Bregando: Urge una Comisión Taurina que no sea comparsa

José Tomás, la última figura que ha conseguido llenar la Plaza México. Foto la Plaza México.

Por Jaime OAXACA.

Uno de los dedos de mi mano tiende a ponerse amarillo porque fumo cigarrillos sin filtro y seguramente porque son muchos. De las opciones que hay para evitarlo, una es dejar de fumar; pero hallé otra, usaré un dedal pa’que ya no se manche el dedo.

Desde hace varios años la empresa de la plaza México dejó de exhibir el ganado que va a lidiar.

Publicaba las imágenes del ganado en su página del face, como había toros chicos, la gente se quejaba en el espacio de los comentarios.

Para solucionar el problema, la empresa tuvo la opción de comprar toros bien presentados, con trapío, pero no fue así; encontró su dedal: no publicar fotos. La solución cumplió el objetivo: ya nadie critica el ganado que va a lidiarse.

A raíz de un morantazo con teofilitos, en que llovieron las quejas y críticas por la falta de trapío de los bureles, dejaron de publicar fotos, quizá tiene seis años o más. Fue en la época que Rafael Herrerías estaba al frente de La México.

La actual empresa tiene tres años funcionando; funcionar, lo uso como sinónimo de organizar festejos.

El asunto de no publicar las fotos de los toros sigue vigente. La actitud de la empresa hacia los aficionados es de indiferencia, de valemadrismo. No asume el papel de servicio y atención que le corresponde. No informa a sus clientes, ni los motiva para que asistan a la plaza. No se les ocurre publicar la reseña de la corrida, los nombres de las autoridades en turno, qué cuadrillas van a actuar, semblanza de los matadores; en fin, deberían aprovechar las ventajas de un espacio existente.

Sin necesidad que alguna autoridad se lo pidiera, por iniciativa propia, la empresa debería mostrar los toros a los aficionados, que la clientela conozca el producto.

No lo hacen. Alguien debería obligarlos. La persona encargada de ejercer esa autoridad, prefiere comportarse como empleado de los empresarios, no cuida los intereses del público.

Me refiero al señor Juan García Lastra, Presidente de la Comisión Taurina de la Ciudad de México.

Fue nombrado en abril de 2013. A la fecha el señor García Lastra no realiza actividades que mejoren la fiesta. El único cambio que he visto es que antes estaba en el tendido y ahora, en el callejón. Pareciera que es ajeno a los incumplimientos de la empresa.

Aunque no exactamente para defender los intereses del público, un par de veces ha dado muestras que existe.

Una fue en enero de 2016, cuando el juez Gilberto Ruiz Torres no concedió orejas al Juli. Inclusive hubo alguna intención de sancionar o destituir al juez por no acatar la petición del público. La verdad es que se le negó la oreja al torero español por matar con una estocada baja, además de salirse de la suerte. Esa tarde el público protestó algunos ejemplares de Montecristo, los pitos fueron por falta de trapío de los ejemplares.

Es absurdo que a Juan García, le parezca que es más graves no conceder orejas a que se acepten animales sin el trapío que merece la plaza México, ¿así se cuidan los intereses del público?

A raíz de aquella negación de oreja, Rafael Herrerías modificó un pizarrón de los que se usan para anunciar el nombre de los toros, le puso Juez Pen y la empresa lo colocó en la parte superior de la puerta de toriles. Es decir, así quedó registrado el nombre del toro.

Cambiar el nombre al toro, faltarle el respeto al público con esas majaderías debió calificarse como falta grave, así debió considerarlo el Presidente de la Comisión Taurina, pero no dijo nada, ni una sola palabra. Se quedó callado.

Algo parecido en las novilladas del año pasado. Ahora el señor Enrique Braun negó la segunda oreja al novillero Francisco Martínez y no falta quien dice que también una vuelta al ruedo a uno de Barralva. Cuando no se conceden orejas se molesta el señor García Lastra, según el diario Zócalo, así declaró el titular de la Comisión Taurina

“Es inadmisible que un juez se comporte de la manera como lo hizo Enrique Braun. Las autoridades estamos para servir a los aficionados, no para agredirlos como lo hizo de manera física y con su actitud el señor juez. Hemos cerrado filas con la Delegación Benito Juárez, para trabajar en bien de la fiesta brava y no vamos a permitir que alguien venga a empañar el trabajo”.

¿Cuál trabajo?, se pregunta uno. Ha sido Imperceptible el trabajo de García Lastra, ¿será que no lo hizo público?

Como hubo cambio de jefes de delegación en lo que ahora es ciudad de México, todo indica que deberá nombrarse otra comisión taurina, ojalá que la encabece alguien que haga algo por la fiesta.

Urge una Comisión Taurina que no sea comparsa.

Fuente El Popular

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