Por Jaime Oaxaca.
El matador José Mauricio, el picador Daniel Morales; las ganaderías de El Batán y Santo Tomás, se alzan como triunfadores de la pasada feria 2019 realizada en El Relicario.
La Angelópolis es una ciudad relevante, la cuarta en importancia en el país, con una población cercana a los dos millones de habitantes, de tal forma que lo que sucede en la Puebla de los Ángeles tiene, o debería tener, interés nacional.
Fue un serial compuesto de cinco corridas, una novillada y un festival, hacía muchos, muchos años que una feria poblana no constaba de tantos festejos. En total actuaron 22 matadores, dos grupos de forcados, seis aficionados prácticos y un becerrista, en los seis festejos profesionales se lidiaron 38 reses. No es cualquier cosa lo que sucedió en El Relicario.
El serial fue importante, no todas las plaza presentan un elenco tan abundante de toros y toreros, es cierto que no hubo figuras extranjeras, pero también nos libramos de ganaderías comerciales, sólo hace falta que la gente regrese al recinto taurino y que se respeten los horarios de inicio de las corridas.
Si la empresa de Pedro Haces, Curro Leal y Rafael Moreno Valle Sánchez pretende quedarse en El Relicario debe planear las cosas de tal manera que no vuelvan a verse las localidades vacías.
Por supuesto que en el ruedo hubo cosas interesantes. No existe un jurado, tampoco habrá entrega de premios porque esa costumbre se perdió hace muchos años en la Angelópolis, así que los juicios que usted leerá en el presente texto son exclusivamente apreciaciones personales que, posiblemente no coincidan con las de muchos aficionados. La mejor opinión es la del lector.
Destaca la emocionante faena de José Mauricio a un sobrero corraleado y con malas ideas que se lidió como quinto bis el 5 de mayo, el toro bien armado se llamó Ajusco marcado con el número 130, de Milpillas que es la denominación de la dehesa de Pilar Labastida.
No fue una labor llena de muletazos por abajo y en redondo, aunque por momentos los hubo. La faena se trató jugarse la piel, una lidia riñonuda ante un toro de embestidas ásperas, que se frenaba, que le buscaba los tobillos, inclusive echó pa’rriba al torero de 35 años de edad y 13 de alternativa, quien decidió jugársela.
Otro momento emocionante del serial fue el puyazo de Daniel Morales a Enamorado, número 25, del hierro de Santo Tomás, fue en la novillada del sábado 11 de mayo. El joven picador ejecutó la mejor vara el año pasado y repitió color. Este año fue en una tarde de concurso de ganaderías, Enamorado se arrancó desde lejos a la cabalgadura del varilarquero quien no lo dejó estrellar al peto, el burel empujó con los riñones, peleaba. El novillo fue por segunda vez al caballo únicamente para comprobar su casta. El ganadero triunfador fue Sergio Hernández Cosío.
El Batán fue el encierro triunfador como conjunto, todos con trapío, con bravura, con el peligro y dificultades propias de la fiesta. El matador Gabino Aguilar no le echa agua al vino y así se reflejó en el comportamiento de los cuatro bureles que mandó para la lidia de a pie en el festejo del cerrojazo.
Imposible omitir la cornada a Hilda Tenorio la noche del viernes 3 de mayo, el momento más dramático de la feria cuando la matadora michoacana se puso de rodillas ante Querido Viejo de Santoyo y éste le pegó una cornada en la boca. Ni un solo capotazo pudo dar Hilda Tenorio, sin embargo, su torería no mermó ni un ápice, al contrario. A los cuatro días del percance Hilda salió del sanatorio.
Hubo buenas bregas, buenos pares de banderillas, pero también muchos subalternos rejoneando descaradamente.
Habrá quien piense que el triunfador de la feria tendría ser alguno de los cinco toreros que salieron en hombros, pero francamente en esta feria abundaron los premios; algunos insípidos, absurdos, hasta vergonzosos. Los excesos de un juez de plaza no dan categoría a una plaza por el contrario, la denigran.
Por otra parte, los premios de arrastre lento que se concedieron también fueron exagerados.
Indudablemente muchos aficionados habrán definidos sus propios triunfadores, para quien escribe, José Mauricio, Daniel Morales y Enamorado lo mejor de Puebla 2019.
Publicado en El Popular