El empresario, cuyo contrato finaliza el 22 de octubre, alega la imposibilidad de dar festejos en el coso valenciano por las medidas sanitarias de la pandemia.
Por Vicente Sobrino.
Simón Casas, empresario de la plaza de toros de Valencia, ha solicitado a la Diputación la resolución del vigente contrato de arrendamiento que finaliza el próximo 22 de octubre. Las razones alegadas por Casas se basan en la imposibilidad de dar festejos en el coso valenciano con las actuales medidas sanitarias, que solo admiten un aforo total de 5.000 personas.
La plaza de Valencia permanece cerrada desde el 8 de marzo de 2020, tras la celebración del festejo de promoción que prologaba el serial fallero. Dos días después la Generalitat valenciana, como consecuencia del Covid-19, suspendió las fiestas de las Fallas con lo que la feria taurina quedaba anulada. Las medidas sanitarias que se han venido dictando desde entonces, no han posibilitado la celebración de festejos taurinos ni en 2020 ni en 2021. A la vista de que tampoco habrá toros en torno a una fecha emblemática, como es el 9 d’Octubre, Día de la Comunitat Valenciana, Casas ha pedido la rescisión del contrato vigente, además de una compensación económica por los gastos de producción de las frustradas Fallas de 2020.
Simón Casas aduce que “ninguna plaza de primera ha podido abrir sus puertas ni en 2020 ni 2021. Esto no es, ni más ni menos, porque los costes de apertura y los que produce la confección de carteles de una plaza de categoría como la de Valencia, a los que hay que sumar los de producción, son incompatibles con la situación actual y las medidas sanitarias vigentes”.
El empresario galo añade que, ”desde la suspensión de las Fallas de 2020, las circunstancias nunca han sido las adecuadas para dar toros. La anulación de aquellas Fallas le supuso a mi empresa la pérdida de unos 400.000 euros, por lo que no he tenido más remedio que solicitar la resolución del contrato”. En el escrito presentado a la Diputación, además de la resolución del contrato, Simón Casas pide una compensación económica por los gastos de producción de las Fallas de 2020: “No pido una indemnización, sino lo que es de derecho. Como la feria de Fallas 2020 se anuló por motivos ajenos a mi voluntad mediante una decisión que se entiende perfectamente, pero yo tengo derecho a que me abonen los gastos que se habían invertido para anunciarlas. Y por ley, existe un derecho evidente para que se le compense al empresario los gastos invertidos para un evento que ha sido anulado por la autoridad·.
El empresario asegura que a la Diputación se le han pasado los gastos mínimos “que consideramos se han de devolver para compensar el perjuicio de la empresa. A partir de ahí, espero que se encuentre una solución legal a todo esto. Es un derecho que me ampara la ley y lo pido con mucho respeto hacia la institución como es la Diputación”.
Por su parte, fuentes de la Diputación señalan que el empresario mantiene una deuda con la institución, de unos 60.000 euros, correspondiente al canon de arrendamiento de 2020 por los días que la plaza fue utilizada (del 25 de febrero al 10 de marzo). Respecto a la compensación económica que pide el empresario, serán los servicios jurídicos de la Diputación quienes decidan al respecto.
Por otra parte, Casas tiene pendiente la devolución del dinero de los abonos de mayores de 65 años y menores de 25 vendidos para las Fallas de 2020. En este sentido, el empresario advierte que, “cuando la Diputación me compense los gastos ocasionados en aquellas Fallas no celebradas devolveré el dinero. Y si no hay compensación, algo que no contemplo, lo devolveré de mi bolsillo. Estoy esperando a ver lo ocurre con mi petición, pero lo dejo bien claro: en cualquier caso devolveré ese dinero”.
Publicado en El País