Carta de un ministro a un torero

El responsable de Fomento, José Luis Ábalos, expone su pasión taurina en un escrito de agradecimiento al diestro Román Collado.

Por Rubén Amón.

“¡No imaginas, maestro, lo mucho que significó aquel brindis tuyo!”. El pasaje entrecomillado y las exclamaciones forman parte de la carta que José Luis Ábalos, ministro de Fomento en funciones, ha remitido con fecha de 9 de julio a Román Collado.

Se refiere el líder socialista a la tarde isidril del 30 de mayo. Y al momento en que el diestro valenciano le brindó la faena de Mentiroso, un ejemplar de Adolfo Martín al que cuajó una faena de poder y de entrega premiada con una oreja.

Era la reaparición en una plaza de toros del ministro Ábalos, protagonista de una controversia y de un malentendido que se precipitaron el pasado diciembre,cuando el entonces secretario de organización del PSOE calificó de “casposa” la idea de una España habitada por toreros y cazadores. Se trataba de cuestionar la idiosincrasia identitaria de Vox, pero las declaraciones también fueron interpretadas como una degradación de la tauromaquia.

Acompañado por Victorino Martín (Fundación Toro de Lidia), “había llegado a Las Ventas”, escribe Ábalos a Román, “con el ánimo en el estribo de una pequeña tribulación. Meses atrás, algunos malintencionados habían cuestionado injustamente mi respeto a la lidia y cuanto representa el mundo del toro. No sé si sabes que mi padre fue torero y que he cultivado siempre un sincero aprecio por la Fiesta. Por ello, aunque nunca he necesitado que nadie certifique el alcance de mis afectos, aquella falsa polémica me dolió”.

El brindis de Román en una de las tardes más expectantes de la feria sirvió de argumento normalizador o reconciliador. Agradecía el diestro la presencia de Ábalos, más todavía cuando la temporada taurina se había resentido de una fuerte politización. Vox hacía acopio de su pasión a la tauromaquia en competencia con el PP, pero la isidrada predispuso la presencia de Felipe VI en la corrida de Beneficencia —el ministro Ábalos lo custodió en el palco el 12 de junio— del mismo modo que recibió la visita de la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, en el festejo del 15 junio.

“Reencontré en Las Ventas”, escribe el ministro, “algunas de las grandes cosas que los aficionados a los toros apreciamos de la Fiesta. El ambiente era estupendo, y los toros, buenos. Además, recibí no pocas muestras de afecto y, para colmo de mi satisfacción, me brindaste un toro y bordaste una gran faena”.

Fue el lado luminoso de la feria de Román. El lado oscuro sobrevino con una angustiosísima cogida que estuvo cerca de costarle la vida al torero en la tarde del 9 de junio. José Luis Ábalos la tiene presente en su carta de agradecimiento al matador:

“Días después sufriste una cornada grave que te obligó a pasar por el quirófano dos veces. Por eso, antes que nada, quiero subrayar la alegría que me produce saber que te recuperas bien”.

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