Fuga de talentos: seis novilleros sevillanos emigrarán a México en busca de oportunidades.

Esta cuadrilla de incipientes toreros viajará al país azteca al reclamo de un certamen internacional que promocionará a sesenta novilleros llegados de todo el mundo.

Por Jesús Bayort.

Lancean a la pandemia con la ilusión de volver a vestirse de toreros. Han deshojado un año de sus vidas en el que nadie se acordó de ellos. Retumba el eco de sus lambreazos en las dependencias en las que Fernando de Magallanes pidió protección a Carlos I para circunnavegar la tierra. Ahora forman un corrillo taurino entre el Alcázar y el Archivo de Indias en el que torean a la vida y planean una expedición que marcará sus biografías.

Son seis novilleros sevillanos que han rehusado a seguir viendo pasar los días sin escuchar el sonido de sus teléfonos. Llamadas que no llegan. Ilusiones que se resquebrajan por no escuchar esa melodía que precede al anuncio de una fecha y un lugar. Chiquillos que sintieron su propia resurrección cuando vieron una oferta en las redes que ofrecía sesenta puestos para formar parte de un certamen internacional que busca jóvenes valores de la tauromaquia.

Ya no tienen ni a quién temer. Las fatigas no se las dan las agujas de los pitones, sino el destierro al que llevan anclados desde que se desató la pandemia. Les confinaron sus ilusiones sin anunciarles cuándo doblegarían esa ola. Ya tienen empacados sus bártulos: capotes, muletas, vestidos y seis corazones que palpitan al vertiginoso ritmo de la esperanza.

Se han puesto unas vendas en los ojos y no quieren quitárselas hasta pisar suelo guadalupano. Allí, en México, en el país hermano, estarán un mínimo de dos meses. Incipientes toreros llegados de todo el planeta que competirán para proyectar sus carreras internacionalmente. «No sabemos si habrá novilladas en España en 2021. Esta oportunidad es un soplo de aire fresco».

Cada una de estas seis historias da para escribir una novela, pero hay una que impacta por su proclama: «Quiero triunfar en México y en el toreo para sacar a mi familia de ese barrio (Tres Mil Viviendas). El toreo como vía de escape de la marginalidad y las malas compañía. Lolillo Soto se emociona al explicar cómo ha conseguido reunir el dinero para pagarse el billete de avión: «Toda mi familia y amigos han colaborado: unos han puesto cincuenta euros, otros cien… y así hasta reunir el importe del pasaje».

La organización les costeará toda su estancia su México. Vivirán en Guadalajara, en la finca del ganadero Pablo Moreno. Este proyecto, que será retransmitido internacionalmente a través de Internet, está ideado y financiado por la empresa mexicana Casa Toreros, que ha representado en aquel país a Roca Rey desde sus comienzos novilleriles.

En la punta de lanza de esta singular expedición estará el novillero de Aznalcóllar Juan Pedro García «Calerito», único representante sevillano del escalafón con picadores, que competirá contra los novillero más cotizados del panorama mundial. Ya sabe lo que es triunfar en México, país que ha visitado hasta en dos ocasiones: «Allí viven el toreo con una pasión especial. Recuerdo con mucho cariño el trato que me dispensaban: parecía que era una figura del toreo. Es una cultura especial. Y creo que mi concepto, tan diferente y personal, se identificará a la perfección con sus gustos. Si los animales embisten, podré disfrutar y conseguir que los aficionados se queden con mi nombre».

Un sevillano del barrio de las Tres Mil, un aznalcollero, un algabeño, un loreño, un ginense y un cigarrero. La provincia de Sevilla contará con una amplia representación en este certamen. Y el representante de La Algaba, Javier Illanguas, lo tiene claro: «En un año tan atípico, debemos aprovechar todo lo que surja», opinión que también suscribe José María Rosado, de Gines.

Cumplirán el sueño de todo torero, como reconoce el cigarrero Carlos Fernández: «viajar a América y torear en México es la fantasía de cualquiera de nosotros». Y no se dejarán nada en el tintero, asegura Manuel Casado: «No nos faltarán ganas e ilusión. No soy Morante, pero tengo personalidad como para ganar este certamen. Ysi hay que hacer una faena entera de rodillas, se hace».

Sesenta novilleros de todo el mundo

La empresa mexicana Casa Toreros ha fundado el CART (Centro de Alto Rendimiento Taurino), un proyecto que tutelará a sesenta novilleros de todo el mundo para formarlos taurina y culturalmente. Durante dos meses vivirán una preparación extrema con varios matadores de toros, entre los que destaca José Antonio Campuzano; además de ganaderos, preparadores físicos, nutricionistas e historiadores. En ese tiempo participarán en varias pruebas de selección hasta escogerse unos finalistas cuyas carreras serán proyectadas y promocionadas mundialmente.

Publicado en el ABC de Sevilla