo, el Marqués de Saltillo.

Meses después don Antonio viaja el a España y su amigo el matador Ricardo Torres le presenta al Marqués de Saltillo, quien lo invita a quedarse en su dehesa por algunos días. Don Antonio, que era un hombre de campo y por lo tanto muy madrugador, aprovechaba las mañanas para platicar con el mayoral y los vaqueros y tomaba sus notas del ganado existente que tenía el Marqués.

Cuando trató la compra de las primeras seis vacas y dos toros, el marqués pidió un alto precio, el cual aceptó don Antonio a cambio de tener la libertad de escoger el ganado. Se cerró el trato y cuán grande fue la sorpresa del Marqués al ver que se había seleccionado lo mejor que él tenía.

De esta manera se embarcó el pequeño lote y tres años después llegaria un segundo lote de diez vacas. Con este píe de cría se inicia el prestigio de esta ganadería que ha regado su sangre en casi todas las ganaderías de toros de lidia de México.

Don Antonio era un gran conocedor de genética bovina para ganado de engorda, la cual aprendió en Suiza modelo que adaptó y aplicó para su ganado bravo. Formó cuatro familias y las cruzó con sus dos sementales. Para entonces había estallado la revolución, lo que les complicó enormemente la crianza del ganado.

En un principio lo llevaron a lugares montañosos, pero no lograron parar el hurto de sus reses, lo que orilló a don Antonio a llevarse un lote de 50 cabezas a un corral en la ciudad de México para poderlo salvar, e inclusive se afirma que llegó a tener ganado en el jardín de su casa.

Al terminar la Revolución reembarcan las reses a Zacatecas pero unos meses despues tuvieron problemas con los agraristas, lo que les llevó a tomar la decisión de dividir la hacienda, de esta manera en 1932 nace la ganadería de Torrecilla, en la hacienda de el Sauz del municipio de Valparaíso, Zacatecas, quedándose don Julián Llaguno al frente de de la misma.

En 1935 don Antonio ve como su ganaderia es afectada vorazmente por los repartos de tierras a los ejidatarios y decide llevar parte de su ganado a la hacienda de Pozo Hondo en el municipio de Villa de Coss, Zacatecas, a tan solo 180 kilómetros de distancia, sin embargo, los problemas de invasiones no se acabaron.

El 15 de Enero de 1953 fallece don Antonio y la ganadería pasa a manos de su hijo José Antonio Llaguno García quién en 1959 cambia su ubicación al rancho El Cuatro en el municipio de Villa Jiménez, Michoacán, gracias al apoyo que le brinda don Dámaso Cárdenas del Río. 

Unos años después, en 1965 José Antonio Llaguno le vende el 50% de la ganadería al empresario taurino don Ignacio García Aceves, llegando a un sano entendimiento: José Antonio atendería todo lo relativo a la genética y don Nacho, todo el aspecto de la comercialización, involucrándose el hijo de éste, el Arq. Ignacio García Villaseñor, en virtud de que el señor Llaguno radicaba en Sevilla, España.

Así funcionaron durante 14 años, hasta que en 1979 don Nacho y su hijo compraron el 50% de los Llaguno y se convirtieron en los únicos propietarios. Dos años después, deciden trasladar todo el ganado al rancho El Cuadrado, y parte del ganado que ahí se encontraba, lo envían al rancho El Cuatro en Michoacán.

Antes de esta compra, en el año de 1970 habían adquirido de la viuda del señor Miguel Franco el rancho El Cuadrado, que había sido parte de la Hacienda de la Llave en el Municipio de Valle de Guadalupe, Jalisco y que albergaba la ganadería de San Marcos.

La ganadería de San Mateo se presentó en la ciudad de México con una novillada un 12 de diciembre de 1912, en la extinta plaza El Toreo de la Condesa, en la que actuaron Rosendo Béjar, Ernesto Pastor y Francisco Bonar “Bonarillo”, destacando por su bravura el novillo “Caramelo” que lidio Ernesto Pastor.

Desde entonces ha empleado la divisa rosa y blanco y su hierro, que data de principios de siglo, es una “S” con una “E” sobrepuesta que son las iniciales de Soledad Escobedo. La afamada ganadería dedico más su tiempo a vender su ganado para la creación de nuevas ganaderías o refrescar la sangre de muchas otras; sin embargo, no podrían dejar de mencionar algunos toros que ayudaron a encumbrar a toreros.

Agustín Linares, en su libro “Los Toros en España y México” nos narra algunas lidias extraordinarias de los toros de la divisa rosa y blanco como la de “Bailador” que el 7 de febrero de 1915 mató a siete caballos en El Toreo de la ciudad de México; “Pardito” lidiado por Ignacio Sánchez Mejías, el 21 de Abril de 1921 en Aguascalientes, del que dijo nunca haber visto en su vida toro con tal bravura; “Quitasol” y “Cocinero” lidiados por Rodolfo Gaona en el Toreo el 23 de Marzo de 1924; “Fundador” con el cual “El ave de las Tempestades” don Lorenzo Garza bordara la faena más clásica de su vida, el 15 de Marzo de 1936; “Famoso” lidiado por Luís Castro “El Soldado” el 7 de Enero de 1945 en el Toreo, con quien don Antonio daría su última vuelta al ruedo, ya que por su enfermedad no podría presenciar la lidia de sus toros desde el callejón.

“Cuadrillero” lidiado el 22 de Julio de 1951 en La Plaza México por Fernando de los Reyes “El Callao”, mereciendo que al bravísimo animal se le dieran dos vueltas al ruedo; “Montero” con quién se consagró en esta plaza Jorge Aguilar “El Ranchero” el 9 de Noviembre de 1952; “Cominito” y “Pajarito” lidiados el 12 de Diciembre de 1952 en la Plaza México por el español Luís Miguel “Dominguín”.

Guadalajara será, para esta ganadería, una de las plazas de mayores éxitos a lo largo de las siguientes décadas: El 21 de Marzo de 1963, una corrida que para muchos aficionados es considerada la “Corrida del Siglo” en la cual alternaron los diestros mexicanos Manuel Capetillo y Joselito Huerta, y los españoles Joaquín Bernadó y Paco Camino. Se cortaron 9 orejas y 3 rabos, habiendo sido de excelsa lidia cinco de los ocho bureles. Un año después, el toro “Cuadrillero” es indultado, después de haber sido lidiado por Manuel Benítez “El Cordobés” el 24 de Febrero de 1964 en la Plaza El Progreso.

Zorrito” un toro cárdeno oscuro lidiado también en Guadalajara el 5 de febrero de 1966 por Manolo Espinosa “Armillita”, que fue indultado. El 23 de Octubre de 1974, “Charrasqueado” y “Juguetero”, dos toros entrepelados y bragados, lidiados el primero por Eloy Cavazos y el segundo por FranciscoCurro Rivera”, con los que ambos matadores se encumbraron ante la afición tapatía.

El viernes 21 de Octubre de 1977, en su presentación el matador salmantino Pedro Gutiérrez Moya, “El niño de la Capea”, en una corrida nocturna, realiza con “Colmenero” #60, un toro negro entrepelado y bragado, una soberbia faena que se premia con dos orejas y el rabo. Cabe señalar que el público pidió insistentemente el indulto, lo que el juez no concedió, pero el artista taurino Jorge de la Peña lo inmortalizó en una de sus obras escultóricas, poniéndole como titulo “El toro que no debió morir”.

El 2 de Noviembre de 1980, el toro “Gorra Prieta” #12, negro mulato, tercero de la tarde, gana el indulto después de una espléndida faena de Jorge Gutiérrez. El Domingo 18 de Octubre de 1981, en los festejos del cincuentenario aniversario como empresario de don Ignacio García Aceves, en la Nuevo Progreso de Guadalajara, es indultado el toro cárdeno #24, de nombre “Buen Amigo”, lidiado por Manolo Arruza.

Esta ganadería es muy especial, ya que además de haber enviado ganado para algunas ganaderías de Sur América, se ha presentado en España donde debuto el 11 de Octubre de 1986 en Huelva, esa tarde alternaron el mexicano David Silveti con los españoles Tomás Campuzano y José Ortega Cano.

Tambien se presento en la Feria de San Isidro, en Madrid, con los hierros de San Mateo y de San Marcos, un 24 de Mayo de 1987, el cartel internacional lo integraban el matador francés “Nimeño II”, el mexicano David Silveti y el español Tomás Campuzano.

Twitter: @LuisCuesta_

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