Crónica de la 13ª Corrida de la Temporada Grande: ¿Quién mete gente hoy en las plazas de toros?

Otra mala entrada en la Plaza México para un cartel que prometía una mejor asistencia, pero la empresa de la Plaza México sigue sin conseguir que regrese la afición a la plaza. Es una pena ver tanto cemento en la plaza domingo a domingo.

¿Se trabaja poco o se trabaja mal?

En realidad no lo sé, pero no es solamente una opinión personal, ahí están las entradas como una muestra de ello.

Por Juan Carlos Valadez – De SOL y SOMBRA.

Nuevamente hubo un hato de toros mansos en la Plaza México, esta vez cortesía de la ganadería de Villa Carmela, pero entre ese hato sobresalió un toro bravo de nombre “Luna llena” lidiado en cuarto lugar que nos emociono mucho y aunque no pueda decirse que nos divertimos con el resto del encierro, es evidente que en la plaza no hubo el tedio de las tardes anteriores. Y no hubo tedio porque hubo emoción. Emoción que provocaron otros dos mansos, pero también encastados toros lidiados en primero y sexto lugar del hierro titular.

Emoción hubo en la impresionante cogida a Diego Silveti en el sexto. Un toro descastado no acude tras un torero, le da pereza. Pero un toro manso con casta, como el sexto de la tarde, piensa: esta es la mía, y fue por el, y tuvo a Silveti durante unos segundos angustiosos entre sus pezuñas.

Emoción hubo también con “Luna llena” un toro que le correspondió a Antonio Ferrera y con el que ha estado por momentos francamente bien y en otros considero que francamente regular. Así fue el “Frankestein” de faena que se inventó Ferrera desde que se abrió con el capote, después con la muleta inicio alternado por alto sacando al toro hacia los medios y ligando por fuera una buena serie de derechazos que finalizó con un cambio de mano y un doble pase de pecho.

Pero Ferrera tiende hacia el amaneramiento, no es un torero de pellizco ni está sobrado de arte, por eso tiene que buscar algunos accesorios para potencializar su toreo y estos los encuentra componiendo siempre la figura, sobrecargando su peso exageradamente sobre una de sus caderas y toreando encorvado. Así consiguió ligar otras series por el pitón derecho echando el cuerpo hacia el frente, casi siempre encorvado, abrochando una serie con un pase de pecho muy largo que fue de lo mejor de su actuación.

Por el lado izquierdo repuso entre pase y pase razón por la que no encontró eco en su serie y tuvo que regresar encorvado a ligar derechazos, pero sin ofrecer el pecho ante un toro que hay que decirlo, fue de triunfo grande.

Las tandas siguientes fueron muy desiguales, aunque ligadas, pero en medio de tal ligazón siempre había una tendencia hacía las prisas y tomarse de los cuartos traseros.

Mató de una estocada entera, pero algo caída y se llevó dos orejas muy polémicas de “Luna llena“, un toro que se merecía mínimo el arrastre lento, pero que increíblemente al juez Jorge Ramos le paso de noche.

Hay que decir que uno de los más graves síntomas de esta fiesta moderna que nos quieren imponer los empleados del Licenciado Bailléres es la benevolencia, una virtud estimable en la vida, pero que sólo tiene, como contrapunto en la fiesta brava, otra virtud cardinal: la justicia.

Esto viene a cuento por la actitud extremadamente benévola mostrada por el público de La México a lo largo de esta temporada, y que alcanzó su cima ayer. Si bien Ferrera tuvo una actuación destacada, los dos trofeos fueron excesivos. Pero ni la autoridad ni el público tuvieron un poco de congruencia en sus peticiones/conseciones y así seguimos un domingo sí y el otro también, machacando el prestigio de la Plaza México.

Con su primero Ferrera ha estado menos amanerado en su toreo y ha dejado algunos buenos muletazos, especialmente al natural. Si lo llega a matar al primer intento, seguramente hubiera cortado una oreja con esta benevolente afición y autoridad.

Terminó ayer su temporada (salvo qué se le anuncie en la oreja de oro) Arturo Saldívar. No tuvo, en general, suerte con sus toros. Tampoco puso toda la carne en el asador; y la realidad es que no pudo cuajar una buena tanda durante toda la tarde. Bien colocado y dispuesto en el primer muletazo, acababa descompuesto y sin mando en los subsecuentes.

Al inutilizarse para la lidia el segundo de su lote del hierro titular, tuvo que lidiar un deslucido sobrero de la ganadería de Villar del Águila (Xajay), con el que pasó algunas fatigas con el acero.

Hablar de Diego Silveti en estos momentos es hacer leña del árbol caído. Su primero fue protestado de salida, pero el juez con buen criterio no lo devolvió. Silveti que anduvo con soltura con el capote, sólo pudo trastearlo con decoro con la muleta y matarlo con algunos apuros.

El sexto era un toro de triunfo, pero Silveti simplemente náufrago y tuvo una de las actuaciones más deslucidas de su carrera en esta plaza. Impedido y bloqueado con el toreo fundamental, Silveti recurrió entre gritos de ¡toro! al efecto fácil pero tampoco terminó por emocionar, lo único que consiguió fue llevarse una espeluznante voltereta y una cornada que nos demostró que nunca pudo imponerse a su astado. Al final abandono muy maltrecho la plaza en una ambulancia.

Los golpes y las cornadas duelen, pero se curan, sin embargo la dignidad, las protestas del público y el saber que nuevamente has dejado ir otro toro de triunfo, eso en un torero debe ser mucho más doloroso. Ya es momento de que alguien de su grupo que le siguen, hable seriamente con el y lo ayuden para que ponga nuevamente los pies en la tierra. Porque de seguir así, su futuro luce muy complicado.

VILLA CARMELA, XAJAY / FERRERA, SALDÍVAR Y SILVETI

Plaza México. Decimotercera corrida de la Temporada Grande. Mala entrada. Seis toros de Villa Carmela, desiguales en presentación y juego, sobresaliendo el primero por su nobleza, el cuarto por su clase y bravura y el sexto por su clase. El 5o. se inutilizó en el tercio de banderillas y fue apuntillado en el ruedo. Un toro de regalo de Villar del Águila, bien presentado, pero manso y deslucido.

Antonio Ferrera: Ovación tras aviso y dos orejas ligeramente protestadas tras aviso.

Arturo Saldívar: Silencio y silencio.

Diego Silveti: Palmas y división de opiniones tras aviso.

Incidencias: Diego Silveti resultó herido en el 6o. Destacaron en banderillas Diego Bricio y Fernando García y en varas, Alfredo Ruiz.

El Juez Jorge Ramos cometió nuevamente una pifia (ayer fueron 3 o 4) al no aplicar correctamente el reglamento en el quinto toro, ya que al inutilizarse este antes de que finalizará el segundo tercio y tal como lo marca el reglamento en su artículo 68, debió de haber sido sustituido como quinto bis por el de Villar del Águila y no en séptimo lugar.

Parte médico de Silveti del doctor Rafael Vázquez Bayod:

“El matador Diego Silveti, durante la lidia de su segundo astado, sufrió grave cornada en la pantorrilla izquierda, y fue trasladado a la Unidad de Trauma al término de la lidia.

En la enfermería se encontró una cornada cara externa en pantorrilla izquierda con dos trayectorias: una hacia arriba de 10 centímetros y otra hacia abajo 15 centímetros, que lesiona músculos y aponeurosis de la región además de contundir al peroné.

Se aplica protocolo de Estabilización Medica Avanzada, para posteriormente ser trasladado al Hospital Ángeles Mocel para su manejo quirúrgico definitivo, que está a cargo del equipo multidisciplinario del los Servicios Médicos de TauroPlaza México.

Twitter @Twitaurino