Lo absurdo de un indulto sin sentido.

Por Sixto Naranjo – Huelva.

Cuando ocurren cosas como la vista en el cuarto toro del último festejo de las Colombinas de Huelva, me lleva a preguntarme si cada vez estoy más distanciado de este espectáculo, si mi cosmovisión ‘madrileña’ de la Fiesta me pone frenos en lo emocional o incluso si realmente mis conocimientos no dan para más.

Si algunos piensan que un indulto es algo que da categoría y es marketing para la tauromaquia, yo les digo que si. Pero de cuarta categoría si es como el de este martes.

Un toro de Juan Pedro Domecq al que no se apenas se sangró en varas (el picotazo que recibió me niego a llamarlo puyazo) no puede ser indultado. Es mi opinión y mi parecer. Luego puede embestir como embista. Pero ya no puede otorgársele la etiqueta de “completo en todos los tercios”. Además, en la Fiesta hay otros premios más allá del indulto cuando un toro no alcanza la excelencia necesaria para que se le perdone la vida en el ruedo.

El rigor del presidente, tan digno él por las mañanas, se vino abajo cuando después de indicar a Perera que entrase a matar hasta en dos ocasiones, se plegó a la presión absurda provocada por el torero extremeño y para terminar asomando el pañuelo naranja finalmente.

Por eso, no entiendo que alguien pueda ver como algo positivo lo visto y vivido en Huelva y para qué servirá. Si al ganadero si este es el tipo de toro que busca; al torero por ayudar al ganadero y al empresario para que en el endogámico mundo mediático del toro se hable de este hecho un par de días; o al empresario como carta de presentación en sus primeras Colombinas. No llego a entenderlo, la verdad.

Ese cuarto, con el hierro de Parladé, tuvo mucha nobleza y clase por el pitón derecho, nadie lo duda. Por el izquierdo no hubo profundidad en sus embestidas. Y Perera, que toreó muy bien con el capote sobre todo en un quite por cordobinas y chicuelinas, lo muleteó con mucha largura y una ligazón en la que eché en falta algo más de pureza para no enjaretar derechazos en forma de carrusel ligados en la oreja del animal. El final fue también marca de la casa. Un sinfín de muletazos en los terrenos del toro haciendo auténticos ochos con la embestida del toro. Pero ahí fue donde se desmadró todo y llegó un, para mí, absurdo indulto.

FICHA DEL FESTEJO

Huelva, martes 3 de agosto de 2021. 3ª de Feria. Lleno de ‘No hay billetes’

Cinco toros de Juan Pedro Domecq y uno (4º) de Parladé, de correcta presentación y juego manejable sin ningún exceso de casta. Indultado el cuarto, ‘Vitoreado’, nº 28, de 500 kg, 10/2016.

Miguel Ángel Perera, oreja e indulto.

Andres Roca Rey, dos orejas y saludos.

David de Miranda, oreja y oreja.

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