Es lo que digo yo – ¿Más oportunidades perdidas? Los toreros emergentes y los relegados

“Si quieres salir de algo, sales. Pero tienes que querer de verdad”. José Miguel Arroyo, Joselito, matador de toros.

Por Luis Cuesta – De SOL y SOMBRA.

El pasado mes de abril -en un hecho inédito porque no recuerdo otro similar- siete matadores de toros zacatecanos unieron sus voces para manifestarse públicamente en lo que consideraron una falta de interés y compromiso del gobernador Alejandro Tello hacia ellos y a la fiesta taurina. De esta manera Jorge Delijorge, César Montes, Antonio Romero, Luis Ignacio Escobedo, Edgar Badillo, Andrés Suárez del Real y Ángel Giovanni Platerito, lamentaron que el gobernador Tello no hubiera cumplido la palabra de campaña, de recibirlos y escucharlos, y que las empresas taurinas en los municipios y en la capital no los tomaran en cuenta para sus ferias.

Manifestaciones como éstas, pero sin la repercusión mediática, ocurren a diario entre algunos matadores que se sienten relegados por las grandes empresas taurinas de nuestro país. Y es cierto, hay pocos espacios y oportunidades para la mayoría de los matadores, pero también es real que las oportunidades se deben de ganar siempre frente al toro.

Más allá de la grilla que se maneja en los escritorios y de las ganas de algunos de nuestros toreros por hacer el paseíllo, pareciera que a algunos se les olvida, que en esto no basta sólo con pedir una oportunidad y que se les anuncie en alguna plaza de toros de primera categoría para salir adelante, ya que algunos me dan la impresión de que se les olvida que el toro exige, como cualquier otra profesión, años de estudio (el conocimiento del toro puede ser más intrigante que un misterio divino), mucho sacrificio y algo más: juventud. Esto acompañado de un valor heroico, una cabeza privilegiada y la capacidad para emocionar y conmover a los públicos.

Casi nada ¿verdad? Por todo esto se dice, que ser figura del toreo es casi un milagro.

En mi opinión, las oportunidades deben de ser siempre para aquellos toreros que las merecen y lo demuestran tarde a tarde. No para los que llevan años levantando la mano y cuando finalmente los ponen en algún cartel, pasan inadvertidos con el toro bueno y con el toro malo. Porque algunos toreros que hoy se quejan abiertamente por la falta de contratos, se les olvida que alguna vez tuvieron todo para destacar y no lo consiguieron, por lo que en un acto de honestidad y honradez, hace mucho que debieron de optar por otros derroteros en su vida.

Tampoco es un secreto que la fiesta brava en México vive momentos difíciles y hoy más que nunca se necesita de sinergias taurinas para que ésta camine con cierta coherencia y orden. De nada sirve que algunas empresas marginen a aquellos toreros que están en su mejor momento y son los que pueden mantener la fiesta de pie, por incluir a otros que por cuestiones políticas y de rivalidades mal encausadas, son usados como carne de cañón; como sucedió recientemente en las ferias de Puebla y Texcoco, en donde fuera de algún triunfo aislado, los festejos más que de oportunidades, fueron un completo despropósito. Prueba de ello fue que los tendidos en ambas ferias lucieron en la mayoría de los festejos prácticamente semivacíos.

Un caso similar sucedió en la corrida de la “Oreja de Oro” en Aguascalientes, en donde la mayoría de sus alternantes naufragaron ante un serio y complicado encierro de San Marcos y de Claudio Huerta, en donde se vieron casos muy lastimosos y ventajosos, como el de un matador que ordenó hasta cuatro puyas para su astado (Oreja de Oro 2019 en Aguascalientes ). Lo graves es que después de muchos años de andar pidiendo una oportunidad para actuar en esta feria, cuando finalmente la consiguieron, resulta que el toro no veía…es que el toro se caía…es que el toro no embestía…es que el toro… es que el toro…y así pasan los años, la vida y las oportunidades.

Por eso hago el siguiente planteamiento, si queremos que la fiesta camine con coherencia y el público regrese a las plazas: ¿No deberían de estar en las principales ferias y temporadas aquellos toreros que se han ganado su lugar frente al toro tarde a tarde? Porque es un hecho que, a la fiesta en general, no le sirve tener a las empresas boicoteándose entre ellas con su propia cartelera de toreros y ganaderos, en la mayoría de los casos.

Son muy pocas las oportunidades en la actualidad y el momento de la fiesta es complicado, así que más que pensar en dividir, hay que pensar en sumar; ¿y como se puede sumar en pro de la fiesta?

Acartelando en todas las ferias a los toreros mexicanos que pasan por un mejor momento y también a aquellos jóvenes que de verdad tienen aptitudes y que han demostrado mayor vocación para portar con dignidad el título de matador de toros, pero también haciendo un corte definitivo con aquellos toreros que ya sólo quitan lugares y oportunidades a todos aquellos que realmente las merecen.

Y con esto no quiero demeritar el esfuerzo de algunas empresas, como la que está gestionando actualmente la plaza de toros La Florecita en la CDMX, pero nuevamente vemos algunos nombres que ya han recibido muchas oportunidades y que no pasa nada con ellos, pero también lamentablemente vemos algunas ausencias importantes en esta modalidad del bombo para los tres festejos mayores que han anunciado.

Señores empresarios desde aquí hago un llamado:

No es momento de dividir, sino de unirse todos en beneficio de la fiesta y de trabajar en conjunto, pero siempre con inteligencia y orden. Es increíble que algunos empresarios y profesionales digan públicamente que los aficionados están cansados de los Adame, Payos y Silvetis; entre otros toreros punteros. Ojalá que esos mismos empresarios pudieran ver en video -si no los vieron en vivo- cómo Joselito Adame se jugó alegremente la vida en la Monumental de Aguascalientes o el arrimón que se pegó ahí mismo “El Payo“, o la raza de un valiente de los ruedos como es Sergio Flores y la firmeza de Diego Silveti; así como las ganas de querer ser alguien importante en la fiesta del “Calita” por citar algunos ejemplos que me vienen a la mente.

Ser torero emergente no es solamente estar en la banca esperando una oportunidad, ser torero emergente es salir a jugarse la vida y demostrar frente al toro todo aquello que se dice y se piensa. Porque de lo contrario se convierten en toreros relegados, pero no por culpa de los empresarios o de la afición, si no por su propia culpa, ya que algunos no son capaces de demostrar su valía frente al toro

Ojalá que reflexionen algunas empresas como por ejemplo Don Bull Productions, Espectáculos Santa Julia y Tauro Espectáculos entre otras y se den cuenta que es momento de sumar fuerzas y de dejar a un lado rivalidades absurdas que en estos momentos no benefician a nadie.

Nadie quiere seguir viendo imágenes de plazas de toros tan importantes como las de Puebla, Texcoco, Apizaco o Juriquilla prácticamente semi vacías. Y aquí en este mismo rubro incluyo también a los dirigentes de la Asociación de Matadores que este año perdieron lamentablemente su apuesta en el festejo de la Oreja de Oro en Aguascalientes, ya que creo que se equivocaron en darle una oportunidad ha algunos coletas que no la merecían, ni estaban puestos para afrontar el compromiso con al menos cierto decoró.

Señores empresarios, si en los próximos meses consiguen hacer una sinergia a favor de la fiesta, seguramente los aficionados se los agradecerán y poco a poco regresarán nuevamente a todas sus plazas. Sólo hay que hacer las cosas con la cabeza fría y con mucho amor por la fiesta.

Twitter @LuisCuesta_