Aguascalientes – Segunda Corrida: Gerardo Adame desoreja al enrazado “Coloso”

Por Sergio Martín del Campo. Foto Pedro Julio Jiménez López.

El toro bravo no tiene consideraciones, no admite abusos ni adornos y cobra en altos emolumentos las incorrecciones y las actitudes irrespetuosas.

Gerardo Adame, luego de verse variado con la tela rosa, se fue al eje del escenario, se pasó en dos ocasiones a “Coloso”, No. 55 de 465 kilos, y en el tercero fue trompicado, quedando tirado sobre la arenosa superficie. Cuando el corlomeño lo sintió, se cebó con él manifestando una codicia soberana. Era el cornúpeta un toro auténticamente de lidia. Y obró un palpable milagro: el aguascalentense sacó solamente una fuerte contusión en el tórax y múltiples golpes en el cuerpo, el rostro incluido.

Don Sergio Lomelí, esta vez, para la segunda corrida de feria, despachó un encierro muy mezclado en tipo, cuajo y juego. Cosa extraña en él. La clientela, que formó menos de media entrada en la Monumental se manifestó con silbidos al salir el quinto; igual reacción tuvo cuando arrastraban los despojos del tercero y el cuarto. La nota buena la dieron el primero, “Tiempo al tiempo”, No. 60 y de 518 kilogramos, siendo aplaudido en el arrastre, y el quinto, que merecía la vuelta al ruedo, pero al que el juez solamente le rindió el arrastre lento.

El primero de la función expresó fijeza, calidad y casta; y en ese contexto le toreó “Calita” (al tercio y palmas), entregando finalmente un trasteo por ambos flancos en el que brillaron varios naturales de gran manufactura, abriendo plenamente los vuelos del engaño y extendiendo el siniestro hasta la mayor capacidad. Procuró hacer bien la suprema suerte, resultándole excelente la ejecución, y algo delantera y caída la colocación.

Su segundo nunca humilló, y sí que se revolvía sobre el tren delantero; a más de ser tardo. En vista de ello, aplicó su oficio y dio solución decorosamente al nada cómodo asunto, así con la sarga como con la espada.

Gerardo Adame (al tercio y dos orejas) en su primera aparición de la tarde, se cruzó con un toro hecho, de acusada edad adulta; algo demandante, sin embargo. A media altura llevó la testa y pasó con poder. Tardó el coleta en dictaminar su distancia y su ritmo, pero en la cuarta serie llegó la recompensa a su obstinación y pudo interpretar, sobre el flanco derecho, algunos muletazos de valía, acabando el tema con espadazo trasero y caído.

El quinto calentó la tarde con raza. Muy bravo fue. Atento al engaño, se arrancó siempre por derecho y derramando gran estilo en embestidas extensas. Adame regresó de la enfermería sin casaca, sin faja y maltrecho, pero con el ánimo y el valor enardecidos y provocó que su adversario encontrara siempre la muleta amplia, cuadrada y bien armada, dando como resultado una faena derechista que emocionó al cotarro. Con muchos muletazos adentro se fue el corlomeño tras la formidable estocada que lo hizo derrumbarse sin puntilla sobre el albero. El corolario de su acción, fue, además de lo dicho, el recibir la “Oreja de Oro” que, prácticamente sin publicidad, puso en disputa la Asociación Nacional de Matadores.

El que echó por delante José María Hermosillo (palmas y oreja) se rajó pronto; comenzó a salir con la cornamenta en alto y buscando el patrocinio de las maderas. Quede en la hoja de buenas notas el afán que evidenció el joven.

Al centro de un vendaval dio el rostro al sexto, otro bicorne de buenas condiciones de bravura. Pese a la manifestación climática acotada, se le observó entregado y hacendoso, intención que le fue reconocida. Riñonuda y torera fue su actuación. Así es como se la deben jugar quienes tienen sed de gloria. Muy a pesar de haber señalado un pinchazo antes de ejecutar el buen espadazo, se le premió merecidamente con el apéndice ya escrito.

Publicado en Noticiero Taurino.

Deja un comentario

Descubre más desde DE SOL Y SOMBRA

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo

Descubre más desde DE SOL Y SOMBRA

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo