Por Gaspar Silveira.
Esas circunstancias permitirán ver en el aniversario 91 de la Plaza Mérida a tres hombres que se animaron a torear los ahijados de José Julián Llaguno que pastan en los campos de Zacatecas.
Esto es un acicate para toreros como Uriel Moreno “El Zapata” y Leo Valadez, dos banderilleros sin temores a nada. Y a un rejoneador que ha mostrado una y otra vez sus cartas credenciales, Andy Cartagena.
¿Cuán complicado es armar un cartel para torear estos encierros?
Primero hay que sacar toreros que los quieran lidiar. Mis respetos para los que dicen sí. Y, me comentaba “El Zapata” en la corrida anterior en la Mérida, “el aficionado merece nuestro respeto en cualquier plaza donde se pague un boleto”.
El aficionado también merece respetar. En la México, por ejemplo, se la pasaron pide y pide encaste como el de Piedras Negras y a la hora, una paupérrima entrada para ver a los toros de Tetla, Tlaxcala.
Debe de ser una por otra.
En la Mérida el listón está alto en el aspecto ganadero y debes ser la continuidad la que marque la ruta a seguir.
Y quizá eso permita que podamos ver a los verdaderos lidiadores de reses bravas en nuestra arena, como “El Zapata” ha mostrado poder hacerlo; como Valadez que busca trascender, y como Cartagena que en España y Francia lidia cualquier tipo de encastes.
Andy vendrá con su cuadra de lujo a la Mérida para la corrida del aniversario 91. “Pintas”, “Luminoso” (la yegua que camina patas arriba) y “Brujita” deben estar en los tráileres que llegarán al coso de Reforma el 26 de enero.
El domingo veremos en la México a Uriel Moreno lidiando ejemplares de Pozo Hondo al lado de Jerónimo y Antonio Mendoza. La corrida que cerrará el abono de 12 tardes de la primera parte de la Temporada Grande.
Otra corrida de las que casi nadie se anima a torear. Como la de Piedras Negras del domingo anterior (la del polémico indulto de Gerardo Rivera).
Pero hay que poderles. Al toro de verdad así se le enfrenta.
Publicado en El Diario de Yucatán