Las Horas Previas a la Temporada Grande (parte II)
Por Puntillero
Hubiese querido iniciar con otro escrito las Horas Previas 2010 pero la importancia de la declaración, aunque en México a nada se la demos, implica parte de la hasta ahora no clara política de la Plaza México respecto de su Temporada Grande. Ser La México implica concertar intereses encontrados. Para este año una cuestión esencial logró sentar en una misma mesa a dos –lamentablemente- irreconciliables “enemigos taurinos”
Sonaban las nueve con treinta de la noche del pasado domingo y este “Puntillero” se encontraba cómodamente sentado intentando hablar de toros.
Lógicamente, al escuchar las opiniones taurinas vertían a través de la radio respecto del anuncio del Elenco del Derecho de Apartado 2010-2011 uno no puede dejar de notar como ciertos criterios, montados con premeditación, únicamente llenan páginas en periódicos o minutos en la radio. Clichés por descontado. Con lo caro que está el tiempo al aire y el espacio en rotativos.
De pronto la voz de nuestro hombre en cuestión apareció, como lo ha hecho desde hace ya diecisiete años. Rafael Herrerías comenzó una breve pero sustanciosa charla con ABC Radio. Ahí comentó, entre otras cosas, la dificultad que implica organizar una Temporada. El hecho de que “a casi nadie se le puede dar gusto” En fin, las frases que han pasado a formar parte, no del anecdotario taurino, sino de la tirilla de octubre.
“Lo dije, porque creo que es un muchacho con un gran potencial. Que está siendo llevado por gente con la que no me gusta tratar, pero hay veces que uno se ve forzado a tratar con sus enemigos, aunque no quiera”
Esa respuesta, por increíble que pueda parecer, la esgrimió el empresario de la Plaza México. Un hombre que siempre ha dado la impresión de guiarse más por impulso que por reflexión.
Y lo que parece insustancial me atrevo a decir tiene implicaciones importantísimas para la Plaza México. El tema, claro está, representa la información que muchos, si no es que todos los medios taurinos descartaron en ese afán “chambista” de cumplir con llenar el espacio y sacar la nota, es decir sonar los tres avisos a la reflexión taurina. En este espacio eso no pasa.
La inclusión y la manera en que el empresario anunció: “Arturo `El Cejas´ Macías, contra de mi voluntad” representó para este reportero, justo desde el primer momento, una oportunidad importante para adentrarse a una puerta inexpugnable, la política de contratación de la Plaza México. Toda la semana consideré que el cuestionamiento resultaba muy necesario, más tratándose del denostado espada contratado.
Hasta dónde, pues, la subjetividad o voluntad del empresario ¿Cuenta en el juego de administrar vanidades taurinas? ¿Qué tanto tiene que tragar para conseguir un objetivo empresarial aún en contra de su voluntad? Incluso sacrificando, no solo dinero, sino una percepción personal.
Tras establecer la respuesta a las interrogantes se aclara de entrada que la empresa de la Monumental mantiene el interés por contratar diestros que pueden todavía interesar a un público apático. Que la Plaza México respetó los lauros ganados en su arena, a pesar que estos se puedan cuestionar por una mala, en números, campaña europea. Que por una vez disputas entre taurinos encontrados pueden arreglarse civilizadamente.
La historia de Espectáculos Taurinos de México y la Plaza México se remota a los sesenta, cuando esa empresa controlaba Insurgentes. Una relación que nunca ha sido lo que se hubiera deseado.
Ahora esa agrupación representa a un torero importante, con un historial del que en muy poco tiempo pocos podrían presumir. Un grupo contrario a la empresa capitalina, pero ésta estaba obligada a razonar, a meditar y por una vez en la vida a no manotear. El objetivo se consiguió. Solo me intriga un poco que no se haya vendido mejor el logro en la prensa. En otra época…
Claro que el ajedrez taurino no deja de tener sus penumbras. Mismas que sumen en sus profundidades a otros toreros que habría valido la pena ver anunciados. Da la impresión que estas negociaciones las establece la Plaza México solo por excepción. Quizá Macías puede que siga siendo un caso excepcional. Grande es la responsabilidad que le queda. Puede que la razón oculta para no cantar el triunfo empresarial sea el rescoldo de la duda del estado actual del diestro.
Las disputas con los intereses contrarios, más en el juego taurino, deben resolverse así, estando y hablando de frente y sobre todo cerca de nuestros enemigos, ya lo decía Mario Puzo. Y lo decía “Gallinito” ese sí, celebérrimo puntillero que de nuevo citamos: “El toro no lastima al que le anda cerca” Era una forma de infundir valor pero hoy es una manera de conciliar los intereses más encontrados en el mundo los taurinos.
Debería ser más a menudo. A menos de que ustedes piensen otra cosa, nunca sabemos de qué lado del tablero nos vamos a sentar la siguiente Temporada.