Crónica de Cinco Villas: Héctor Gutiérrez da otro paso.

Por José I. GonzálezDe SOL y SOMBRA. Fotos NTR TOROS.

Corrida en la Plaza de Toros de Cinco Villas en homenaje a la Madre Inés quien se encargaba de cuidar el ex-convento y ayudar a personas discapacitadas..

Tarde soleada con tres cuartos de Plaza. Se lidiaron siete toros de Pozo Hondo, seis de lidia ordinaria y uno de regalo, desiguales de presentación y cuajó, de hechuras dispares y algunos muy bien construidos, otros más bastos y rematados de carnes. Pero descastados y sosos en sus embestidas, destacando el lidiado en tercer lugar que fue bravo, pronto, con una gran calidad en su embestida y que salvó el honor de la divisa.

Octavio García “El Payo” lila y oro, silencio y silencio.

David Galván, mercurio y azabache, palmas y silencio en el de regalo.

Héctor Gutierrez, sangre de toro y oro, vuelta y palmas.

La plaza de Cinco Villas anuncio para este domingo una corrida muy interesante, con el principal atractivo de incluir en ella a Héctor Gutierrez, un torero que vive un gran momento y que lo demostró y plasmo en el ruedo en un par de actuaciones.

Se lidio una corrida de Pozo Hondo que no dio el juego deseado por la falta de raza y sosería que demostraron casi todos sus astados, con excepción del que se lidio en tercer lugar que fue un gran toro.

Octavio García “El Payo” abrió plaza y se enfrentó a un toro cárdeno claro bragado, bajo y descarado de cuerna. Lastima que desde el capote el toro se quedó corto mostrando embestidas faltas de ritmo y muy insulsas. En banderillas dió muestras de que la sososeria sería su condición. Ya con la muleta, lo encauzó con pases a media altura para tratar de alargar las embestidas consiguiendo una faena limpia, pero de poco contenido. Lo despacho de una estocada baja.

El segundo toro de su lote fue un toro cárdeno claro bajo, bien cortado, algo avacado de cornamenta, que desde el inicio de la lidia mostró sus cortas embestidas y su falta de raza. El Payo se limito a bregar y después con la muleta hizo una faena insulsa y de escasa duración.

Es cierto que se llevó un lote de escasas opciones, pero Octavio tuvo una actuación para el olvido y una tarde aciaga. Poco queda de aquel torero artista que hace algunas temporadas nos ilusionó tanto. Hoy parece un torero frío, demasiado mecánico y sobre comercializado por su actual administración. No quiero imaginarme cómo podría irle en Madrid si continúa por ese sendero.

El torero español David Galván se presentó en México con mucha ilusión. Hay que señalar que Galván es un torero con un concepto y un gusto extraordinario. Con su primer toro, un cárdeno salpicado, girón, bragado y tocado del pitón derecho salió decidido con el capote y lo lanceo haciéndose de las embestidas sosas y cansinas del astado sin mucha dificultad. Hubo un detalle de gran toreo cuando le bajo las manos al toro y este se le quedó en el capote, seguido de un lance a la verónica cumbre, con las plantas muy asentadas y la cintura rota. Con la muleta empezó doblandose hacia los medios y prácticamente ahí se acabó todo, el toro acabo parado y desfondado. Pero Galván quiso mucho y logró extraerle algunos muletazos limpios, dejándole la muleta bien puesta y obligándolo a embestir. Señaló una estocada entera, un punto delantera, pero que fue suficiente. Hubo petición de oreja que no se concedió y dió una vuelta al ruedo.

Su segundo toro fue un toro cárdeno salpicado alto de agujas, basto y destartalado, con poca movilidad y ademas sin una pizca de raza. Con el capote fue imposible darle un lance, después con las banderillas recuperó movilidad y Galván se fue decidido a pegarle muletazos en un inicio por alto para después intentar torear en redondo, pero el toro se quedó corto, se le coló y ahí cambio todo. Pinchazo hondo en buen sitio y un descabello certero y torero acabaron con el quinto. Regaló el séptimo que fue un toro negro girón y bajo, pero una vez mas se topo con un astado de nulo juego.

Así terminó su actuación un torero fino y con un gran concepto, que nos dejó con muchas ganas de volver a verlo.

Héctor Gutiérrez está en un gran momento y lo ve todo clarísimo. A su primero, un toro de buenas hechuras, corniveleto que mostro grandes condiciones y una gran calidad en sus embestidas, le instrumento una serie de verónicas de mucha categoría, rematandas con una torerisima larga. Después lo llevo al caballo por chicuelinas y le hizo un quite por tafalleras que emocionaron al público. Con la muleta pegó grandes muletazos dejando siempre la muleta puesta, girando solamente sobre sus talones, sometiendo y mandando a su toro. Por el izquierdo lo toreo de manera más suave y encajada. Hubo un cambio de mano por la espalda ligando uno de pecho que fue soberbio. Dejó una estocada desprendida y a pesar de la petición, el juez de plaza le negó la oreja. Al toro se le dió arrastre lento y Gutiérrez dio una vuelta al ruedo.

El sexto era un toro cárdeno bajo y bien hecho, que fue pronto y dió esperanzas de salida, lastima que al final se paró, sin embargo Héctor nuevamente dió muestras de su gran momento logrando algunas tandas templadas y mandonas, pero el toro era demasiado soso y distraído. Lamentablemente dejó una estocada baja y todo termino en silencio.

Al final lo más trascendental de la tarde fue que Héctor Gutiérrez dió nuevamente otro paso más en su camino rumbo a la cima del toreo de México.

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