El lunes de reciente vigencia que lo fue el último de julio el Matador Paulo Campero, en la circunferencia de Los Ángeles, California, U S. A., que lo es el asentamiento de la Plaza de Toros Artesia DeS vistiera de luces abrochando un cartel por demás interesante, en el que por delante fue el rejoneador colombiano Jacobo Botero, ese que está avecindado en Portugal y que para esta corrida lució los corceles de la afamada cuadra de Coudelaria Martins a cuya vera los Forcados de Escalón eran el remate acariciado, por los paisanos dos matadores que van a todas y por todas, Arturo Saldívar del que ya sabemos es capaz de prenderle la mecha al entusiasmo y Paulo Campero que es un torero exponente del barroco mexicano como hay muy pocos, lo cual demostraría ante una corrida a la usanza incruenta proveniente de la ganadería de Don Roberto Martins e Hijos, los cuales lucieron la divisa celeste y blanco bajo la que son creados en tierras californianas y pa’ que no faltase nada en seriedad y ambiente, los acordes musicales estuvieron a cargo de La Banda Filarmónica Portuguesa de Artesia.
Por vía telefónica conversamos con quien vestiría de la aguja, a quien le decíamos que hoy en día el mercado de las corridas en Gringolandia es un futuro que ya es presente y por ello hay que brindarse en cada tarde con la mayor de las seriedad, porque además así debe de ser siempre, los públicos hoy en día ya no se pueden catalogar por jerarquías porque el toreo es importante en la medida en que se le da la debida seriedad a los festejos, el cómo reaccione la gente es harina de otro costal, hoy los públicos serios y conocedores, como en la revolución, hace rato que se bajaron del caballo y eso no le resta un ápice a lo que los toreros realicen en el ruedo, botones pa’ ejemplo de ello están en España, Pamplona y en México, Aguascalientes, concretamente en la Feria de San Marcos, y ¡por favor! que nadie me vaya a salir con que en la Plaza México la cosa es distinta en cuanto a la seriedad del público, porque pa’ ello ahí les va un Jonrón (Home run) en primer lugar lo esporádico con que se dan festejos deja mucho que desear de la plaza, los festejos mayoritariamente se dan con tendidos raquíticos, el promedio por cápita del consumo de alcohol puede ser de los mayores del país y el más contundente que siempre está en boca de todos es el cuestionamiento del ganado.
Ahora bien las corridas incruentas o a la usanza portuguesa pudiesen ser la salvación pa’ que los mercenarios de la cultura y la tradición se den por bien saciados y cierren sus fauces en un intervalo o tregua que no es otra cosa más que bajarle de candela a la guerra, balas de acero por de salva, ahora bien, en otro tenor pero ligado al mismo canto y dejando a un lado los intentos por defender a la Fiesta que no es más que un movimiento de particulares en los que todos quien en él están, tienen un fin para de estar ahí, aunque todos digan que lo hacen por defender la Fiesta, más lo importante sería en el probable caso de que las incruentas queden aterrizadas, vienen dos preguntas; ¿quién va a liderar ese cambio que será radical, los toreros o los monopolios?, otra ¿ya está trabajando o previendo la Comisión Taurina de Ciudad de México, las modificaciones de adaptación al reglamento?, ¿o la van a dejar que el agua rebase las orejas y ya con el niño ahogado van a reaccionar? Cómo hizo la SCT con el internet en la UNAM, más aún las empresas que se adhieran a las incruentas, ¿ya consideraron que los festejos por cuestión práctica deberán de pasar a ser de cuatro toros, dado el tiempo que se va a llevar el meter los bureles a los corrales lo cual será una tarea no fácil de que fluya, yo hasta recomendaría que contactaran a “Florito”, Florentino Fernández Castillo y sus berrendos de la Plaza de Las Ventas de Madrid pa’ manejar dos opciones una de las cuales no sé francamente si sea factible el comprarle una manada de cabestros ya adiestrados pa’ la función de ayuda, si es que la reglamentación nacional lo permite, eso es cuestión de consultar a la SAGARPA y la otra alternativa sería contratar al mayoral venteño pa’ que adiestre a una punta de bueyes locales.
Les paso un tip al público pa’ que vea, a los empresarios pa’ que contraten, a los ganaderos pa’ que tengan un tentador superior, en charlasdeltupinamba las fotografías que de las barras y las estrellas llegan de Paulo Campero.
Nos quejamos de la monotonía y sobretodo del agandalle de los toreros que están en las nóminas, por ello es que hemos presentado a uno que va por la libre, no nada más con esa reminiscencia de los de la legua sino con la verdad del que sabe que cada tarde o se faja o no hay otra y del que digo no torea mejor que los demás, más si diferente, tan solo va a todas en una alborotada explosión de enjundia con la que lidia y va del toreo bordado al macizo soportado por la luz del raciocinio, siempre en la línea del valor que le da pa’ estar sin agobio, aunque sí con emoción, en la cara del toro al son del sello Campero.
