Editorial: Corridas de toros con velcro, ¿un futuro alternativo ante las prohibiciones?

Los festejos taurinos han sido, desde hace una década , un tema polémico en diferentes partes del mundo, aunque corresponde a una actividad cultural y a una tradición, pero recientemente grupos que defienden los derechos de los animales, han conseguido prohibirlas en algunos parte del país y del extranjero como es el caso de Turlock, una ciudad ubicada en el estado de California, en Estados Unidos; en donde a pesar de que las corridas de toros a la usanza española están prohibidas, un grupo de empresarios y la misma población se niegan a dar por terminada la tauromaquia y continuan celebrando festejos ya que son parte de sus raíces.

Editorial – De SOL y SOMBRA.

Turlock, una pequeña ciudad en el corazón de California, EU, y sede de una corrida de toros inusual, atrajo a migrantes portugueses a principios del siglo XX, quienes provenían principalmente del Archipiélago de las Azores y pasaban su vida dedicándose a la actividad agrícola.

La comunidad fue creciendo en la costa oeste de Estados Unidos, manteniendo sus raíces y actividades como la tauromaquia. Precisamente por ello, se las han ingeniado y han creado un método para continuar con las corridas sin afectar o herir al animal, aunque todo el protocolo sigue siendo el mismo, tal como lo dieron a conocer hace unos dias. Por ejemplo en estos festejos cuando un rejoneador quiebra a un toro sobre un caballo, para clavarle una banderilla en su lomo como es la costumbre, el toro no derrama ni una gota de sangre, pues lleva sobre sí mismo un cojín y las banderillas tienen velcro en lugar de arpones, por lo que solo se pegan allí sin atravesar su piel.

La pregunta es: ¿Podría ser este el futuro para las corridas de toros en donde está prohibida su realización?

En Estados Unidos por ejemplo, la ley sólo permite las corridas sin sangre, de lo contrario, es considerada como crueldad en la región francesa de Camargue, en lugar de los grandes toros españoles, se usan unos más pequeños, esbeltos y rápidos.

En estos lugares no hay sangre ni heridas. En el caso de México, cinco estados ha prohibido las corridas de toros con sangre (Ciudad de México, Quintana Roo, Sinaloa, Guerrero, Coahuila, Oaxaca, Veracruz con excepción de algunos municipios y Baja California Sur) han prohibido por completo las corridas de toros. Mientras tanto, la tauromaquia es considerada Patrimonio Cultural Inmaterial en Aguascalientes, Guanajuato, Zacatecas, Querétaro y Tlaxcala, lo que obliga a los gobiernos a proteger y promover estos espectáculos.

Sin duda es un tema polémico pero ¿que es mejor? celebrar corridas de toros o novilladas incruentas en algunos lugares turísticos como Acapulco Guerrero, Cancún Quintana Roo y Mazatlán Sinaloa o dejar que se muera en su totalidad la tauromaquia y sus plazas de toros esperando que las leyes se reviertan algún día. Estos festejos podrían realizarse con algunos ingredientes tradicionales o alternativos alrededor de ellos, como sucede en DAX Francia en donde se reúnen cientos de aficionados a la tauromaquia y a la música latina en un festival al que han denominado Toros y Salsa, un evento de tres días con corridas de toros y conciertos en las instalaciones de la plaza de toros.

Tenemos muy claro todos que lo ideal y mas puro será siempre conservar la fiesta brava en nuestro país a la usanza española como marca la tradición, pero es un hecho que también tenemos que imaginar futuros alternativos para la tauromaquia ante el acecho de algunos gobiernos y organizaciones animalistas, que hoy en día cuentan con el apoyo de importantes legisladores contrarios a la fiesta brava y de un amplio sector de la sociedad.

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