Cristina Sánchez apoderará al nuevo valor femenino del toreo salmantino.

Por Javier Lorenzo.

Hace apenas tres meses y diez días que lidió en público el primer novillo de su vida y Raquel Martín ya tiene su primer apoderado, más allá de la Escuela taurina de Salamanca en la que se seguirá forjando y formando hasta que debute con picadores. Acaba de estrenarse el año y con él estrena a Cristina Sánchez como nueva apoderada y responsable de lanzar la carrera profesional de esta nueva ilusión salmantina. Cristina Sánchez, la mujer que más alto y mayores cotas consiguió en los ruedos en toda la historia (toreó 121 novilladas con picadores, una rubricada con la puerta grande en Las Ventas, y, tras la alternativa -Nimes, 1996- tomó parte en casi dos centenares de corridas de toros, incluida la confirmación en Madrid), se estrena de esta manera en su primera incursión en el mundo del apoderamiento. Cristina Sánchez conoció a Raquel Martín el pasado mes de noviembre en un tentadero en la finca de El Puerto de San Lorenzo y, desde entonces, ha seguido de cerca en el campo la evolución de la joven salmantina hasta llegar a dar el paso de hacerse cargo de su carrera. El pacto se concretó el pasado viernes en Salamanca y al día siguiente vivieron su primera jornada en el campo, en la finca de Valrubio.

Raquel Martín tiene 17 años y estudia 2º de Bachillerato y, sin antecedentes taurinos en su familia, más que la afición que por el toreo tienen su padre y sus abuelos, lleva matriculada en la Escuela taurina de Salamanca desde el curso que arrancó en noviembre de 2017. Es su tercer año a las órdenes de José Ignacio Sánchez, el director del colectivo taurino de la Diputación de Salamanca quien ha visto las magníficas cualidades taurinas de su pupila y el excelente potencial que atesora. Con este bagaje en la Escuela taurina, Raquel Martín toreó por primera vez en público el pasado 10 de octubre en la plaza de toros de Villoria, donde en la primera de las dos clases prácticas del certamen de Salamaq, lidió un novillo de la ganadería de Manolo Gimeno, al que desorejó. Fue su primera aparición en público, su primer triunfo y también su primera llamada de atención fuera de las aulas en las que se forma. Busca y persigue el toreo más clásico en su interpretación, apunta valor y persigue el don del temple. Ahora ha entrado un estímulo más para seguir creciendo. El apoderamiento con Cristina Sánchez que va a ser el mejor espejo en el que mirarse para lograr sus sueños en la tauromaquia: “Para mí Cristina ha sido y es todo un referente —comentó Raquel Martín el día del primer encuentro en el campo en casa de Lorenzo Fraile—. Igual que me fijo en muchos matadores de toros también lo he hecho en ella”. Cuando se retiró de los ruedos Cristina Sánchez (sin contar la última aparición vestida de luces de 2016 en Cuenca), Raquel Martín ni siquiera había nacido: “He visto muchos vídeos suyos”. Ahora las dos comienzan un nuevo e ilusionante camino, mientras sigue la forja del toreo en una joven que está dispuesta a dedicarle la vida al toro para seguir cumpliendo sueños.

Publicado en La Gaceta de Salamanca.